Luis Britto García
SÍSTOLE: HAPPY
La vida trata del amor, por eso
muy pocas novelas se ocupan de otra cosa. El obsesivo tema de las ficciones de Miguel Ángel
Pérez Pirela es el desamor, que es lo mismo aunque no se escribe igual. Sólo
comprendemos lo que la pasión significa cuando la nuestra no es
compartida. Cada historia de amor se define por la fuerza que intenta aniquilarlo.
Leer narrativas sentimentales es internarnos en nuestro calvario.
La intelección ha sido inútil para descifrar
el enigma de esa fijación obsesiva. Los más astutos filósofos lo eluden. En
cuanto el mal nos ataca, sabemos que están equivocados. No queremos silogismos: la queremos a
ella. Amo, luego existo.
Amor es idolatría referida a un
sujeto único. Nadie sabe por qué la pasión que multiplica la vida es la más
asediada por prohibiciones y condenas,
ni por qué reiteradamente triunfa sobre ellas. Lo único que mata al amor
es la saciedad o una pasión nueva. La cura de la obsesión es ella misma.
La cultura latinoamericana danza sobre
la tríada dialéctica del bolero, o sea la sensualidad, la ranchera, o
sea la rabia, y el tango, es decir, la resignación. Tesis, antítesis y
síntesis: la Santísima Trinidad del Subdesarrollo. Las tres versan unánimemente
sobre el desamor; sólo varía la respuesta. Todo
trío aspira al cuarteto: la redención del triángulo amoroso es la orgía
estruendosa y multitudinaria de las músicas del desmadre: parranda, mambo,
salsa, rumba, vallenato, comparsa, regetón, candomble, gaita. Todo fantasma de
las perversiones del deseo se disipa en la fiesta corporal de la danza.
Así, existe una literatura gaita,
de percusión e hipérbole, de desenfreno sensorial y social, que en Colombia explota con Andrés
Caicedo, revienta en México con Parménides Saldaña, en Puerto Rico relumbra con
Ana Lydia Vega y Luis Rafael Sánchez, centellea en Cuba con Reinaldo Arenas y
Severo Sarduy y en Venezuela reverbera con César Chirinos y Miguel Ángel
Pérez Pirela. Es el Caribe: libertinaje
proliferante, barroco, culto a la
demasía y éxtasis de los contrastes.
Supone el lugar común que en nuestras sociedades la mujer ama y el varón olvida y abandona. Pero
en las narrativas de Pérez Pirela y en la vida encontramos varones consumidos
por devotas pasiones que no extinguen el
abandono, la indiferencia ni la afrenta. Happy
y la experiencia nos revelan la fortaleza de nuestros vínculos familiares, y la
invulnerabilidad de los parentescos de ese venezolano exacerbado que es el
zuliano. En la realidad y en los
párrafos de Miguel Ángel confirmamos que
todo el poder del mundo no puede lograr que un hombre sea amado, ni que nadie
deje de amar a pesar de todos los reveses.
ARRITMIA: EL ÚLTIMO ROMÁNTICO
Canta
Darío a la juventud como divino
tesoro, pero el joven es alguien que no ha aprendido a ser él mismo y padece el
temor de convertirse en lo que detesta. No hay más miserable profesión que la
de ser promesa.
La juventud no es edad, sino estado del alma. Puede
haber adolescentes perpetuos, como Julio Cortázar. Es el adolescente rechazado
por todas las que conocen la irrealidad de lo que es e ignoran la realidad de
lo que llegará a ser alguien que no ha concluido la tarea de hacerse a sí
mismo.
Sí: como
una amada, un medio nos puede infligir desamor, tanto más grave cuanto más
bello o deseable parezca. Este extrañamiento forja prematuramente el alma en el
yunque del vacío.
Amor no es liberación, sino la más inicua de las esclavitudes porque nos rendimos voluntariamente a
ella. Nos sublevamos a veces contra la
homenajeada, pero nunca contra el sentimiento que despierta. Ningún enamorado
quiere dejar de estarlo.
DIÁSTOLE: PUEBLO
A pesar
de su título sociopolítico, Pueblo es una historia
sentimental. Miles de trabajosos intercambios de abusos y dislates ocurren
entre sus habitantes. El principal es la omnipresente pasión
contrariada, que crea un ambiente tan obsesivo como el del calor. Su opaca
frustración redime todo. Dentro de este sentimiento que es como un clima, toda
trivialidad tiene su sitio y todo fracaso su redención.
Miguel Ángel
bautiza a sus personajes según las funciones que cumplen en el
relato: Gobernador, Secretario, Esaaquellalaausente, Fantasma,
Maríadelosángeles, Prisionero, Marinero. Para completar el sistema, la misma
aldea no tiene otro apelativo que Pueblo. Pero se trata de
un esquema de los personajes y no de personajes esquemáticos. Si
bien el nombre es un destino, los nombrados se debaten en él y contra él y por
momentos lo exceden. Gobernador recibe su investidura jerárquica como sin
pensar en ella, obsesionado por el más poético de los sinos que puede afligir a
un alma antipoética: el amor no correspondido. Una frase magistral
lo presenta de entrada: “Era una simple prolongación de ella, un
enamorado”. En Pueblo cada
ser tiene un lugar dentro de la composición, pero la ejecución crea perpetua disyuntiva entre resignación y
maravilla, cotidianidad y milagro, predestinación y
albedrío.
Una obra se
logra en la medida en que armoniza forma y fondo. Por momentos las
oraciones se hacen largas y densas, quizá para sugerir el envolvente
calor, pero siempre cuentan cosas apasionantes. A veces son chismes. A veces
tejen paradojas metafísicas, como cuando Gobernador envía a sus
matones a poner etiquetas con su precio a todos los seres de Pueblo, y así
se sabe que 3.000 moscas valen
cuanto un grillo y 800 grillos valen cuanto un sapo y tres sapos valen cuanto
una rata, hasta que tiene precio aun lo inapreciable.
Estas
sorpresas narrativas están contadas con frases no menos sorpresivas. Se
afirma que “las mujeres son como los gatos, ven cosas que nadie ve”.
Se verifica que “Los verbos en pasado son los progenitores de la
melancolía”. Se establece que “Hay que
acercar esa línea del horizonte porque, carajo, está muy lejos de Pueblo”.
Acercar el horizonte, hacer próxima la distancia, es el imposible que toda
narrativa se propone. Son frases que bien valen por su vistosidad, como el
traje de novia que la prostituta Rosita anhela, no para casarse, sino para
lucirlo los domingos.
Todos los
géneros son variantes de la autobiografía. En las ficciones de Miguel Ángel Pérez
Pirela se encuentran fragmentos de lo que pudiera ser la del lector.
Nos vemos en la presentación, este sábado en la Sala Principal de la FILVEN, a las 4,45 p.m.

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