domingo, 29 de diciembre de 2013

TODO EL AÑO HAY INOCENTES


1
Había una vez un principio de curso en la Facultad de Derecho y los estudiantes a quienes se avisó que recibirían clases en el aula 1 encontraron un letrero que los enviaba al aula 12, mientras  el curso del aula 12 leía un aviso  que lo dirigía a la inexistente aula 31. Los cursantes del Tercer Año B encontraron que compartían  la misma aula a la misma hora con los veteranos del Quinto Año A; y cuando Control de Estudios enviaba al Cuarto Año B al aula 9, ésta ya estaba ocupada por el Segundo A. En dimes y diretes se perdió el primer día de clases porque le pedían orientación a todo el mundo excepto a Otrova Gomás y a un servidor, que habíamos pegado los falsos letreros. No hay que creer lo que se lee en los medios. 
2
¿Por qué entonces las damas novatas que entraban al baño DAMAS encontraban artefactos para orinar de pie y los caballeros novicios que ingresaban al CABALLEROS eran expulsados por  chillidos de veteranas que ingresaban donde siempre sin mirar el letrero? ¿Fue culpa de quienes cambiamos los rótulos la confusión de géneros que pareció instalarse como señal de los tiempos?  El hábito no hace al monje, ni el letrero al varón.
3
En un primer día de clases es mucho el profesor que no viene, e injusto dejar sin sabiduría a los novicios. Entonces aparecía un docente malencarado de voz retumbante, que prohibía tomar apuntes, dictaba una bibliografía en inglés y alemán, advertía que haría exámenes cada dos días y que a él no le pasaba nadie. La comedia duraba hasta que el farsante no podía aguantar la risa, o llegaba el profesor de verdad. Nadie es quien parece ser, y quien es no parece.
4
En cuanto el profesor de verdad empezaba su perorata entrábamos Otrova Gomás o un servidor para administrar un test psicológico a los nuevos. Nada alivia más a un profesor que no dar una clase, de manera que nos entregaba el curso, y nosotros lo entregábamos a los horrores de cuatro páginas multigrafiadas con problemas insolubles y preguntas como “¿Es usted capaz de decir NO?”, seguidas de la sospechosa “¿O es más bien capaz de decir SÍ?” Cuando un profesor de Psicología nos preguntó quién mandaba a poner el test, inventamos que “el profesor Hartman”. Después supimos que sí existía un profesor Hartman, que todavía nos debe estar buscando. Nunca sabremos quienes somos, y mucho menos quien pretende saberlo.
5
El mismo año cayó una dictadura, tuvimos cuatro presidentes distintos y un golpe de Estado verdadero. A tono con los tiempos en un grabador portátil improvisamos varios pronunciamientos de Junta Cívico Militar y se los tocamos como emisiones de radio a  estudiantes a quienes Otrova Gomás les dio la cola en su cacharra hasta la UCV. Corrieron por la plaza del Rectorado gritando que había un alzamiento, y la alarma fue tal que suspendieron las clases. Golpe mediático sí tumba gobierno.
6
Por las anécdotas anteriores sabrá el lector de mi aversión al desorden. En Carnaval los novatos pretendieron mojar gente con baldes. Para restablecer la normalidad en esos casos hay que tomar una manguera de emergencia, conectarla a una toma a presión y barrerlos como a pingüinos en una marejada. Sólo le perdoné el chapuzón al doctor Rafael Caldera, quien gracias a ello gobernó dos ruinosos períodos presidenciales. Quien va a mojar a los demás puede salir enchumbado.
7
Otrova Gomás y un servidor publicábamos quincenalmente El Torturado, que sacaba números de Carnaval en Navidad, de Navidad en Semana Santa, y de Semana Santa cada vez que queríamos que los tolerantes socialcristianos trataran de lincharnos. Invitamos a una Fiesta de Aniversario en la Quinta Tirrenia del Valle Arriba, y desde lejos vimos la procesión de autos que frenaban ante una caseta de herramientas con el rotulo “Tirrenia”. 
8
Estas son dulces memorias de una época ingenua, cuando el engaño tenía carácter artesanal y se perpetraba por amor al arte. Desde entonces los medios de comunicación asumieron el monopolio del fraude, tuvimos durante medio siglo electorados votando por la destrucción del país, políticos comerciando el voto, banqueros huyendo con la mitad del circulante de la Nación, marginales votando por los oligarcas, empresas de maletín recibiendo decenas de miles de millones de dólares para importaciones ficticias, y hay inocentes todo el año.
(TEXTO/FOTO: LUIS BRITTO)

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martes, 24 de diciembre de 2013

INOCENTES


(Texto publicado el 28 de diciembre de 2003, pero que pudiera estar vigente)
                                                        1
Querido Ratoncito  bajo la almohada te dejo mi primer diente de leche espero para  mañana tener ya mi regalo.
                                                        2
Querido Niño Jesús  te pido la muñeca de lujo y su cuna no vayas a ser como el Ratoncito que no me trajo nada.
                                                        3
Santísimo perdóname por bañarme en Viernes Santo no me vayas a volver pescado.
                                                        4
Tranca bien los postigos para que  no entre la Sombra Desnuda que por las noches  soba  señoritas dormidas.
                                                        5
Ay no nunca me muero de la pena cómo vamos a hacer eso mi amor pero si tú me juras que después nos casamos así sí mi vida.
                                                        6
Vendamos todo para invertir en el Helicoide que va a ser la maravilla de las Américas.
                                                        7
No sé si votar en ese plebiscito que convoca  Pérez Jiménez, voto, no voto, voto, no voto,  mejor  voto.
                                                        8
Esta cadena que concede todos los deseos  va a dar la vuelta al mundo un señor de Panamá no la hizo y murió atropellado una señora del Perú la hizo y se sacó la lotería.
                                                        9
Yo decía que no volvía a votar en mi vida pero voté por este candidato que es distinto y habla  bien convincente.
                                                        10
Entonces yo le doy a usted trescientos mil bolívares y le prendo velones a  José Gregorio y rezo el rosario tres noches y a la cuarta  un ánima me descubre el entierro de morocotas.
                                                        11
Dicen que no vote porque acta mata voto pero quien quita que esta vez no sea distinto y mejor voto.
                                                        12
Al fin descubro la verdadera fe que es entregarte todo mi sueldo,  Gurú Maharajá Babú, para sentir el magnetismo astral que me libera de toda tristeza, toda  amargura.
                                                        13
Al ejemplar Puñalero  le apuesto  todo lo que tengo porque estoy bien dateado y esta vez sí es un tajo que no falla.
                                                        14
El tipo me dijo que él era de la PTJ  y me revisó hasta la cartera y me la devolvió  y después fue que vi que estaba finita sin  billetes.
                                                        15
Bienvenido a compartir el buen gusto, la selectividad y la perspicacia para los negocios de nuestra alta sociedad, su Alteza El Jeque.
                                                        16
Tranquilos y sin nervios exportemos dólares y dólares para enfriar la economía.
                                                        17
No te preocupes que el hueco fiscal lo tapamos  pidiendo prestado.
                                                        18
Que es verdad que desaparecen mil vehículos al mes que es verdad que vigilamos carreteras  alcabalas y  chiveras pero no podemos figurarnos cómo desaparecen.
                                                        19
Mira estas listas de exportadores de dólares que sacó Últimas Noticias. ¿Cómo adivinarían que venía el Viernes Negro?
                                                        20
Entonces usted me asegura que éste es el mejor refinanciamiento del mundo.
                                                        21
La banca me engañó.
                                                        22
Llamo al teléfono que sale en pantalla para pedir el champú de hongos que acaba milagrosamente  con la calvicie.
                                                        23
En todo el régimen de cambio preferencial de divisas el único corrupto fue el chino de Recadi.
                                                        24
Qué amable ayudarme con este cajero automático atascado, entonces vuelvo a marcar la clave y saco la tarjeta  y me busco otro cajero y lo dejo a usted para que haga su retiro.
                                                        25
Entonces yo le pago medio millón por mi parte de la pirámide y gano el derecho a venderle dos medios millones a dos nuevos socios de la pirámide.
                                                        26
Todos mis ahorros los coloco en este banco que ofrece el 90% porque tiene que estar muy bien para pagar tantos intereses.
                                                        27
Para beneficiar a los trabajadores Fedecámaras, la CTV y Rafael Caldera les quitamos las prestaciones sociales.
                                                        28
La mejor forma de atraer el turismo es tapar todas las ciudades y el paisaje con vallas publicitarias.
                                                        29
Yo de verdad no sé si voto por todos estos desconocidos pero bueno por algo los metieron en las listas mejor sí voto.
                                                        30
El juego es la industria más productiva de un país: este es un mensaje de la Comisión de Casinos.
                                                        31
Al poeta hay que seguirlo ayudando, al poeta hay que seguirlo becando, al poeta hay que seguirlo subsidiando, él no publica nada hace treinta años porque él  es muy exigente.
                                                        32
Yo le entregué la llave del carro a un señor que estaba frente al restaurante y con pinta como de cuidador y sólo me dio este papel que dice no respondemos por su vehículo
                                                        33
Tras treinta años de silencio en cargos burocráticos y diplomáticos y treinta días de despedido, mi insobornable conciencia me obliga a ejercer una feroz crítica del acontecer nacional.
                                                        34
Entonces usted me jura que estos cauchos no son inseguros, sino que  los rústicos se vuelcan porque tienen alto el centro de gravedad.
                                                        35
Y para que esta Constitución Bolivariana sea verdaderamente nacionalista aprobemos por unanimidad el artículo que dice que el capital extranjero tendrá las mismas ventajas que el capital nacional.
                                                        36
Entonces usted me garantiza que la fractura de la columna no fue culpa del rústico que se vuelca  sino  de los cauchos que revientan de repente.
                                                        37
Celebremos tratados contra la doble tributación  para que los extranjeros no paguen impuestos en Venezuela y los venezolanos paguemos doble: lo que debemos, y lo que ellos dejan de pagar.
                                                        38
Se investigará hasta las últimas consecuencias.
                                                        39
Y  usted me dice que brindemos porque el resort me sale prácticamente por nada y que firme todas esas letras y que brindemos y que firme aquí abajo y que brindemos  que después hablamos los detalles.
                                                        40
La salvación es privatizar PDVSA, la educación, la salud y el gobierno.
                                                        41
Que sigamos adelante al frente de la manifestación nos dice nuestro gran líder mientras él se queda atrás  dirigiéndolo todo con su celular que nos da tanta confianza de que no nos va a pasar nada.
                                                        42
En Venezuela no hubo golpe de Estado.
                                                        43
Yo los perdono, váyanse a sus casas y pórtense bien.
                                                        45
Ahora sí nos salvamos: cerremos los negocios durante los tres meses más productivos del año.
                                                        46
Abandonemos en masa la gerencia de la empresa porque sin nuestro genio jamás podrán ponerla en marcha.
                                                        47
El sacrificio debe ser compartido.
                                                        48
Bienaventurados los inocentes, porque caeremos  por tales.
(TEXTO/FOTO: LUIS BRITTO)
                                      

domingo, 22 de diciembre de 2013

BOLÍVAR EDUCADOR


1
¿Quién que haya recibido una educación digna de tal nombre puede no desear que todos disfruten del mismo don? Difícil concebir mejor formación que la que recibió el desdichado huérfano Simón José Antonio de la Santísima Trinidad. Ciertamente, más de un religioso ha de haberle impartido un catecismo a bofetones, y Andrés Bello debe haber atormentado sus primeros días con conjugaciones verbales y gerundios y gerundivos. Pero su verdadera educación comienza cuando, tras enrevesado pleito entre su tutor Carlos Palacios y su hermana María Antonia Bolívar, el párvulo es confiado al original pedagogo Simón Rodríguez, quien sostiene la escandalosa doctrina de que “todas las clases del Estado son acreedoras a la pública educación en las primeras letras”. Su programa educativo es riguroso y exigente: llevar al niño a excursiones por el monte, dejar que el contacto con la Naturaleza desarrolle el sexto sentido de la curiosidad, liberar al mozo para que aprenda por sí mismo.
2
A tal maestro, tal discípulo. Tras larga caminata por Francia e Italia, ambos llegan en 1805 al Monte Aventino de Roma, donde Simón José Antonio jura liberar su patria de la dominación española. La liberación no será sólo obra de las armas: la verdadera libertad es la del espíritu, que llega por el conocimiento. Como improvisado diplomático llega el joven Bolívar a Londres en 1810, para procurar el reconocimiento de la Independencia. En la casa de Francisco de Miranda asiste a una demostración que hace el pedagogo Joseph Lancaster de su método, que consiste en hacer que unos alumnos enseñen a otros. Bolívar queda impresionado. Quizá sea la manera de multiplicar la educación en una América casi sin maestros.
3
Bolívar no olvida que la batalla se libra en los espíritus. En cuanto logra darle un asidero  a las armas patriotas en Guayana, afirma   en 1819 en el Discurso de Angostura que “La educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una república; moral y luces son nuestras primeras necesidades”. También funda sus esperanzas en un Senado hereditario, enfatizando que  “Es un oficio para el cual se deben preparar los candidatos, y es un oficio que exige mucho saber, y los medios proporcionados para adquirir su instrucción”. Su propuesta no es incorporada en la Constitución. Quedan por librar muchas batallas.
4
Las dos décadas que siguen al juramento en Monte Sacro serán un torbellino de ofensivas y  hecatombes.   Antes de que la Independencia quede sellada en 1824 en Ayacucho, Bolívar goza de la inmensa alegría de saber que Simón Rodríguez está en América. El 19 enero de ese año le escribe desde Pativilca:  “Con qué avidez habrá seguido Ud. Mis pasos; estos pasos dirigidos muy anticipadamente por Vd. Mismo. Vd. Formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que Ud. Me señaló”. Esa senda lleva a la independencia de Bolivia. El Libertador en 1825  nombra a su maestro «director de Enseñanza Pública, Ciencias Físicas, Matemáticas  y de Artes y director general de Minas, Agricultura y Caminos Públicos de la República Boliviana». Nada más natural que asumir el compromiso. En Sociedades Americanas, Rodríguez escribe: “Es un deber de todo ciudadano instruido el contribuir con sus luces a fundar el Estado, como con su persona y bienes a sostenerlo. El autor de esta obra ha procurado reunir pensamientos a favor de la causa social. Muchos de estos pensamientos no serán suyos... los eruditos lo sabrán”.  El año siguiente Rodríguez funda Escuelas Talleres en Chuquisaca, pero es saboteado por las intrigas del clero y de las autoridades municipales, e incluso pierde el apoyo de  Antonio José de Sucre. El pedagogo  renuncia y emprende una larga errancia hasta su muerte en Amotape.
5
Bolívar mantiene el contacto con Lancaster, en cuanto puede lo hace viajar a América y financia sus escuelas. En marzo de 1824 le promete 20.000 pesos, del millón que le ha ofrecido el Perú. En junio  de ese  año, durante su larga conversación con el estadounidense  Hiram Paulding  en Huaraz, le manifiesta que “El pueblo de Colombia no se halla preparado todavía para ningún cambio en materia de religión. Los sacerdotes tienen una gran influencia con las gentes ignorantes. La libertad de religión debe ser consecuencia de las instituciones libres y de un sistema de educación general. Yo he hecho establecer el sistema lancasteriano en todo Colombia, y eso sólo hará a la generación venidera muy superior a la presente". Como vemos, instituciones libres y un sistema de educación general favorecería la libertad religiosa. Lancaster quizá aportaría el segundo elemento. Bolívar, dispuesto a favorecer el método de  Lancaster, el  31 de enero de 1825, encontrándose en Lima, expide un decreto en el cual califica al sistema del pedagogo como “el único método de promover pronta y eficazmente la enseñanza pública”, en virtud de lo cual dispone establecer en cada departamento del Perú una Escuela Normal que siga dicho sistema, y que cada provincia enviará a ella al menos seis niños “para que éstos dfundan después la enseñanza”.
6
No se queda en las palabras el Libertador. En carta suscrita el 16 de marzo de 1825 en Lima, manifiesta a  Joseph Lancaster su complacencia al enterarse de  "la determinación que ha tomado de permanecer entre nosotros con el laudable objeto de propagar y perfeccionar la enseñanza mutua que tanto bien ha hecho y hará a la cultura del espíritu humano”. Para llevar a la práctica el proyecto, le comunica además: "Ud. parece que ha menester de protección para realizar sus designios benéficos, por tanto, me adelanto a ofrecer a Ud. Veinte mil duros para que sean empleados en favor de la instrucción de los hijos de Caracas. Estos veinte mil duros serán entregados en Londres por los agentes del Perú”. El Libertador explica el origen de los fondos: "El gobierno del Perú ha sido muy generoso conmigo de mil modos, y poniendo además un millón de pesos a mis órdenes para el beneficio de los colombianos. La educación pública llamará mi preferencia en el reparto de este fondo. Por lo mismo no tengo el menor inconveniente en promover la mejora de los establecimientos de educación que Ud. dirige con su hermoso genio". Pero  Lancaster es enredador y prepotente; en Caracas se trenza en controversias con el cónsul inglés sir Robert Ker Porter, golpea a una dama que lo ha mojado durante el carnaval de 1827, y el educador es expulsado por mal educado.
7
El mismo año Bolívar, conjuntamente con José María Vargas, emprende la reforma universitaria, reformando el anacrónico reglamento de la Universidad de Caracas, para abrirla a las ciencias y a los alumnos con escasos medios. El fracaso de tantos proyectos luminosos no es  culpa de los pedagogos. Incluso Sucre y Bolívar, invencibles en las batallas, serán a la postre eliminados por las fuerzas conspirativas de la reacción, el divisionismo y la ignorancia.

(FOTO/TEXTO: LUIS BRITTO)

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sábado, 21 de diciembre de 2013

LA COLA


JUZGADO DÉCIMO DE INSTRUCCIÓN
En el día de hoy, catorce de noviembre, siendo las nueve y media de la mañana, compareció ante este Tribunal una persona que bajo juramento dijo llamar­se JULIO HERNÁN BAEZ, de veinticinco años de edad, soltero, de profesión vendedor ambulante, de este domicilio, quien dijo haber extraviado sus documentos de identidad. Impuesto de los hechos que se averiguan y  de generalidades de la Ley sobre testigos, expreso que no tenía impedimentos para declarar, y al respecto dijo : "Yo había estado esa tarde haciendo las diligen­cias importantes para la obtención del certificado im­prescindible y desde las dos hacía cola en el patio de la oficina, zona en donde tanto calor, tanto papel, tanta estampilla, tanto vuelva mañana formaban una casi sólida presencia que hacía que la hilera se desviara y que los más próximos solicitantes trataran de ignorarla com­prándole a los vendedores el café café el jugo de parchi­ta o releyendo el comprobante o tratando de adivinar qué había que poner en la casilla cuarta de la línea ter­cera o si era cierto que cada una de las aseveraciones re­queridas anulaba automáticamente las anteriores, o que lo escrito en unas planillas viajaba a veces  hacia .otras y así en millones de casos venía a producir­se un caos que obedecía a ciertas  leyes de ar­monía aplicables a otro orden de la vida. Entre los es­cribientes había escándalos, se revolvían libros con alar­ma, había documentos sobre terrenos que cambiaban de forma y cuyos linderos eran adyacentes a los de fundos no contiguos, otros que comprendían planos que figura­ban partes innominables del cuerpo humano, se temían litigios entre propietarios de inmuebles que se interpe­netraban y eran distintos a pesar de estar en el mismo sitio y en la misma época, se había intentado registrar títulos de propiedad sobre fluyentes franjas de vapor de agua, sobre las corrientes oceánicas, sobre el color de la ictericia, sobre el retardo en los expedientes, sobre el polvo que cayó en un informe extraviado du­rante la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados que tuvo lugar el veintidós de abril de mil novecientos trein­ta y ocho. Un perro amarillento iba de un extremo a otro de la fila, jadeando con rapidez cada vez mayor. Temí el momento en que la inspiración y la espiración se confundieran. En efecto, el perro se sentó, su aliento comenzó a cortarse, minutos después nos miraba con esos ojos expansivos de quien ya no está respirando. Desvié el rostro hacia otro lugar. Un calendario colgaba de la pared. El orden  de sus días estaba invertido. En la cola, dos puestos adelante, una señora sollozaba.  Tra­té de localizar  qué era lo que en particular me causaba molestias, y llegué a distinguir, a una cuarta del suelo, y cerca del zapato del solicitante anterior a mí,  una mosca  que se sostenía en el aire sin moverse del mismo sitio, como un colibrí. El zumbido era casi musical, aunque  a veces se dilataba en: un inexplicable silencio que me producía  modorra. En eso, comenzaron a co­rrer los segundos para el vencimiento del comprobante. Advertí que, interrumpida la continuidad de la serie de diligencias, el comprobante comenzaría a sufrir de un asma angustiosa e insoportable que se manifestaría por un doloroso enrollamiento de las puntas un acezar un sufrir que daría grima tenerlo en las manos como si fuera un trozo de cerebro recién extraído o un corazón tibio y no habría remedio no se calmaría ni siguiera pintándolo con tinta para sellos. En algún momento que recuerdo vagamente, la cola comenzó a moverse; terminé por verme frente a una taquilla en la cual sólo dis­tinguí una mano masculina que tomó mis documentos, los selló y me los devolvió. Noté que la mano tenía largas uñas pintadas de un violento rojo. Caminé hacia otra taquilla y esperé. El sello había sido estampado en tinta azul y consistía en un dibujo obsceno. Otra mano me hizo una señal, me aproximé, pagué el derecho, presenté la cédula, firmé la solicitud, entregué el comprobante, inutilicé la estampilla, y vi cómo la taquilla se cerraba, dejando dentro todos mis papeles. Esperé hasta que, tras la ventanilla, creí oir un cacareo. Trabajosamente, me alcé sobre el tabique y no vi a nadie. Un policía me informó que aquella taquilla jamás había funcionado. Entré a la Oficina de al lado. El sol caía sobre archivos vacíos; en algunas gavetas  habían quedado  encerradas rayas de claridad que se conservaban a pesar de que la iluminación había cambiado de di­rección; en el fondo de los cajones de latón, hebras de un amarillo casi transparente delataban los cadáveres de las luces de días anteriores. Durante mucho rato imaginé las noches de aquella habitación, con sus claros hilos torciéndose en las gavetas como peces en remotos acuarios. Sentí sed, encontré un caramelo en un escritorio desocupado, lamenté no haber leído los periódicos, me senté en un taburete giratorio, esperé. Corría un aire con olor a sal. Pero mi atención se dirigía hacia otro objeto. Algunas veces, al viajar, vamos observando las perspectivas anteriores a una cuesta, y a medida que ascen­demos, todo se transforma en una tristeza inerte, fría, como si el tiempo se fuera estirando, hasta que, finalmente, en la cima, todo se ilumina; es la perspectiva mental la que cambia; lo he observado, el cuerpo se alegra de la proximidad de su descanso... Quizá sólo cuando la mente ha llegado hasta la cima desde donde abarca mucho se aviene con alegría también a su descenso ¡Qué sé yo! ¡Qué de cuestas ignoradas aún por escalar dentro de nuestro espíritu, para sentir finalmente que nos descubren paisajes ocultos, sitios de cuya belleza no podemos evadirnos, encantados círculos en los cuales podremos quedarnos! Aquella habitación, por su misma falta de significado, me proponía un vasto sistema de las cosas, una frenética felicidad que podía es­tallar en cualquier momento y cuyo imperio detendría las grandes movilizaciones de los sucesos que se constituían alrededor de mi vida. En eso, una de las puertas chirrió, fue abriéndose lentamente, dejó ver otra oficina. El ocupante, un anciano con lentes montados al aire, estaba sentado en el suelo, con el dedo índice de la mano derecha en un tomacorriente, como señalando al otro mundo en un momento en que del otro mundo un doble suyo debía estar señalando hacia este. La mueca del rostro, el hervor del charco de orina que se había formado en el piso, me hicieron comprender que la electricidad lo había matado. En el escritorio, una caja de lápices de colores y una taza de café, volcada. Un zumbido me sobresaltó. La electricidad derretía los trabajos dentales. Goterones de metal caían sobre la pe­chera del viejo. Me fui, cerrando la puerta cuidadosa­mente. En la oficina contigua, un personal de oficinistas con máquinas de calcular contaba el número  de agujeros existentes en toda la dependencia, en la ciudad, en el país, en el mundo. Salí a un borroso crepúsculo que se convirtió en madrugada mientras yo doblaba esquinas y repartía mis pasos por rincones en donde ha­bía ecos en plena decrepitud o moribundos, u otros ya difuntos, que sólo eran un esponjoso silencio. Cuando la redada me detuvo, ya yo estaba fuera del alcance de toda voz humana. Es todo cuanto tengo que declarar". Fue interrogado así: 1) ¿Diga el sentido de la disposición de las epífitas en los cables del alumbrado? Con­testó: "Escalinatas en las cuales entre escalón y escalón existen a su vez escalinatas en las cuales entre escalón y escalón existen a su vez escalinatas". 2) ¿Diga en qué forma los viejos cortes de casimir, las corbatas mancha­das? Contestó: "Recipientes para almacenar la mayor cantidad posible de Norte y cambiarla por una cantidad equivalente de Sur". 3) ¿Cuántas clases de sombra posibles entre dos cuerpos adyacentes iluminados desde un mismo punto? Contestó: "Dar vueltas durante  la eternidad dentro de un foso de concreto, alrededor de un cubo también de concreto, con la sospecha de que dentro de este cubo intentan volar golondrinas que chocan con las paredes oscuras". 4) ¿En qué lugar los concursos de personas que representan figuras diversas por ejemplo abanicos por ejemplo raquetas por ejemplo bastones, sirviéndose de metros plegadizos? Contestó: "Colocado el pulgar y el meñique cruzados y el medio y el anular yuxtapuestos, se produce la sombra chinesca de una .corbeta con mascaron de proa navegando con los foques recogidos y las culebrinas disparando una andanada de balas encadenadas contra una fragata con el trinquete y el palo mayor seccionados, incendiadas las velas de mesana, seriamente lesionado el ballestrinque y con el capitán herido que da órdenes a las gaviotas a los delfines a las cotorras a los albatros a las focas a los bacalaos al viento a la estrella Polar a los grados medidos con el octante a la invadiente omnipresente espuma". 5) ¿Hacia cuál dirección los pasos los chirridos de los grillos que se oyen durante el sueño? Contestó: "Un tiburón es impredecible. Desde los más reputadamente antropófagos hasta los universalmen­te despreciados por inofensivos pueden tener reacciones que contradigan todas las experiencias anteriores. Así puedes ver cómo a la luz pulsante que descien­de de las olas uno de ellos se pasea con lentitud y sus músculos forman alternativa y perezosamente bultos bajo la piel que es un negro papel de lija y las hende­duras branquiales se agitan pesadamente y sabes que ese tal está perdido en un nimbo de borrachera de mur­mullo de aguas y que no hará caso de ti, similarmente, altos y contra la luz más bien fantasmas debido a la pa­lidez del vientre de goma que contrasta con el lomo de piedra, dos más que pueden estar limitados en esa ronda de la indecisión de la que sólo movimientos espasmódicos, el olor de la sangre de de un pez o un brillo inusitado los sacarán y los moverán a ir cerrando la espi­ral momento en que un avance hacia ellos, gritar bajo el agua o golpear en el hocico pueden o no disuadirlos ya que detenerlos únicamente las puntas explosivas da las que nunca se dispone o el injustamente elogiado sulfato cúprico que parece no ser efectivo y crear sólo confusión y falsas seguridades y finalmente debe ser notada la posibilidad de la llamada embestida lineal conocidamente la más mortífera en donde el animal parece perder su lento cortejo de órganos y aletas por cuanto colocado de frente es sólo un óvalo que se ensancha en un triángulo de categórico plomo que crece como un sueño y la brutalidad y la certeza de ese avance puede hacerte olvidar que es hacia ti que se dirige". 6) ¿Diga si participa de las teorías de la hipóstasis sobre la unión de las dos naturalezas? Contestó: "Una explicación de la estructura de los mundos que a la vez confirma y vence las aporías de Zenón de Elea. Un infinito de mun­dos paralelos y perfectamente inmóviles, que sólo difie­ren en que en éste una gota de sangre está al borde de mis dedos, en aquél, forma una pequeña esfera quieta a algunos milímetros de distancia de ellos, en el otro, un óvalo un tanto más lejano, y así en aproximaciones mi­nuciosas hasta la pequeña estrella radiante en el suelo. La consideración sucesiva por el espectador de estos pa­noramas en sí inmutables es lo que crea la ilusión del desprendimiento, caída y salpicadura, y, por ende, del movimiento en general. Confirmación científica, los des­cerebrados pueden viajar dentro de uno de estos mun­dos petrificados, considerados minuciosamente en todos sus detalles que, a más de inmóviles, no tienen término, ver suspendidas en el aire flechas que no avanzan ni han avanzado ni avanzarán en ninguna de las eternida­des previsibles".
Terminó, se leyó y conformes firman
EL TESTIGO                                EL JUEZ
Julio Hernán Báez                                 Ptolomeo Linares
EL SECRETARIO
Reinaldo Ferrán

De la novela VELA DE ARMAS
(TEXTO/FOTO: LUIS BRITTO)


domingo, 15 de diciembre de 2013

DIEZ MANDAMIENTOS PARA LA COMUNICACIÓN REVOLUCIONARIA


1.-Revolución es innovación: un medio revolucionario innova en el fondo y en la forma. Ejemplo: El cine soviético, el muralismo mexicano, la trova cubana.

2.-La comunicación revolucionaria es el sistema educativo de toda la sociedad. Ejemplo: Así como el aparato de comunicación privada sostiene el capitalismo promoviendo falsedades, vicios, codicia, consumismo, globalización y superstición, el revolucionario promoverá el socialismo transmitiendo conocimiento, valores, solidaridad, productividad, identidad  y ciencia.

3.-No repetiremos en los medios revolucionarios calumnias y mentiras de la derecha. Ejemplo: Al comentar este precepto no mencionamos ninguna de las falsedades de la oposición.

4.-No prestaremos relieve ni resonancia a figuras insignificantes  polemizando con ellas ni mencionándolas en forma saturativa. Ejemplo: En el boxeo el campeón pelea con el contendor, y no con el second. La propaganda de Colacola no dice: “No beba Sevenseven”, sino “Beba Colacola”. Algunas publicaciones culturales son Panteón de Dientes Rotos de las Reputaciones Consagradas y las Nulidades Engreidas de la derecha.  Eduardo Galeano me sostiene que los compañeros cubanos han convertido a una anodina disidente en figura mundial a fuerza de mencionarla en sus bloqueados medios.

5.-Un sistema de comunicación revolucionaria debe ser fuente continua de datos concretos, objetivos, oportunos y actualizados sobre la realidad. Ejemplo: Cuatro días después de las elecciones del 8 de diciembre todavía la página web del CNE no incluye el segundo boletín, si es que lo hubo, ni totalizaciones a nivel nacional. Un año después del arranque de la Guerra Económica, todavía no sabemos el nombre de empresas y empresarios que obtuvieron 60.000 millones de dólares preferenciales para importaciones que nunca realizaron. Cuatro años después de 2009 todavía no tenemos cifras reales del verdadero número de homicidios en Venezuela, sino una absurda encuesta de Percepción de Inseguridad la cual “percibe” que ese año ¡21.132 homicidios produjeron 19.113 víctimas! Inconcebible disparate gracias al cual nos “perciben” como el segundo país más inseguro del mundo.

6.-No copiaremos los peores rasgos de los medios de comunicación de la ultraderecha: Ejemplo: La interrupción repetida, la cuña machacona y sin imaginación, el aumento de volumen del audio  al pasar propaganda, el autosabotaje de llenar la pantalla de logos, letreros, cintillos, ventanas y ventanillas que impiden saber qué se está transmitiendo, la interrupción de la interrupción de la interrupción. No se puede transmitir un mensaje distinto del de los medios comerciales utilizando sus mismos códigos.

7.-No dejaremos que la programación sea saboteada por una competencia de figurones pugnando por aparecer asomados en medio de los programas de mayor audiencia. Ejemplos: Sobran.

8.-No imitaremos a la derecha en la creencia de que la figuración mediática sustituye al trabajo político. Ejemplos: Sobran.

9.-Comunicación revolucionaria debe ser sinónimo de excelencia. Ejemplo: La izquierda dispone de la más deslumbrante mayoría de poetas, narradores, dramaturgos, guionistas, actores,  cineastas, directores, documentalistas, músicos, ensayistas, pintores, muralistas, humoristas, escultores, arquitectos y analistas críticos del país ¿Por qué no utilizarlos?

10. -Usaremos a plenitud los medios de que disponemos. Ejemplo: El pueblo desprovisto de medios improvisó en minutos una red de noticias verbales y de celulares que hizo fracasar en horas el golpe de Estado del 2002. El sistema de medios públicos debe articular en semanas una estrecha cooperación y colaboración con el de medios alternativos y comunitarios. El bolivarianismo podría usar los satélites de que dispone para articular en meses una red nacional, latinoamericana, mundial de contenidos progresistas. 

(FOTO/TEXTO: LUIS BRITTO)

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sábado, 14 de diciembre de 2013

ELSOSPECHOSO



JUZGADO DÉCIMO DE INSTRUCCIÓN
En el día de hoy, quince de noviembre, siendo las diez y media de esta mañana, compareció ante este Tribunal una persona que bajo juramento dijo llamarse PAULO ALFONSO LARES, de treinta y dos años de edad, soltero, de profesión sospechoso, sin domicilio fijo y que declaró no poseer documentos de identidad. Impuesto de los hechos que se averiguan y de las generalidades de la Ley en lo referente a testigos, afirmó no tener impedimento para declarar y al respecto dijo: "Ante ustedes me presento y lo niego todo, sólo pasa que existen sutilidades de la vida que acrecientan a un hombre y lo van confirmando en lo que él antes era. Mamá, antes de morir, me aseguró: ay hijo, se vive de cualquier cosa, pero siempre se vive, y yo me quedé tan asombrado de pensar esta verdad, sí, tantas gentes par­ticulares en el mundo y cómo de una u otra manera to­dos viven. Después de considerada la dificultad se en­tiende, y se adivina cómo eso quizá no le corresponde a uno, cómo en el ir siendo de las otras personas hay quizá tantos misterios tantos pensares tantos acuerdos que no son de uno y cómo puede un hombre quedarse fuera pero totalmente fuera y entonces, en estado de peligro, vagar de uno a otro sitio de una a otra cosa hasta dar, sin esperarlo ya más, con su destino. Yo, con­tando para la vida en aquel entonces con calzones es­trechos, zapatos de goma, un paltó de distinto color de los pantalones y franela entonces gris antes amarilla, di en el hábito de presentarme en los lugares en aquella mi forma de venir a buscar algo que se me debía sin atreverme a decir qué. Al final, he atribuido a un ins­tinto lo que no era quizá más que asiduidad. Imposible merodear vistosamente cerca de diversas tiendas, mirar insistentemente hacia ellas, sin que a la larga en alguna acaezca un robo, estalle un incendio, ocurra una muerte violenta, que inevitablemente sería asociada con cierta muy sempiterna franela gris antes amarilla con ciertos espumosos zapatos ya rotos y desde luego vendrá el viaje a la jefatura el nombre y apellidos la cédula la libreta del servicio militar certificados cómo es eso de que nunca tuvo papeles prontuario fotogra­fías antecedentes, dedo pulgar derecho en esta almoha­dilla dedo pulgar izquierdo en la casilla. Desdoroso enigma: entonces, yo que lo niego todo y no hay forma de atribuirme algo, pero tampoco hay forma de no atribuirme nada, por qué no, por ejemplo, un papel secundario en el espantoso crimen de la checa, por qué no encontrar en mí, por ejemplo, el misterioso tercer hombre que vestido de casimir ayudaba los infalibles golpes de la Reina del Paquete Chileno, por qué no re­conocer en mí la persona que fingió sufrir un ataque para causar un revuelo mientras los de la organización clandestina se robaban una radiopatrulla o instalaban una máquina infernal debajo de los aviones de la mi­sión militar norteamericana. Entonces, cuestión de sutil psicología, demudar suavemente las facciones, hacer es­ta o aquella mueca para ser igual a todos los retratos hablados, sea el del audaz cieguito ladrón de cepillos, sea el del temible Mago de los Talleres transformadores de carros robados, sea el de la increíble Doña Toña, travestí activador de una red de burdeles que no pagan protección a la policía y en donde a través del engaño las drogas la promesa de viajes y concursos de belleza o simplemente un billete o una bragueta abierta tantas jóvenes son desviadas de la senda de la virtud. Entonces, en este vivir, ir adquiriendo las grandes penetraciones de la experiencia sobre las sopas hechas con sebo y el grado hasta el cual los cocineros pueden salar un arroz frío para disimular el mal olor y el momento en que sí, definitivamente es mejor comerse el picadillo podrido porque entonces con la intoxicación llevan a la enfermería del retén y allí dan leche o hay algún preso influyente al que le mandan vian­das de afuera y que regala una que otra sobra de pollo una que otra ensalada del día anterior pero luego lo sueltan o uno se cura y otra vez los frijoles con piedrecitas el pan que hay que dejar en remojo, después los tribunales que a los tantos años no encuentran indicios y a uno lo sueltan y el hambre entonces y la ne­cesidad de volver a recorrer los sitios propicios. Las sa­lidas del béisbol donde siempre alguien grita mi carte­ra mi cartera, los velorios en donde uno entra para be­berse el chocolate y se pierde un reloj, las iglesias en donde uno se mete a ver cómo bautizan y bautizan hasta  que el cura grita ¡Sacrilegio se llevaron el cepillo! También es bueno frecuentar las plazas los auditorios las escuelas o colegios de monjitas y ser luego descrito como el extraño personaje que esperaba con interés las  horas de salida o el individuo de aspecto peligroso que  fue visto en las cercanías, las siempre cercanas cercanías que abarcan los confines de las más diversas calles de los más intrincados parques de los más colmenosos barrios perdidos. Erróneamente acusado de falsificar billetes de lotería, fui acertando cada vez más la con­firmación de mi vida al encontrarme con Eusebio El Refiloso o El Mamamú, como le decían los ves­pertinos hacía años cuando los jueces todavía de cuando en cuando lo soltaban. Vuelco del corazón que sentí  al notar sus desnudas encías al notar sus arrugas al no­tar su ojo  único al oir que me decía como reconociéndome, como adivinándome dentro de mis soledades arrebujadas de lo callado: en esto de las sospechas lo que jode son los cambios, los azares, las grandes revoluciones de la vida que acontecen cuando a uno le dan la condicional y hay que procurar otra vez la entrada: un sospechoso .debe serlo siempre y en los lugares todos. Así aprendí cómo podrían ocurrir agravamientos si parecía que estaba metido uno en el contrabando de seconal que le hacía competencia al del sargento, cómo se complicaban y se demoraban los expedientes si era de pensar que la cucharilla afilada con la cual Rabo e Gallo mató a traición a Pepa e Guama fue pasada por uno de celda a celda con una cabuyita,. cómo se acumulaban los autos si resultaba extraño que uno atra­jera la atención de los guardias imitando a Agustín Lara precisamente mientras los de la Banda Los Espueléricos cavaban el sensacional túnel que iba a dar al estacionamiento. Así, también aprendí otro filón que era hablar con los presos políticos mientras estaban esperando juicio o campo de concentración o que los desapare­cieran, había muchos cursos de historiapatria, dialéctica  y teoría de las funciones y con tanto profesor  vivíamos en un asombro, un día cuando subíamos y bajábamos escaleras en los tribunales y había esposados por aquí y por acá, meterme en la cantantina del Belachau belachau los que subían y belachau belachau y los del sótano belachau chau chau chau, haciendo ritmo con los candados en las muñecas, mientras los  policías decían cállense carajos o anotaban nom­bres o daban coñazos, aquello me valió la suma de las mortificaciones y desde entonces yo era candidato mu­cho al incomunique o al Tanquecito o al Tigrito o a que me metieran en la celda de Los Chachosos, donde bueno pues. Así, en estas revelaciones de los asuntos supe que varios presos habían matado a Eusebio, que los policías separaron a los políticos o terminaron de desaparecerlos, y yo me fui de más en más reshalando en el enteramente ser yo de mis propias cosas y en el aparentemente tener que ver con las siembras de marihuana descubiertas en el patio o con las lecciones de la Escue­la del Crimen que daban en la planta baja. Di poco a poco en saber que los sospechosos tampoco tienen patria en esta cuchillosa frontera de ser las carce­laciones extremas de lo reprobado, que su vida es no tener almohada en la certeza de tranquilo sueño, na­tural y claro que la forma de que a uno no le hicieran cosas como lamentablemente y tan a menudo le ocurre a los nuevos que les bajan los calzones, es que también al ver a uno de filosa nariz flaca cara los demás presos digan cuidado, este sapea, este firifa, este sopla, es capaz de decirle algo a los guardias y nos jode. Enton­ces, amarga ingratitud de la vida, los papelitos que di­cen APReParATE JUdáS oue haI CUchillo Hamolao, o las coplas que dicen en este santo lugar compañero mucho guillo hay un sapo camuflao questá jediondo a jabillo. Impertenencias del ya no poder seguir viviendo allí me hicieron no huir cuando en el patio reventó la pelea que se veía a las claras que era preparada, im­pertenencias del ya no tener ganas para esquivar cuando el empujón que era para disimular mientras me clavaban el chuzo en los riñones, impertenencias del cumplir el resto de la condena en la enfermería, impertenencias de soltarme, amarillo ,de vendas, al mundo lleno de las otras gentes con sus cosas que tengo el orgullo de que nunca serán mías, impertenencias del ya no poder entrar en las cárceles donde hay chuzos y papelitos HA La Cejunda Ba la VEnciDA, noche y día mugriento huyendo de las más comprome­tedoras circunstancias, rompiendo hacia las más ham­brosas soledades, escabullendo las peleas de botiquín las manifestaciones de estudiantes las ventas extraordi­narias de las tiendas sitios todos donde la policía lo encuentra a uno y ya está, últimamente, esta noche final durmiendo junto a unos cajones que ha sido tam­hién la noche del dejar de intentar, la noche del ceder a la última amarga derivación y honor de mi destino, la noche del oír tiros y no huir, la noche del ver llegar los camiones.de la redada y no huir, la noche del saber que registrarían rancho por rancho y basurero por ba­surero y no huir, el madrugón de esperar y es­tarme quieto hasta que el policía con la voz mortal de chuzos papelitos entierro me dijera en efecto me dijo en efecto me dice: ‘está preso carajo’. Es todo cuanto tengo que decir". 

Seguidamente fue interrogado así: 1) ¿Diga cómo es cierto que ha participado usted en un centenar de acciones armadas? Contestó: "La liber­tad de palabra la libertad de prensa la libertad de reunión la libertad de asociación la libertad de mani­festación la libertad de trasladarse la libertad de cul­tos la libertad de ejercer oficios lícitos la libertad de hacer lo que no esté prohibido por la ley la libertad de no estar obligado a inculparse la libertad" 2) ¿,Diga si es cierto que dirige usted vastas redes, ejérci­tos secretos involucrados en planes para dejar en calzoncillos los militares norteamericanos, pintar cosas in­famantes en las paredes y en los retratos del ciudadano Presidente, inquietar al servicio doméstico, desmontar  oficinas y monumentos públicos y erigirlos en sitios desconocidos, predicar doctrinas sorprendentes, meter cotillón  en las gavctas de los  cancilleres, tirar asaltos con armas de tiro rápido, emborronar la contabilidad   de los inversionistas, decirle puto al poeta gobiernista Ju­an Cochano, soltar murciélagos en las procesiones des­mantelar puentes, confundir los telegramas, robarse ce­lebridades, devolverlas adornadas con  lacitos, dejar ataúdes cerca de las sedes de los cuerpos policiales, dis­frazarse de militares para recibir los envíos de armas hechos por poderosos vecinos, publicar revistas sin cen­sura, asaltar camiones de carne para hacer repartos gra­tuitos, reclamar garantías, volar oleoductos, pasar vidrios de propaganda luego de ocupar las cabinas de proyección de los cines, divulgar especies intranquilizadoras, ocupar radios, estaciones de ambiente musical y televiso­ras, proteger huelgas, sediciones y motines, construir ba­rricadas y constituirse como organizaciones sin ser de­bidamente aprobadas por las autoridades? Contestó: "La picana en las bolas la peinilla en el hígado la patada en el coco el trallazo en la espalda la manopla en el vientre el tortol en la boca la tenaza en el güevo el pun­zón en los brazos la manguera en las piernas el cau­terio en el culo la poceta en la cara el tornillo en las sienes la astilla en las uñas el cigarro en los ojos el pla­nazo en las nalgas la tijera en la lengua el alambre en el cuello". 3) ¿Diga usted en qué forma planeó y eje­cutó el robo de los buques el robo de los aeroplanos el robo de los trenes el robo de los submarinos el robo de los tanques el embanderamiento con colores extraños la sonorización con proclamas? Contestó: "El Tigrito El Tanquecito El Baulito La Tumbita el campo de Taca­rigua el campo de Tocuyito el campo de Cachipo el campo de La Pica el campo de la Isla del Burro el cuartel San Carlos la Cárcel Modelo la colonia de El Dorado la Cárcel de Maracaibo la Cárcel de San Cris­tóbal la Cárcel de Trujillo la Cárcel de Barcelona la Cárcel de Barquisimeto la Cárcel de Los Teques la Cárcel de Carúpano la Cárcel de Ciudad Bolívar la Cár­cel de Coro la Cárcel de Cumaná la Cárcel 4) ¿Diga la premeditación diga la agravante diga la atenuante diga la eximente diga la alevosía diga el en­sañamiento diga la complicidad diga la coautoría diga el concurso diga la concausalidad diga la reincidencia? Contestó: "Esta cárcel, que ha aprendido tanto de los amarradores de perros que ven que en cuanto amarran al animal éste se pone furioso suelta espumarajos y deja de creer en Dios es decir en el hombre, pues bueno, en esta cárcel primero te encierran en un cuarto y en cuanto se te ocurre caminar al cabo rato te en­cuentras con una u otra pared (lo que va siendo cada vez más molesto a medida que el surtido de pa­redes se agota y se van repitiendo). Se puede optar por dar saltos, costumbre que se abandona al golpear mo­nótonamente con un techo algunos centímetros por en­cima del cogote. Una mañana, la pierna izquierda apa­rece, no dormida, sino inmóvil, las sesiones de desentu­mecimiento mediante saltos al cabo de pocas horas ce­san, no tanto por su inutilidad sino por inmovilidad de la otra pierna, después de lo cual la posibilidad de movimientos se restringe pero el número de estos cre­ce. Cuando se te paraliza la lengua comprendes que se trata de algún tipo de bozal, un bozal para todo el cuerpo, y que la progresividad de la acción del mismo tiende directamente a hacer más insoportable su efecto. Tu furia de bozaleado deberá reducirse sucesivamente, por tanto, a dar puñetazos contra el piso, luego a retorcer el meñique, luego a hacer  muecas, luego a un parpadeo monótono que también cesará. Entonces, una rendija de tiempo por la cual tu mente te dice: para no perecer en su furia, el bozaleado debe convencerse de que el bozal no traba los movimientos porque éstos no existen, porque el movimiento es una fantasía anómala y revulsiva. Caer de las filosofías de la inmovilidad como copos de nieve hasta que se suspenden en el aire y se petrifican y la existencia de cada uno de ellos es un hálito de parálisis que enferma el corazón del tiempo el cual, cansado, cede, y qué bien se está en este universo en donde el mismo  estar casi no significa nada porque no representa ningún cambio en la inmutabilidad de este devenir donde cada saliva es fósil resina y cada resina cuarzo y la idea misma de un movimiento horrenda como una tarántula en el brazo, parálisis que cura al universo de su pecado original, el cambio. Ahora sólo hay que temer en este mundo que pueda alguna vez moverse algo, una gota en una cañería, la antena de un  insecto, la sombra de una hoja, cosas todas que incidirían sobre ti como un manoplazo. Y entonces, contra tu voluntad, dedos manos pies brazos piernas cuello torso saltan, el calabozo gira sobre sí mismo y cambia dé colores y formas, la zaranda de las cosas te circunda como un huracán, el bozal ha sido invertido". 5) ¿Diga cómo es cierto que planificó y dirigió las fugas sea a tiro limpio sea con sogas de nylon sea con boquetes sea subterráneos sea con disfraces de guardia de señorita o de cura sea con rostros distintos sea con pa­peles falsos sea por  los techos sea por las cloacas sea en maletas de carro sea en tambores de acero sea en urnas de doble fondo sea bajo los ropajes  del santo de palo de la capilla sea por los aires sea por la tierra sea por las aguas? Contestó: "Falleció del corazón se ahorcó con las medias se tiró por la ventana se mató con un clavo se ahogó en el excusado opuso resistencia  al arresto murió de indigestión la patrulla lo atropelló por accidente sus mismos compañeros lo rasparon se empeñó en beberse el querosén no atendió la voz de alto se desconoce el paradero". 6) ¿Diga los proyectos diga la lista de efectivos diga los órdenes de batalla diga la hora y fecha del inicio del plan fijado? Con­testó: "El chuzo en los riñones la enfermería sin plas­ma las suturas infectadas las gavetas de la cava, mi boca que no se abrió para pactar con nadie, sonriendo visitada por los pájaros del formol, de la rigidez, de  los cristales de hielo" , Terminó, se leyó y conformes firman:
      .EL TESTIGO                                               EL JUEZ
Paulo Alfonso Lares                                           Ptolomeo Linares
EL SECRETARIO

Reinaldo Ferrán

TEXTO/FOTOS: LUIS BRITTO GARCÍA