sábado, 13 de septiembre de 2014

¿CÓMO SOMOS?


Lugar
¿Nos unen a los venezolanos  una cultura, una identidad, un modo de ser nacional? ¿Nos separan diferencias insalvables? ¿Condicionan las regiones nuestra manera de ser? ¿Se debilitan las culturas regionales o locales? ¿Cuánto favorecen las comunicaciones  la propagación de contenidos culturales de una región a otra? ¿Cuál es nuestra movilidad geográfica? ¿Cuáles las diferencias entre cultura urbana y la rural? ¿Conservan los inmigrantes o sus descendientes  rasgos culturales del país de origen? ¿Qué afinidad o disonancia de los habitantes de nuestras regiones fronterizas con sus vecinos?

Sociedad
¿Somos extrovertidos? ¿Somos gregarios? ¿Solidarios? ¿Igualitarios? ¿Preferimos el disfrute colectivo al  privado? ¿Cuál es nuestro grado de movilidad social? ¿Cuáles las diferencias culturales entre nuestras clases? ¿Mostramos discriminación o  racismo hacia la procedencia clasista, regional o nacional? ¿Perduran el sexismo y el machismo?
¿Sigue el rol subordinado a la mujer? ¿En cuál medida, según  estratos,  clases sociales, regiones? ¿Aumenta o disminuye la violencia intrafamiliar?

Economía
¿Valoramos al trabajo como principal medio para obtener recompensas y progreso?
¿Confiamos en la suerte, el envite y el azar? ¿Hasta qué punto nos penetra la ideología del consumismo, por estratos, por clases, por regiones? ¿Cuáles son nuestras  creencias,  valores,  motivaciones y prácticas con respecto al trabajo, al ahorro, al gasto, al crédito?
¿Somos exageradamente pródigos o generosos? ¿Nos motiva más la autorrealización, la sociabilidad o el poder? ¿Somos capaces de mantener proyectos a largo plazo? ¿Consideramos al petróleo  maldición o bendición?

Política
¿Creemos en la Patria, la Nación, el Estado? ¿Y en la autoridad? ¿Qué esperamos de los gobernantes? ¿Por qué los elegimos? ¿Preferimos  personalismo a legalismo?
¿Confíamos en las instituciones? ¿Conocemos nuestros derechos? ¿Y nuestros deberes?
¿Cómo interpretamos democracia, república, soberanía, legalidad, responsabilidad administrativa?

Seguridad
¿Vivimos una cultura de la violencia? ¿Cuál es la percepción de  inseguridad,  por estratos, por clases, por regiones? ¿Sabemos que la tasa de “percepción” de homicidios medida por el INE es casi el doble de la tasa real y verdadera de homicidios? ¿Cuáles  son las actitudes hacia los cuerpos del orden público? ¿Con qué países podríamos tener guerra? ¿Creemos en una agresión imperial? ¿Sabemos cómo enfrentarla?

Integración
¿Cómo percibimos a los vecinos latinoamericanos  próximos, a los lejanos? ¿Nos consideramos similares o diferentes a ellos? ¿Cuáles son nuestras creencias y actitudes con respecto a las migraciones? ¿Percibimos a nuestra patria como superior o inferior a otras,  y en qué? ¿Qué posición asignamos a Venezuela en la comunidad internacional?
¿Valoramos más lo propio o lo foráneo?

Cultura
¿Respetamos la tradición? ¿Amamos el cambio? ¿Los  medios de comunicación determinan nuestras creencias, conductas, modos de ser? ¿Valoramos la cultura, la ciencia, la educación? ¿Promueve nuestra educación el sentimiento de nacionalidad?
¿Imparte conocimientos, habilidades, destrezas adecuados a las necesidades reales del país? ¿Subsiste el analfabetismo funcional? ¿Tenemos un gran sentido del humor?
¿Persisten nuestras creencias populares? ¿Cuánto han crecido religiones distintas de la católica? ¿Cuáles son los índices reales de creencia y los de práctica del culto? ¿La creencia supone subordinación hacia las jerarquías eclesiásticas? ¿Qué  bienes culturales preferimos? ¿Cuántos consumimos por estratos, por clases, por regiones?  ¿Considera el venezolano nuestra cultura como original, o pensamos que debe imitar a otras?
¿Cuál es el índice de consumo de bienes culturales  importados de los países vecinos, de Estados Unidos, de Europa, de otras regiones? ¿Qué opiniones abrigamos sobre nosotros como individuos, como pueblo, como sujeto de transformaciones sociales?
¿Cómo nos definimos los venezolanos?
  
(TEXTO/FOTO:LUIS BRITTO)

CONSULTE TAMBIÉN:

http://luisbrittogarcia.blogspot.com 


DESCARGUE LOS LIBROS DE LUIS BRITTO EN INTERNET:
Rajatabla: www.monteavila.gob.ve

Dictadura Mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve
La invasión paramilitar: Operación Daktari: www.minci.gob.ve
El Imperio Contracultural: del Rock a la Postmodernidad:
El pensamiento del Libertador: Economía y Sociedad:



PRESENTACIÓN DE TIERRA DE GRACIA


EL SÁBADO 13 DE SEPTIEMBRE

FUE PRESENTADA TIERRA DE GRACIA

DIBUJO ANIMADO DE LUIS BRITTO GARCÍA

EN LA INAUGURACIÓN DEL FESTIVAL DE CINE DE CARACAS 

EN LA PLAZA DIEGO IBARRA


viernes, 12 de septiembre de 2014

LA ORGÍA IMAGINARIA/EL JARDÍN DEL VIEJO DE LA MONTAÑA


¡Oh Paraíso!
Omar Khayam: Rubayyat.
En el nombre del Único, que sabe todos los pensamientos, quiero contarte mi historia. Hijo de camelleros, camellero yo mismo, pensé que la vida y el desierto se alargaban demasiado antes de su fin, y di en creer en los senderos cortos. Cerca de Balk oí hablar a uno de los discípulos del Viejo. De creerle, el Viejo podía acortar extraordinariamente los viajes, y, lo que es más importante, asegurar el retorno. Lo juró por su lengua, que pronunciaba esas palabras. Al día siguiente, ese discípulo mató por la espalda al Kadi, y esa lengua fue arrancada antes de la preceptuada decapitación y el desmembramiento. Su último sonido fue de alabanza. Al caer en el suelo, la lengua señaló una dirección. Me pareció un augurio. Decidí seguirlo. El rumbo me condujo hacia Nisapur, donde la lengua de otro asesino, hecha una bola de gusanos, no pudo indicarme dirección alguna. Seguí el rumbo que emprendieron los cuervos. Pues el álgebra exasperante de los cuadrados mágicos, que con su línea de unión tejen los caminos invisibles que engendran estrellas, me habían enseñado que quien busca, encontrará en todas direcciones. Pues toda dirección contiene cualquier otra. Al fin, el desierto me encontró. Vagué por una planicie de lenguas de piedra. Al pasar entre ellas, el viento silbaba una interminable loa. El alba incendió aquellas llamas de piedra en  lenguas de un fuego inmóvil. El dolor de la quemadura en la planta de los pies me hacía seguir adelante en el día; en la noche, el dolor de la quemadura del frío. 

Cuando los merodeadores me encontraron, apenas tuve aliento para contarles que trataba de llegar al fin de un viaje ya muy largo. Me llevaron a rastras, por desfiladeros, hasta hendeduras donde filtraba una humedad de saliva. Me atiborraron de pasteles viscosos y de un brebaje melifluo. Me hicieron oler vapores aromáticos de un pebetero. Sentí que mi cuerpo se hinchaba, como una torpe lengua. De una oscuridad rugosa, pasé a una oscuridad tachonada de astros perfectos, que nacían de su propio fulgor, como una fiebre. Mi cabeza engendraba volutas concéntricas que asaeteaban el parpadeante estrellerío. Hubo entonces música y supe que de ella salían las estrellas. Jóvenes inmaculadas me abrevaron en ríos de miel y leche. Los ríos eran tan mansos como los luceros. Me arañé la frente contra plantas hechas de pedrerías. La reposé en muslos húmedos como manantiales. Pregunté dónde estaba. Me contestaron que en el final del camino. En el Paraíso tendría por siempre leche, y por siempre miel, y por siembre la música que generaba estrellas en órdenes cada vez más complejos y más delicados. No había guijarro que no fuera gema, ni gota que no fuera dulce. Lloré. Ya no sentía el dolor de mis plantas laceradas. Anduve de un sitio a otro de aquellos dédalos anegados de ríos dulces, pero sus pasillos parecían repetirse con la misma cadencia de los cuadrados mágicos y de la música que engendraba las estrellas. Cuando estaba a punto de ahogarme en los tazones almibarados, una mano dulce me alzaba la cabeza y me daba una teta también meliflua. Yo era ya un arroyo. Licuándome, acostado, mascaba flores que las muchachas maceraban en sus bocas perfectas y me ofrecían en sus labios. En uno de los pasillos estaba Hassan Ibn Sabah, El Viejo. Su túnica era harapienta, y contemplaba. Ahora sé que dicen de él que invita a tragar un veneno violento, que miente a sus intoxicados que una embriaguez entre muchachas dóciles es el Paraíso, que les ofrece que, si cumplen sus órdenes, los puede hacer regresar a él para mantenerlos por siempre entre los arroyos empalagosos. En verdad, no me dijo nada. Mientras él callaba, pensé que ayunando estrictamente haría imposible la ingestión del tóxico, que atormentando mi mente sobre la combinatoria de los cuadradros mágicos hasta perforar las más intrincada trabazón de las estrellas geométricas, podría encontrar la salida de la cueva dulzona y terminar el viaje —como todos los demás, supe que volver a la aridez de las lenguas de piedra, apurar una cascada de días, temblar por el fin de ellos a la vez deseándolo por descanso de tantas heridas en las plantas de los pies, clavarte un cuchillo en el pecho a ti que me escuchas, de modo de ser atormentado y deslenguado, es el único final del viaje, que consiste en el desprecio del fuego del Infierno, pero también de la miel del Paraíso.
(TEXTO/FOTOS: LUIS BRITTO).