domingo, 25 de enero de 2009


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El autobús asciende entre áridas colinas con rocas despedazadas, que los agricultores acumulan en terrazas. Las casas están acribilladas de balas. En 2006 los israelíes invadieron el Líbano, bombardearon en Qana un edificio aniquilando a sus 27 ocupantes civiles, 17 de ellos niños, y huyeron ante la contraofensiva del Hezbolá. Apoyándose en un bastón, una enlutada anciana recorre las lápidas del mausoleo. Los retratos de los niños sonríen desde la eternidad. Seguimos hacia el Sur, hacia la Puerta de Fátima, hasta avistar la trocha de la frontera y las fortalezas de los israelíes en las alturas del Golan y los restos de un pueblo que los libaneses reconstruyen lentamente. Sopla un aire helado.

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