viernes, 28 de marzo de 2025

TRAZOS DE RESISTENCIA

 Luis Britto García



La imagen es el lenguaje universal. En las cuevas de Altamira, Lascaux y Chauvet nuestros antepasados no inscribieron letras, sino figuras de animales trazadas con vívido realismo. En cambio, las imágenes de los hombres y sus pertrechos de cacería son estilizadas con escuetas rayas, próximas al ideograma. Lo mismo ocurre en nuestros petroglifos.

La escritura y la caricatura nacen casi simultáneamente. Acaso los jeroglíficos asiáticos fueron en principio imágenes, que la estilización progresiva transfiguró en ideogramas, conceptos, trazos.

En el Libro del Éxodo, el texto original del Segundo Mandamiento prohíbe hacer esculturas e imágenes de cuanto habita los cielos, las aguas o la tierra (Ex.20.1-17). Pero quizá los constructores de la Torre de Babel debieron recurrir al dibujo  para entenderse de nuevo cuando la soberbia multiplicó e hizo mutuamente ininteligibles sus lenguajes. En el Islam, los números de los versículos del Corán son expresados como las figuras geométricas del arabesco que, multiplicadas, sugieren la estremecedora extensión del infinito. Donde las gramáticas siembran fronteras entre  lenguajes, nos reencontramos en las imágenes.

 

Se pudiera sostener que la caricatura es una escritura de la imagen, que expresa y acentúa gráficamente lo que ésta pareciera estar a punto de decir. Así la caricatura sin palabras deviene idioma universal, capaz de transmitir sin necesidad de traducción las ideas más complejas a todos los habitantes del planeta, y hacer vislumbrar por un instante la universal hermandad de lo viviente.

Así como la caricatura expresa el universo de las ideas, contagia el de las emociones. Nacida en la cuna de la alegría, toma partido en la batalla entre el horror y la humanidad. Es testimonio de ello la bellísima exposición en la Galería Nacional Trazos de Resistencia, donde artistas de diversas nacionalidades expresan la repulsión unánime del mundo ante el genocidio asumido como práctica cotidiana e impune.

Quienes desconfían de la unión de la imagen con la política deben recordar la Guernica de  Picasso,  cáustica denuncia contra el fascismo que, por ser desatendida, costó a la humanidad tantas víctimas y a la Historia tantas vergüenzas.

El lamento mueve multitudes.



Por la dinámica del amor o de la violencia, ciertas imágenes se han convertido en símbolos, y éstos en emblemas de lo deseable o de lo detestable. La gramática de la caricatura las combina y opone hasta crear poemas visuales que cabalgan sobre el mensaje de la emoción, que cuando es noble vale tanto como el de la razón.

Así vemos aletear en estos dibujos como una flor la paloma de la paz, promesa de que no habrá un nuevo diluvio cuando cese el aguacero del odio.

Contra ella se tiende la trampa de la alambrada, el abismo de la fosa, el muerto bosque de la reja, el cementerio de la institución imperial.

La imagen del niño, promesa y símbolo del porvenir, es consecutivamente perseguida, bombardeada, sacrificada. No se trata de una guerra, sino de un genocidio, advierte el rostro de una mujer, a la vez madre e hija, proyectada sobre la silueta infame de un proyectil.



Estas imágenes nos reiteran bellamente lo que conocemos:

Gaza es el dolor del mundo.

Gaza es el sufrimiento cercado por tierra, bloqueado por mar, sitiado por el aire.

Gaza es la agonía del pueblo cuya tierra es arrebatada por una conjura de imperios y usureros.

Gaza es la mezquindad del racismo, la furia de la discriminación, la soberbia del violento.

Gaza es el niño asesinado antes de la edad de comprender y el adulto muerto por haber comprendido.

Gaza es la indefensa humanidad atropellada por el militarismo con uñas nucleares.

Gaza es la libra de carne negociada en el tablero inmundo de la geopolítica y del saqueo de la energía fósil.

Gaza es la niña muerta y la anciana calcinada porque un político estimó que los cadáveres son  argumento electoral.

Gaza es el bofetón cotidiano que nos dan manos tintas en sangre inocente.

Gaza es nuestro futuro, el espejo donde debemos mirarnos todos los pueblos que suscitamos la codicia de los imperios.

Gaza es el género humano  en resistencia, y Gaza deben llamarse todos los nuevos poblados, los nuevos barrios, las nuevas escuelas, las niñas recién nacidas que confirman el triunfo de la vida.

Gaza es la Humanidad, y todos los humanos pedimos el cese del bloqueo y de la agresión  por el Estado sionista, el reconocimiento del derecho a existir en la propia patria soberana y elegir el propio destino, el derecho a vivir que sólo niegan los inhumanos no importa con cuál pretexto, el derecho a la felicidad sin la cual la vida no es más que vana empresa.

No se pierda esta prodigiosa exposición, presentada por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura y la Embajada de Irán, y abierta en la Galería de Arte Nacional hasta el martes 1 de abril de los corrientes.

Participan: IRAN: Saber Sheikh invitado de honor,  presente, y Hossein Niroumand. ARGENTINA: Cristóbal Rainoso. BRASIL: Marcio Leite, Casso.  COLOMBIA: Omar Turcios. CUBA: Dalton Giro. Alfredo Martirena Hernández. Ares. MÉXICO: Darío Castillejos. PERÚ: Karry. REPÚBLICA DOMINICANA: Jarul Ortega. Lex Franco. VENEZUELA: Iván Lira, Curador e invitado especial por Irán. Cáspitas, Edgar Vargas, El Tano,  Eliécer Canelón, Etten Carvallo, José Arnaldo Ayala, Rukleman Soto, Vicman. Colectivo Utopic*: PrideX, Aldo Cruces, Flavia Machado, D-Giro. Othman Ghalmi, Valentina Aguirre, Daniel Duque, Labtina, Pablito. PLA LIGA: América Rodríguez, Olfer Azzez, César Moquera, Kael Abello, Shenby. 

 


TEXTO: LUIS BRITTO
IMÁGENES: DALTON GIRO, IVÁN LIRA, ETTEN CARVALLO

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