"En 1948 se creó la OEA, que ha servido para legitimar intervenciones y ataques en contra de la democracia y con ello la Carta Democrática (Interamericana) se ha convertido en un instrumento de los Estados Unidos para legitimar la intervención y la ruptura del orden constitucional", explicó el historiador.
Citó casos como el golpe de Estado contra el presidente de Guatemala, Jacobo Arbenz, en 1954, año en el que la OEA sesionó en Caracas y condenó a los regímenes "comunistas" para presionar a Arbenz, opuesto a los intereses de la United Fruit Company.
Recordó que la OEA jamás molestó a los Somoza en Nicaragua, pero sí intentó intervenir en Cuba, país expulsado de la organización en 1962, tres años después del triunfo de la Revolución Cubana.
"En el caso de Venezuela se trata de una intervencion prejuiciada evidentemente dirigida por Estado Unidos que declaró abiertamente su enemistad contra Venezuela cuando el gobierno de (Barack) Obama declaró a nuestro país como una amenaza 'inusual' contra la seguridad de Estados Unidos, acción que desde el punto de vista diplomático es totalmente improcedente", indicó.
Ante estas maniobras, Britto manifestó que deben activarse los mecanismos necesarios para defender la soberanía.
"Debemos mantener una poderosa actividad interna que permita la defensa de la soberanía y la paz. Así como los dirigentes de la oposición mantienen una agenda política y mediática internacional para denunciar que en Venezuela existe una ruptura el orden constitucional, que el pueblo atraviesa por una crisis de escasez de alimentos y medicinas, el gobierno debe defender la soberanía en el contexto externo e interno para disolver de manera definitiva a aquellos que pretenden devastar al país", dijo.
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