REVOLUCIONARIO
En una entrevista dijo que la abundancia de recursos en Venezuela podría suavizar algunas confrontaciones: realizar expropiaciones pagadas generosamente en lugar de confiscaciones, crear directamente empresas de propiedad social que sean fuentes de trabajo y de bienes de consumo para las grandes mayorías, promover la agricultura y la ganadería para alcanzar la seguridad alimentaria, intensificar las disponibilidades educativas y culturales para formar al pueblo en los valores del socialismo. Por qué eso no se ha hecho.
-Sí se ha hecho en parte. Se ha vuelto al dominio público industrias básicas como el hierro y el aluminio, o estratégicas como la distribución de electricidad y la telefónica o la distribución de alimentos. En todos los casos se han pagado indemnizaciones más que generosas. En educación se venció el analfabetismo, se gasta cerca del 9% del Producto Interno Bruto y se ha logrado que uno de cada tres venezolanos esté estudiando. Todavía no se ha conseguido la soberanía alimentaria, y se debería trabajar intensamente en ello, pues si no producimos lo que consumimos somos demasiado vulnerables.
Se refirió a lo que un día le manifestó Eduardo Galeano: que en todas partes el socialismo surge a partir de la extrema destrucción y la miseria, y que en Venezuela se podría construir un socialismo de lujo. Pero, ¿Sobre qué realidad trabaja el socialismo en Venezuela?
-Sobre una realidad contradictoria: una gran riqueza en recursos naturales, y una gran pobreza social. En una década la pobreza se ha reducido de un 50% a un 30%; es un esfuerzo notable, pero debe ser superado.
¿Una de las críticas que hace a las universidades del país es que están graduando excelentes gerentes, pero no líderes?
-Al gerente lo hace la educación, al líder las capacidades innatas y el desafío del medio. La universidad gradúa al gerente, al líder lo gradúa la vida.
¿Venezuela necesita líderes con alto nivel educativo, pero con una mayor conciencia del país y del mundo en que vivimos?
-Indudablemente. No se puede conducir a nadie sin tener idea de dónde se va.
Los jóvenes se mueven entre la apatía y las ganas de participar de una sociedad que no siempre abre espacios. Ellos, críticos, buscan pasar del reclamo a la propuesta, reclaman no ser excluidos de los debates. ¿O no?
-Creo que se está haciendo un verdadero esfuerzo para abrir el debate. Los jóvenes opositores tienen para debatir los medios privados, en un 98% opuestos al proceso bolivariano. Pero noto que en varias oportunidades, cuando se ha abierto un espacio de debate público, los jóvenes que se dicen opositores se han negado a ir o han ido sólo a leer un papel redactado por una agencia de publicidad.
“Todos creemos en el país, lo que no se sabe es si a esta altura el país cree en nosotros", es una frase inolvidable de la también inolvidable Mafalda, ¿qué le agregaría usted?
-Quien no cree en Mafalda es Quino, por eso no la dibuja más.
Cristina Fernández de Kirchner sostiene que para ser buena política no se tiene que disfrazar de pobre, ¿es eso lo que ha hecho la militancia del PSUV o los políticos venezolanos en general?
-Muchos líderes históricos han exagerado la dificultad de sus orígenes. Páez aceptó que se dijera que fue humilde niño becerrero, cuando en realidad era hijo de ricos hacendados e instruido; Betancourt repitió que había nacido en cuna pobre, cuando su padre era el hombre más rico de Guatire. Algunos militantes del PSUV se formaron en circunstancias muy difíciles y otros no; lo importante es la actitud que se adopte ante la vida.
¿Su rebeldía aflora sólo en el escritor?
-Dejé el ejercicio del Derecho porque no soportaba que en los tribunales no se moviera nada sin sobornar a un escribiente. Milité en organizaciones radicales mientras estuvieron ilegalizadas. Me detuvieron transitoriamente por formar parte de un Comité de Derechos Humanos. Me han vetado repetidas veces en editoriales y medios de comunicación, y esos vetos han durado años. He sostenido campañas contra leyes inconstitucionales, como la que permitía privatizar las aguas, e introducido demandas judiciales contra los “Tratados contra la doble tributación” y contra la entrega de la soberanía de jurisdicción de Venezuela a árbitros extranjeros.
¿Es rebelde, pero no porque se lo propone, sino porque cada cosa que escribe mueve pisos?
-No me propongo ser rebelde, defiendo lo que creo que es correcto, y si a alguien eso le parece rebeldía, pues defienda lo que él considere correcto.
¿Nunca estuvo en la secta de los hippies caminantes?
-Simpaticé mucho con las contraculturas y sus expresiones estéticas, pero al mismo tiempo advertí que estaban siendo comercializadas, y escribí un libro sobre eso: El Imperio Contracultural, del Rock a la Postmodernidad.
¿Lo suyo con la revolución bolivariana fue amor a primera vista?
-Al día siguiente de la rebelión del 4 de febrero de 1992 mi primer artículo fue para explicar por qué el pueblo no había salido a las calles a defender la “democracia populista”. Pero es que yo era socialista desde muchacho.
¿Primero muerto que aceptar que la derecha regrese al poder?
-Primero vivo, para seguir luchando por la solidaridad entre los seres humanos.
Manuel Caballero escribió: “Ya no somos el país bienvenido del oro negro. Somos un país de exiliados forzosos, instalados en la añoranza de una Venezuela que no volverá y que nos dejó botados a las puertas de la historia, con nuestra rabia como única arma para derrotar a los mediocres que nos sellan el pasaporte a la salida”. Usted, qué le hubiera respondido a su colega.
-Se equivoca al añorar esa Venezuela del analfabetismo, con más de la mitad de la población en la pobreza, y en la que se iba a privatizar la industria petrolera, la Educación, la Salud y la Seguridad Social, pero tiene razón al decir que esa Venezuela no volverá.
¿El último exabrupto del presidente Chávez fue extraditar a Joaquín Pérez Becerra a Colombia para complacer a su homólogo colombiano?
-Pérez Becerra es un ciudadano sueco, y no veo cómo se pueda extraditarlo a Colombia para responder de acusaciones políticas fundadas en una computadora mágica que como se sabe es un fraude. Nuestras leyes no permiten la extradición por motivos políticos. He firmado solicitudes contra la entrega de Pérez Becerra a un gobierno que como es sabido acumula graves y numerosas violaciones de los Derechos Humanos.
ESCRITOR
Tiene fama de “escritor rebelde”, quién se la dio.
-Supongo que los lectores.
¿Cumple la misión real encomendada, ser conciencia crítica de una época. SE lo pregunto porque hay escritores de izquierda que escriben obras insufribles, pocas y malas, y que además recorren los pasillos del dominio, como única forma de ser reconocidos por algunos y de obtener el dinero para no morirse de hambre, mientras culpan al mundo de su mediocridad humana y literaria; también hay escritores que han preferido quedarse con sus primerísimos libros y repetirlos hasta el cansacio, y dar egocéntricas lecturas en los salones de fundaciones…
-Sería presuntuoso que me considerara conciencia crítica de una época. Ya tengo bastante con criticarme a mí mismo. Trabajé siempre como abogado o profesor para mantenerme como escritor libre de compromisos. Yo soy mi propia fundación.
¿Porque es uno de los intelectuales de izquierda más comprometidos con la causa popular desde toda su vida, es que apoya el proceso de la revolución bolivariana?
-Me hice nihilista como a los trece años, y marxista a los dieciocho, y he seguido siéndolo incluso en épocas cuando el marxismo era impopular, aunque nunca dejó de ser verdadero. Apoyo la revolución bolivariana porque detuvo la subasta del país.
¿Es tan conservador que siempre estuvo claro que para escribir algo que valga la pena no hace falta más que papel y lápiz. Ni máquinas, ni programas, ni computadoras?
-Hasta hoy escribo casi toda mi narrativa a mano, en unas hojitas que luego voy ordenando en carpetas. Pero sin la computadora me hubiera sido difícil completar mi obra ensayística, que requiere compaginar citas, textos, bases de datos. Sería demasiado papel.
DIBUJANTE E ILUSTRADOR
¿Entre el dibujo y la ilustración?
-La ilustración refiere a un texto de otro, el dibujo es su propio texto. Soy un dibujante que usa palabras.
Qué grado estudiaba cuando hizo su primer dibujo. Qué título le puso.
-Antes de entrar a la escuela ya dibujaba, y me propuse no aprender a leer porque era más fácil dibujar. El primer dibujo que recuerdo era el de un carro de papá. Cuando tenía cinco años de edad pusieron un dibujo mío de portada de la revista Onza, Tigre y León del Ministerio de Educación. Era un indígena remando en una canoa en el mar.
Abstracto, comic, anime, garabato, mecánico, qué le gustaba dibujar.
-Me fascinó mucho el cómic, y de hecho algunos de mis textos hacen referencia a su técnica. Mientras estudiaba, me gané la vida haciendo dibujos para revistas humorísticas, algunas bastante subversivas.
Acuarela, carbón y tiza, pluma, en negativo, qué técnica prefería usar.
-Plumilla y tinta china, hasta que conseguí una tinta india muy cómoda que se podía usar en estilográfica, y que después desapareció del mercado.
¿Recibió influencias de algún dibujante famoso?
-Mis únicos modelos eran los cómics. Allí me envenené con el Flash Gordon de Alex Raymond, el Príncipe Valiente de Harold Foster y The Spirit, de Will Eisner.
Qué lo atrajo de la ilustración.
-Dibujar algo era poseerlo. Uno podía recordar y reproducir todas sus partes cuando quisiera.
Qué ilustrador famoso lo inspiró.
-El Bosco inspiró algunos de mis tejidos narrativos, no mi dibujo.
Uno de los aportes más populares de Andy Warhol fue su declaración sobre los 15 minutos de fama que cualquier persona puede conseguir. ¿Usted lo logró como dibujante e ilustrador?
-No, nunca pude formarme académicamente, hice fundamentalmente un dibujo de combate, puede que haya resultado feliz algún garabato y siento que no he desarrollado a plenitud esa facultad.
Para sus admiradores, Mafalda es el ícono del pensamiento disconforme de América Latina. ¿La disconformidad de Luis Britto García hacia donde va?
-Ante todo estoy disconforme conmigo mismo, ya eso me tiene bastante ocupado.
DRAMATURGO Y GUIONISTA CINEMATOGRAFICO
Qué le impidió ser actor de teatro.
-Nunca me dio por la actuación. Incidentalmente, interpreté a un personaje en Imagen de Caracas, de Jacobo Borges, y a otro en una cinta de César Cortés para la que escribí el guión, y que nunca se concluyó.
¿Nunca se sintió atraído por interpretar a un galán de telenovela o de película?
-No, la actuación es un martirio en la cual hay que repetir mil veces la misma frase o el mismo gesto para que el director elija una toma.
Cuál película se ha aproximado mejor a Simón Bolívar.
-Me es difícil juzgar, porque sólo vi una mexicana, muy mala, y otra de Betty Kaplan, no muy lograda. En verdad es muy difícil interpretar o plasmar al Libertador.
¿Cree, como Alfonso Molina, crítico de cine, que el cine venezolano debería desenmascarar las trampas del academicismo tradicional y reaccionario, sumergirse en las aguas de los procesos históricos más que de los héroes?
-Sí, aunque hay que redefinir lo heroico. Nietzche decía que el acto que requería más valor era el de pedir limosna. Pensemos en el apasionado coraje de Humberto D, el viejo profesor a quien no pagan su pensión, y que parado en una esquina lucha por extender la mano en una ciudad donde todos lo conocen.
¿Qué tan atractivos son los héroes para el público venezolano?
-El héroe es quien realiza la transgresión que todos anhelan. Los héroes son atractivos para todos los públicos porque se atreven. Incluso los héroes de Kafka se atreven a no atreverse.
Ha dicho que no ve la televisión venezolana “porque no es apta para el consumo humano” y que depende de un aparato de televisión por suscripción. ¿No será que prefiere ver otros productos, colirio para los ojos, y no encadenarse a los Aló Presidente de Chávez?
-Justamente, esa televisión por suscripción es la que no es apta para consumo humano, porque estropea todos los programas con publicidad por inserción prohibida en la Ley Resorte. Después de casi un año sin verla, me resuscribí porque a mi urbanización sólo llegan Canal 8 y Vive y Telesur por ese medio, y necesitaba estar al tanto de la actualidad.
¿Cree, a pie juntillas, que la revolución bolivariana resucitó lo nacional popular?
-Ha hecho un intento. Antes de 1998 estaba prohibido mencionar lo venezolano. Hoy se aborda el tema de manera constante, para bien o para mal.
¿La Ley Resorte sirve de algo?
-Para justificar el sueldo de los funcionarios de Conatel que no la hacen cumplir.
¿Qué le falta a Telesur para ser un verdadero canal de televisión internacional?
-Que pueda verse a través de señal abierta en varios países. Lamentablemente, sólo se la puede ver entrando en algún sistema de suscripción, en el cual uno paga por ver publicidad no solicitada.
¿Por qué no tiene un programa en VTV?
-Hace año y medio que Román Chalbaud y yo presentamos el guión de una película sobre Cipriano Castro a las autoridades cinematográficas, y todavía no nos han contestado. No quiero ni pensar cuánto tardarían en contestar la propuesta de un programa cultural.
¿Hoy en día, se está haciendo buen teatro en el país?
-Sí. Hace meses vi La mujer rota, con una magnífica actriz ecuatoriana, una pieza impactante, fundada en el gesto y en la creación de movimientos y de formas. Hay muchos experimentos interesantes.
¿Qué título le pondría a un monólogo escrito por usted?
-He escrito decenas y decenas de monólogos breves tanto en mis textos literarios como en los teatrales. Algunos no tienen títulos, otros sí, como “Rubén” o “Yo no lo ví normal”. Ha rodado mucho por el mundo uno llamado “Guaicaipuro Cuautemoc cobra la Deuda a Europa”.
¿Cree que el rating ha contribuido a la decadencia de las telenovelas venezolanas?
-Hubo magníficas telenovelas, como Natalia de 8 a 9, o Gómez, que tuvieron cifras topes de rating. Lo que ha degradado a las telenovelas es que pretendan decidir sobre ellas “gerentes de dramáticos” que no saben escribirlas, actuarlas ni dirigirlas.
¿No está interesado en que una de sus obras sea llevada a la televisión?
-De hecho, junto con el guión para la película Zamora, Tierra y Hombres Libres, escribí un libreto de televisión para cinco episodios sobre el mismo tema, que fue filmado conjuntamente con la película y que no tengo idea de por qué no se ha exhibido. Permitiría que cualquiera de mis obras fuera televisada, siempre y cuando yo pudiera escribir el libreto, y tuviera plenas potestades para mandar al que intentara plagiarlo a que escribiera su propio guión.
¿Vive TV, ANTV, TVes, han reivindicado a la televisión?
-VIVE TV ha introducido una temática del documental popular y de la animación para niños que es muy vivificante. TVES trata de hacer lo posible, pero hasta donde sé con muy pocos recursos. AVILA TV inventó un lenguaje agresivo, desmitificador, travieso. Sin embargo, en algunas de ellas se han colado los peores rasgos de la televisión comercial: la interrupción por la interrupción, el generador de caracteres a toda potencia escupiendo sobre la pantalla letreros e imágenes que interrumpen y estorban; la diarrea de logos, títulos y recuadros que impiden ver la programación. La idea de que cualquier imbécil puede estropear el programa de otro insertándole imágenes que no tienen nada que ver con él. Así ejecutaron el golpe contra Chávez, y cada día ejecutan un golpe ininterrumpido contra el televidente.
¿En su opinión, los males que sufre la televisión venezolana son incurables? ¿Para ella no hay medicina?
-Bastaría que algún director de planta o gerente de producción comprendiera que el televidente es un ser humano y lo respetara como tal.
EXPLORADOR SUBMARINO
¿Qué edad tenía cuando decidió ser explorador submarino. ¿Acaso quería emular a Jacques Cousteau y proteger la vida oceánica?
-A los doce o trece años me conseguí una máscara de buceo rudimentaria para bucear en Higuerote. Más bien quería seguir al capitán Nemo, de Julio Verne, para ver los paisajes que Dios no había hecho para los ojos de los hombres.
Aunque sigue siendo un mundo sin descubrir, que pudo conocer de los abismos del mar.
-Los laberintos de coral de Bajo Grande en Morrocoy, los tiburones martillo de las Galápagos, las nubes de peces de colores del Mar Rojo. Y las cuevas líquidas de los cenotes de Yucatán, bajo la selva maya.
Cuántas leguas de viaje submarino, cuál es su récord de profundidad.
-Habré estado unas trescientas horas bajo el agua. Nunca busqué récords de profundidad, a partir de los treinta y cinco metros el abismo empieza a llamar y es mejor devolverse.
¿La aventura le viene de casta o es el único de la familia Britto García que ha tenido sus escarceos con el fondo marino?
-Nadie en mi familia ha tenido que ver con el mar.
¿Qué tesoro perdido le hubiera gustado encontrar?
-Pues encontré uno que me intrigó toda la vida. Estuve en una expedición que redescubrió los restos de los quince navíos de la flota del almirante D´Estrées, que naufragaron en Isla de Aves en 1688. Allí reencontré varias pilastras de cañones y anclas gigantescas. Ese naufragio es uno de los episodios de mi novela Pirata.
Jacques Cousteau dijo que probablemente se ha hecho más daño a la Tierra en el siglo XX, que en toda la historia anterior de la humanidad ¿Cuáles daños ejemplificaría usted?
-Tiene toda la razón. Empecé a bucear de muchacho con escafandra en Tacoa, y había una fauna espléndida y cerebros de Neptuno gigantescos. Años después encontré todo arruinado. Igual depredación he encontrado en Morrocoy. El cambio climático nos avisa que algo anda muy mal.
Debe haber constatado que la vida es como un viaje por mar: hay días de calma y días de borrasca, ¿ha sabido ser un buen capitán del barco?
-No me he hundido más de tres veces.
Dice que “su barco” se ha hundido tres veces, qué lo salvó de morir ahogado ¿acaso su fe en Dios o la confianza en sus facultades como experto nadador?
-No se ha creado el mar capaz de ahogarme.
¿En sus años mozos no quiso disfrutar una aventura a lo Robinson Crusoe, y cual náufrago criollo vivir en una remota isla tropical?
-Yo era una especie de náufrago de fin de semana, vivía como Robinson unos días y pensaba como él todo el tiempo.
Qué isla, habitada por piratas femeninas, hubiera escogido.
-Según las últimas investigaciones, hubo entre doscientas y trescientas mujeres piratas, de manera que cualquier isla agradable del Caribe pudo ser habitada por filibusteras.
¿Hoy, cuando las fábulas están de moda y más si vienen del reino de Walt Disney, no envidia a Johnny Deep por “vivir” las aventuras y desventuras del Capitán Jack Sparrow?
-La vida de los piratas reales fue más interesante que todas las boberías que ha inventado Hollywood, y de hecho, he navegado por casi todos los parajes de los piratas en balandros como los suyos, y sin necesidad de matar a nadie.
PLACERES
Un placer gastronómico:
-El níspero.
Un placer táctil:
-Piel femenina.
Un placer olfativo:
-Piel femenina.
Un placer auditivo:
-El silencio.
Un placer visual:
-Laberintos de coral.
Un placer deportivo:
-No hacer deporte.
Un placer capitalista:
-Hojear los avisos de todas las cosas que uno no desea ni necesita.
Un placer socialista:
-Esquivar balas en las manifestaciones.
Un placer comunista:
-Ver la inmensa obra que cumplieron los sistemas comunistas en el siglo XX, y cómo nos salvaron del nazismo.
Un placer estético:
-Las imágenes de los calidoscopios.
Un placer intelectual:
-Reescribir lo escrito para ver si no queda tan malo.
Un placer lúdico:
-Adivinar qué se escribirá mañana.
Un placer curioso:
-Imaginarse la vida de una muchacha que pasa por la calle, adivinar quién es, en qué piensa, qué siente.
Un placer urbano:
-Esquivar las motocicletas.
Un placer revolucionario:
-Que cuando todo parecía perdido comience una insurrección.
PINGPONG
Narrador, ensayista, dramaturgo, dibujante, explorador submarino, autor de más de 60 títulos ¿tanta versatilidad no le ha hecho perder la brújula?
-Nunca tuve.
¿Entre el budismo y la paz?
-Es lo mismo.
¿La justicia requiere poder, inteligencia y voluntad, y se asemeja al águila?
-Porque requiere visión, y estar por encima.
¿En su juventud, las chicas lo consideraban un arrastrapasiones?
-Nunca he sabido lo que piensan las chicas de mí; seguro que mal.
¿Era celoso, pero no tenía tiempo para hacer de espía?
-Nunca he tenido tiempo ni siquiera para ser celoso.
¿Hoy saldría con atractivas jóvenes para gritar a los cuatro vientos que la edad es sólo un número?
-Saldría, sin necesidad de excusas.
Aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida, ¿eso es lo que ha hecho?
-La vida sólo sirve para desaprovecharla gastándola en el amor, en el ocio, en lo imaginario.
¿Le da escalofrío ser un recuerdo olvidado?
-Nacemos para el olvido. Es perder el tiempo vivir para ser recordado.
¿Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días, como decía Honoré de Balzac?
-Hasta ser oportuno e ingenioso queda mal si se hace todos los días.
“Si lo puedes soñar, lo puedes hacer”, dijo Walt Disney. ¿Cuál gran sueño hizo realidad?
-Escribir como quiero y vivir como me da la gana.
¿Un sueño erótico?
-Todas las noches.
¿Una pesadilla?
-Hay que cumplir unos trámites que luego hay que volver a cumplir y cumplir una vez más de nuevo.
¿El secreto de su felicidad?
-No vivo para complacer a los demás.
¿Qué lo hace libertino y divino?
-Soy libertino porque no puedo ser otra cosa. Sólo puede hacernos divinos una mujer que lo sea.
¿Una fantasía?
-Poder vivir todas las vidas posibles a través de mis relatos.
¿A los 70 años tiene el rostro que se merece?
-Tengo el único que tengo.
Escribe en varios periódicos, qué opinión tiene de Las Verdades de Miguel.
-Provocativo y a veces desbordado, pero los lectores saben distinguir.