Luis Britto García
Vive la mariposa un día, y el hombre apenas el segundo en que Amor lo hiere.
¿Dónde aquello que amé? No murió Amor, murió el que amaba.
Sólo inconcluso Amor perdura.
Dulce más que dulce lo que no tenemos. Amor se nutre de Ausencia, Ausencia sólo existe cuando es de lo amado.
Amor trabaja desde el Inicio de los Tiempos para que seas.
Sólo el fin del Amor revela la verdad oculta tras lo amado; el verdadero nombre de Amor es Engaño, sólo misericordioso Amor nos ciega ante la horrible verdad final del mundo.
Allá
va, la Cuadratura del Círculo, el Imperativo Categórico, la Epifanía,
El
Padre de los Dioses lanza su maldición contra Amor, que ha creado la multitud
de los dioses y de los seres sólo para dar víctimas a los verdugos del Dolor y
Paroxismo gloria pasión exaltación entusiasmo felicidad interés indiferencia insipidez aburrimiento sobresalto angustia amargura desesperación dolor depresión infierno agonía agonía infierno depresión dolor desesperación amargura angustia sobresalto aburrimiento insipidez indiferencia interés felicidad entusiasmo exaltación pasión paroxismo gloria pasión exaltación entusiasmo felicidad interés indiferencia insipidez aburrimiento sobresalto angustia amargura desesperación dolor depresión infierno agonía y así sucesivamente
Descubierto fragmento perdido del Infierno del Dante, el Círculo destinado a las Musas que no cumplieron sus deberes. Por arreglarse mal o decir tonterías o meterse a monjas o envejecer prematuramente o no estar en el lugar y el momento indicados no pudieron cruzar como una exhalación para atormentar al genio que las necesitaba ni tampoco convertir en genio al adolescente que iba camino de la mediocridad. El castigo consiste en contemplar las obras maestras que hubieran sido engendradas por su causa, el contemplar tantos seres plácidos que jamás llegaron a genios por falta del acicate de la desesperación, única prueba de pasión verdadera.
Él va a los velorios pero nunca ve al homenajeado para poder recordarlo viviente, él va a las reuniones pero nunca levanta la mirada para poder recordar a sus amadas como eran cuando él las adoró y no como lámpara extinguida.
Dónde
te fuiste que no estás en tu presencia.
Noche propicia Amor. Sólo en la noche el Deseo crece se agiganta y duele hasta más allá del nombre de lo expresable. En la oscuridad cumplimos los designios del lado oculto de todo.
Por
qué Amor cambia y es en algún momento homérico, luego platónico, después
tántrico, a poco divino, las más de las veces profano, ahora trovadoresco, más pronto que nunca iluminista,
para después romántico o natural o existencialista o postmoderno o edénico: como
la mujer, sólo en el cambio existe.
Para quererse a sí mismo hay que tener una capacidad de engaño superior a la del más mentiroso de los seductores.
Por qué entre la multitud de los seres sólo uno suscita Amor.
Nuevo Amor borra los anteriores; último desengaño revive todos los previos.
Amor trabaja para Muerte, Muerte para Amor trabaja.
Dichosa edad y siglos dichosos aquellos en que las fatigas de suscitar amor eran encomendadas a profesionales de la seducción, las Celestinas. Lo que no conquistan talentos belleza y hazañas lo consigue la cháchara de una vieja desdentada; sólo se conoce el secreto de Amor cuando ya no se puede suscitarlo.
“Si yo hablo con lenguas de hombres o de ángeles, pero no tengo amor, soy como metal que resuena o címbalo que tañe. Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera fe para mover montañas, pero no tengo amor, soy nada” (Corintios,13). Si yo tengo amor, no necesito lenguas, ni don de profecía ni fe para mover montañas. Amor es la única pasión que se basta a sí misma.
“El placer es efímero, la posición ridícula; y los gastos absurdos”, gruñe Philip Dormer Stanhope, cuarto conde de Chesterfield. Insuperable la fuerza que tantos obstáculos vence.
Por irrefutable que sea el argumento, no basta para que el indiferente se enamore.
Por duro que sea el rechazo, no hay enamorado que quiera dejar de estarlo.
Decía Stendhal que cubrimos de perfecciones imaginarias la imagen de la deseada hasta amarla. Todo lo que en ella amamos es invención nuestra, salvo conseguir que nos ame.
Amor vence todo, salvo las trivialidades.
Amor restituye ilusoriamente la incondicionalidad mutua entre madre y niño; es el único resto de niñez que nos queda.
Mirar la multitud de quienes fueron amados es convenir en que los estándares son muy bajos o la capacidad de ilusionarse muy grande.
O los retratistas eran muy malos o casi todas las amadas ideales de otros tiempos eran espantapájaros, como lo parecerán las nuestras para las generaciones venideras.
Arte, repertorio de coartadas con las que Amor se manifiesta.
Al fin resulta que todo lo demás era falso. También Amor, que con engaño multiplica sus víctimas.
La única forma de salir de Amor es otro nuevo.
Nace Amor para la eternidad y muere sólo por hastío, que también parece eterno.
Pude quizá esforzarme más para lograr aquél amor, pude intentar muchas cosas, pero es inútil: cada esfuerzo aleja más de su meta al Amor no deseado.
Salvo en Amor, siempre se acepta el sustituto.
Amor a la amada lo es a la eternidad, de la cual es ella el instrumento más efímero.
Toda trama incorpora el amor y la muerte, porque el uno es el desviado instrumento de la vida para vencer la Parca.
Una cadena de amor nos une con la primera célula viviente.
A cuántas amé y no supieron, cuántas quizá me amaron y no supe.
Pasión que no reconoce distancias de rango, religión, raza o riqueza, Amor es el gran demócrata o el mayor demagogo.
Un instante de Amor hubo en cada cruz sembrada, el necesario para sembrar otra cruz.
Llega Amor, renace el mundo.
No creo en el Amor sino en la amada.
Más obras que años, más amores que obras, dice el epitafio. La tierra que lo cubre late.
TEXTO/FOTOS: LUIS BRITTO