septiembre 10, 2013 - 11:50 pm
Foto: LUIS BRITTO
El periodista
uruguayo, de visita en Venezuela, fue presentado la noche de este martes por el
escritor venezolano Luis Britto García, quien reflexionó sobre el título de la
obra de Galeano e hizo una interpretación sobre el significado del paso de los
días para cada persona.
Explicó que
este texto, publicado en 2011, desarrolla una literatura calendárica, donde se
incluyen 365 efemérides de distintos hechos “que no se borran nunca” y que
reflejan “esa esencia imposible de condensar que es un día”.
“Este
calendario incluye las vilezas con que nuestra especie ha tratado de destruir
la esencia humana sin todavía lograrlo”, dijo el intelectual venezolano
merecedor del Premio Nacional de Literatura, en 2001.
Por su parte,
el también autor del libro Las venas abierta de América Latina, que Chávez
regaló en abril de 2009 al presidente estadounidense Barack Obama durante la V Cumbre de las Américas,
habló sobre el significado del título del texto que leyó la noche de este
martes en compañía del ministro de la Cultura , Fidel Barbarito, y otros invitados.
En la cultura
maya, explicó, “nosotros somos los hijos de los días” y el tiempo es el
fundador del espacio. Por ello, “estamos hechos de historias, y como somos
hijos de los días, cada día debe tener historias que contar”.
El texto está
estructurado con 365 historias de distintas fechas que el autor destacó y que,
como definió Britto, “puede leerse de varias formas” e incluso “pueden leer una
página por día y así dura más”, bromeó.
Entre las
fechas que destaca en el texto, está el 11 de septiembre, “Día de la lucha
contra el terrorismo”:
Se busca a los
secuestradores de países.
Se busca a los
estranguladores de salarios y los exterminadores de los empleos.
Se busca a los
violadores de la tierra, a los envenenadores del agua y a los ladrones del
aire.
Se busca a los
traficantes del miedo.
Al referirse al
13 de marzo de 2013, leyó la historia de Domitila Barrios, una de las cinco
mujeres que “voltearon una dictadura militar” en Bolivia. Ella, junto a sus
compañeras, fue subestimada por los bolivianos “cuando iniciaron su huelga de
hambre” para acabar con el régimen dictatorial. En una reunión con compañeros
de lucha, Domitila dijo lo siguiente: “Nuestro enemigo principal no es el
imperialismo, ni la burguesía, ni la burocracia. Nuestro enemigo principal es
el miedo, y lo llevamos adentro”.
El autor de más
de 40 obras leyó otras efemérides de publicación, donde aborda temas como el
proceso de colonización y conquista en América Latina, los exiliados de los
regímenes dictatoriales de los años 70 en el Cono Sur, la destrucción ambiental
por parte del ser humano, la discriminación sexual, entre otros.
También hizo
referencia a una de las grandes revolucionarias del siglo XX, Rosa de
Luxemburgo:
En 1919, la
revolucionaria Rosa Luxemburgo fue asesinada en Berlín.
Los asesinos la
rompieron a golpes de fusil y la arrojaron a las aguas de un canal.
En el camino,
ella perdió un zapato.
Alguna mano
recogió ese zapato, tirado en el barro.
Rosa quería un
mundo donde la justicia no fuera sacrificada en nombre de la libertad, ni la
libertad fuera sacrificada en nombre de la justicia.
Cada día,
alguna mano recoge esa bandera.
Tirada en el
barro, como el zapato.
Finalmente, al
leer sobre el 10 de mayo de 1975, hizo referencia al asesinato del poeta
revolucionario Roque Dalton, quien perdió su vida a manos de sus propios
compañeros de lucha por diferencias. “Los militantes que matan para castigar la
discrepancia son tan criminales como los militares que matan para perpetuar la
injusticia”, leyo el autor de Memorias del Fuego.
Una vez que
terminó la lectura de algunas de las páginas de su libro, el público
inmediatamente se levantó de sus sillas, para rendir homenaje al escritor, y lo
aplaudió por varios minutos. Él, una vez que cesaron los aplausos, expresó: “Yo
solo quería ser jugador de fútbol, soy una vergüenza, y como jugaba tan mal, no
tuve más remedio que hacerme escritor”.
AVN
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