sábado, 14 de enero de 2012

DE ESE CIADI TENEMOS QUE SALIRNOS NOSOTROS



1
“De ese CIADI tenemos que salirnos nosotros”, proclama Hugo Chávez Frías en su “Aló Presidente del” 8 de enero de 2012. Para entender por qué, recapitulemos. Los Estados son soberanos: tienen la potestad absoluta y perpetua de hacer sus leyes, aplicarlas y decidir con sus propios tribunales las controversias sobre la aplicación de ellas. Por tanto, un Estado no puede ser enjuiciado por otro Estado u organismo. A esta potestad, sin la cual ningún país sería independiente, se la llama inmunidad de jurisdicción, y al igual que los demás atributos soberanos, es inalienable. Cederla es perder la soberanía.
2
¡Ahora nos amenazan con el CIADI!”, denuncia el Presidente. El plan constante de imperios y transnacionales es despojar a los Estados de la soberanía. El camino más difícil para ello es invadirlos y destruirlos, como a Irak o Libia. El fácil, es convencerlos de que renuncien a su inmunidad de jurisdicción. Un Estado que debe someter sus decisiones a tribunales o árbitros foráneos ya no es soberano. Su posibilidad de crear leyes válidas, expropiar activos, sancionar a ciudadanos y gobernar de manera independiente desaparece si entes foráneos se atribuyen la potestad de anular esos actos. La soberanía es irrenunciable e intransferible.
3
¡Entonces nos amenazan con embargarnos allá, la CITGO!”, se queja el Presidente. Con el CIADI no hay manera de ganar. Las transnacionales pueden demandar a los gobiernos ante él, los gobiernos a las transnacionales no. El CIADI en sus veredictos no respeta leyes ni jurisprudencia nacionales. El CIADI emite laudos inapelables, no sometibles a revisión. El CIADI decide a capricho, pues no tiene sistema unificador de jurisprudencia. El CIADI privilegia sistemáticamente a las transnacionales: para 2010, había decidido 232 veces a su favor y 2 a favor de los Estados. El CIADI impone sus fallos mediante la Corte internacional de Justicia o represalias del Banco Mundial. El CIADI pretende dictar medidas cautelares, es decir, ordenar secuestros y embargos de bienes antes de decidir.
4
¡Nosotros no reconoceremos decisiones de CIADI alguno!”, añade el Presidente, indignado ¿Es posible desconocer veredictos de ese tribunal del Banco Mundial? El único límite de los laudos del CIADI, según el Convenio de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CCNUDMI), son “las normas de orden público” del país donde se pretende ejecutarlos. Luego, no se deben someter al Ciadi controversias sobre los “contratos de interés público”, ya que todas nuestras constituciones, desde la de 1993 hasta la de 1999 contienen una norma que lo prohíbe. La hoy vigente ordena: “Artículo 151. En los contratos de interés público, si no fuere improcedente de acuerdo con la naturaleza de los mismos, se considerará incorporada, aun cuando no estuviere expresa, una cláusula según la cual las dudas y controversias que puedan suscitarse sobre dichos contratos y que no llegaren a ser resueltas amigablemente por las partes contratantes, serán decididas por los tribunales competentes de la República, de conformidad con sus leyes, sin que por ningún motivo ni causa puedan dar origen a reclamaciones extranjeras”. En acatamiento de esta norma, y del citado CCNUDMI, ningún contrato de interés público puede ser sometido al CIADI ni a ningún otro órgano jurisdiccional extranjero: sólo los tribunales nacionales pueden decidir sobre el propio interés público. Un funcionario que incluya en un contrato de interés público una cláusula de sometimiento a tribunales extranjeros debe ser inmediatamente depuesto de su cargo por atentado contra la Constitución, y responder con su patrimonio de todos los daños y costas que pudiera arrojar para Venezuela un proceso ante ellos.
5
“¿Qué parámetros morales tiene esa empresa?”, se pregunta el Presidente. Las empresas no tienen moral: sólo intereses. Como éstos pueden ser perjudicados por la sentencia de un juez imparcial, los capitalistas inician una ofensiva mundial para privatizar los tribunales. En el extraordinario documental Hot Coffee, de Susan Saladoff (2011), se muestra cómo las multinacionales, al vender bienes, expedir seguros o prestar servicios, obligan a sus clientes a suscribir contratos de adhesión donde renuncian a demandarlas judicialmente por incumplimiento, y consienten en someterse a árbitros. Como bien señala Saladoff, un árbitro que decida contra los empresarios no vuelve a ser empleado por ellos. Así, el sistema judicial público es a la larga reemplazado por el sistema arbitral influido por el gran capital. La misma medicina se la aplican a los Estados al convencerlos de someterse a esa junta de árbitros del Banco Mundial llamada CIADI. Así la jurisdicción soberana de los países, que representa a pueblos enteros, termina sustituida por el arbitraje privatizado y parcial de los banqueros.
6
“El Banco Mundial ! ¿ Qué es eso?” se pregunta el Presidente. El CIADI es una trampa del Banco Mundial. Para caer en ella basta con no creer que Venezuela es soberana. Salir es más complicado: hay que tener patriotismo. La intención de retirarse debe ser anunciada con seis meses de anticipación. El CIADI pretende ser hermético, vale decir, los litigios iniciados ante él deben concluir en él. Pero mal puede concluir un litigio que no debió ser comenzado, porque la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el convenio de la CNUMID prohíben terminantemente someterle controversias sobre contratos de interés público. El interés público no es negociable. Puedo transarme sobre el precio de un choque, pero sobre la soberanía no.
7
¡Pero nosotros no nos vamos a doblegar ante el Imperialismo y sus tentáculos!”, proclama el Presidente. Para salir del CIADI no hay otro camino que creer en la soberanía nacional. Hay que crear normas que sancionen a los funcionarios que inconstitucionalmente pacten sustraer las controversias sobre contratos de interés público de los tribunales venezolanos. Hay que derogar leyes de Promoción y Protección de Inversiones y Tratados de Comercio que incluyan artículos inconstitucionales. Hay que revisar la nefasta sentencia del 17 de diciembre de 2008 donde el Tribunal Supremo de Justicia pretende que para nuestro país “resulta imposible sostener una teoría de la inmunidad absoluta” pues “se acogió al sistema de inmunidad relativa”. O somos soberanos, o erramos.

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COLLAR



La primera perla es perfecta como una luna. Mirándola muy detenidamente, en su fulgor se ven hileras de hombres desnudos que corren por una playa árida, como la luna.
La segunda perla es transparente, como una burbuja. Los hombres desnudos, obligados a hundirse en el mar, dejan escapar el resuello en el terror de la muerte, y la última burbuja del aliento es como perla.
La tercera perla parece el ojo del pez inmenso que mira a los hombres desnudos debatirse en las aguas; y embistiendo al más lento de todos, ataca.
A partir de la cuarta, las perlas tienen un tono rosado. Los hombres de piel lunar de las piraguas obligan a sumergirse a los hombres desnudos en el agua rosada, hasta que ésta se hace color vino.
La quinta perla es un sol que chisporrotea al caer en un mar sangriento. Del mar ensangrentado por los grandes peces trepan a las piraguas hombres desnudos cuyas narices o cuyos muñones sangran. Estos últimos son devueltos al mar.
La sexta perla es blanca, como la salina por la cual los hombres desnudos son obligados a correr mientras en la reciente noche centellea el chorro de sal del Camino de Santiago.
La séptima perla resplandece como una nebulosa. Contra el fulgor nocturno de la salina los contramaestres cuentan el collar de hombres desnudos amarrados por el cuello, que disminuye con cada nueva perla que se añade al montoncito en el yelmo grisáceo como la caparazón de un cangrejo.
Dura como el ojo de un crustáceo, la octava perla mira caer las exhalaciones, intranquila. A la furtiva luz de éstas, el contramaestre perfora de un ballestazo la cota de malla del alabardero que intenta meter la mano en el yelmo.
La novena perla es como la espuma donde sumergen al alabardero con las vísceras hendidas. Las olas destiñen naipes de pergamino, cuyas figuras saldrán al azar sobre las arenas.
La décima perla, defectuosa, tiene aún una arenilla, y sin embargo pagan con ella al piloto que capturó los indios esclavos y procuró las sogas y las piraguas.
La perla once la extrajo el piloto expertamente del ano del contramaestre degollado, sabio en raterías, mas no en esgrimas de estoque.
La doce estaba en la boca del grumete decapitado.
La trece, en el estómago del remero desventrado.
La catorce, quince, dieciséis, diecisiete, dieciocho y diecinueve se parecían a los dientes de los hombres que las pescaron, también degollados para que no dieran testimonio de la rapiña, aunque no hablaban lenguas de cristianos.
La veinte, inmensa, compró la complicidad del escribano. La veintiuno, roñosa, el silencio del cartógrafo. La veintidós fue para pagar el flete de la nave que volvía cargada con cestas de perlas sangrientas. La veintitrés, para ablandar al funcionario de la Real Hacienda que debía reclamar el quinto del Rey. La veinticuatro, para pagar a Monseñor el impuesto de doctrina a fin de difundir la fe de Nuestro Salvador entre los esclavos.
La veinticinco, la más hermosa, fue para corromper a los jueces que juzgarían al Almirante por no declarar el quinto de las perlas que había de pagarse a la corona.
La veintiséis, inexplicablemente perdida.
La veintisiete, perforada, decidió el ánimo de la doncella de piel perlina, que por sus mañas pudo ir añadiendo todas las otras al collar.
La veintiocho delató la traición, que llevó al capitán a apretar con él el cuello nacarado de la muchacha.
Su cuerpo estrangulado resplandece, como una perla.
En ella se ve repetirse eternamente el círculo del collar, perfecto como el de la luna.

(FOTO/TEXTO:Andanada, Luis Britto García)

domingo, 8 de enero de 2012

SIN SOBERANÍA NO HAY SOCIALISMO



1
El 2011 cierra con buenas y malas noticias. La buena: se reactiva el intermitente Consejo de Defensa de la Nación. No queremos estar supeditados a poderes externos. La pésima: la Cámara de Comercio Internacional de Estados Unidos admite una de las demandas interpuestas por la Exxon en el exterior contra Venezuela, y nos condena a pagarle 907 millones de dólares. Estamos supeditados a jueces extranjeros que juzgan y condenan a nuestro país, sin importarles que la Constitución lo dote de soberanía: del poder de darse sus propias leyes, de aplicarlas y de decidir las controversias sobre ellas sin estar supeditado a poderes externos. La soberanía no siempre se pierde porque extranjeros la arrebaten a la fuerza; también muere porque los nacionales abdican de ella, convirtiéndose en cipayos de los imperios y haciendo innecesaria la invasión. Sin soberanía no hay Defensa.
2
Hay quien presenta como gran victoria para Venezuela el ser condenada a cancelarle casi mil millones de dólares a una transnacional. Victoria hubiera sido que condenaran a ésta a pagárselos a nuestro país. O que los cancelaran los funcionarios que por su falta de patriotismo y de respeto a la soberanía nos pusieron en manos de cortes extranjeras, conjuntamente con los onerosos gastos que supone llevar un proceso en el exterior. La Exxon por su parte alega que “el arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional (CCI) afecta a una responsabilidad contractual limitada de Pdvsa por el acuerdo del proyecto de Cerro Negro” y amenaza con otra demanda “más amplia” que sigue su curso en el Centro Internacional para el Arreglo de Diferencias sobre las Inversiones (CIADI), sucursal del Banco Mundial que invariablemente sentencia contra nuestros países. Hace doscientos años declaramos la Independencia, vale decir, la soberanía: el derecho a juzgar con nuestros tribunales y según nuestras leyes las controversias que afectan nuestros intereses públicos. Bolívar defendió irreductiblemente ese derecho contra Estados Unidos, que contrabandeaba armas a favor de los realistas y pretendía decidir con sus tribunales nuestro derecho a decomisarle naves y pertrechos. Nuestras constituciones desde 1901 reiteran que las demandas sobre contratos de interés público sólo pueden ser decididas por nuestros jueces y según nuestras leyes. En 1902 nos bloquearon y bombardearon acorazados de Alemania, Inglaterra e Italia para arrebatarnos ese derecho constitucional, que sigue vigente. Pero el 17 de diciembre de 2008 en la sentencia del expediente 08-0763, el Tribunal Supremo de Justicia pretende anular el Acta de Declaración de Independencia al sostener que para nuestro país “resulta imposible sostener una teoría de la inmunidad absoluta” pues “se acogió al sistema de inmunidad relativa”. Relativo es un magistrado que de tal forma ignora el artículo 1 de la Constitución, según el cual “La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador. Son derechos irrenunciables de la Nación la independencia, la libertad, la soberanía, la inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional”. Debemos designar jueces que crean en la soberanía y en la inmunidad de jurisdicción de Venezuela. Sin inmunidad de jurisdicción no hay soberanía.
3
Casi una treintena de demandas similares a la de la Exxon, por montos que superan el de nuestras reservas internacionales, están interpuestas ante tribunales y juntas arbitrales extranjeras. Algunas fuentes estiman el monto total de los reclamos en 80.000 millones de dólares. Funcionarios venezolanos permitieron esta abdicación de la soberanía al incluir en los contratos respectivos cláusulas inconstitucionales de sometimiento a jueces o árbitros de otros países. Constantemente las autoridades venezolanas sancionan convenios o leyes de Promoción y Protección de Inversiones que inconstitucionalmente someten nuestro país a tribunales de organizaciones dominadas por las grandes potencias, y a los cuales éstas no se someten. Hay que derogar o denunciar todos los instrumentos que pretenden anular el Acta de Independencia. Sin soberanía no hay Independencia.
4
En virtud de la Convención Interamericana de los Derechos Humanos, Venezuela es repetidamente acusada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en Washington y condenada por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA, organismos a los cuales Estados Unidos no está obligado a comparecer. Estas cortes sentencian sobre cuestiones todavía no decididas por nuestras autoridades internas, fundamentan sus veredictos en recortes de prensa y suposiciones sobre hechos futuros e inciertos, e incluso cuestionan las leyes sancionadas por nuestro soberano poder legislativo. Hace poco suscribimos otra convención, esta vez contra la Tortura. Gracias a ella, relatores extranjeros vendrán a escudriñarnos como si fuéramos delincuentes y a juzgarnos ante tribunales foráneos como si fuéramos criminales. Urge denunciar todos los tratados que nos someten a esas jurisdicciones extraterritoriales, o en todo caso crear órganos regionales en Unasur o en la Celac que asuman sus funciones. Sin soberanía no hay Derechos Humanos.
5
Hace algún tiempo la Contraloría General de la República inhabilitó a un político para participar en elecciones por decisión de que lo declaró incurso en corrupción administrativa. No tardó la Corte Interamericana de los Derechos Humanos en habilitar al flamante corrupto, abrogándose así la potestad de determinar quién puede y quién no puede ocupar cargos públicos o participar en procesos electorales en Venezuela. Si aceptamos esta insolencia, también deberemos consultarle quién es el ganador de nuestras próximas elecciones. Sin soberanía no hay Poder Electoral.
6
Vamos a explicarlo una vez más. El gobernar cualquier país comporta decisiones que afectan a empresas nacionales y extranjeras. Si las transnacionales se adjudican el derecho inconstitucional de hacer invalidar por tribunales o árbitros extranjeros los actos de los poderes públicos nacionales, éstos no podrán expropiar ni regular las actividades económicas ni frenar la especulación ni proteger la producción interna ni mantener el control sobre nuestros recursos naturales ni negarse a cualquier solicitud de dichos consorcios, por abusiva, disparatada, ilegal o inconstitucional que sea. La soberanía popular sería sustituida por la soberanía de los tribunales y árbitros extranjeros. Es el sueño dorado del imperialismo: reducir a colonias a nuestros países sin tener que invertir en invasiones ni en bases militares. Jamás hubo ejército de ocupación más eficaz que un bozal jurídico atado por vendepatrias. Urge seguir el ejemplo de Bolivia y de Ecuador, que se retiraron del CIADI. Ninguna revolución podrá hacerse si para ello hay que pedirle permiso al Banco Mundial.
Sin soberanía no hay socialismo.

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EL 4-F FUE LA PARTIDA DE DEFUNCIÓN DE LA CUARTA REPÚBLICA



ENTREVISTA A LUIS BRITTO GARCÍA POR HEBERTO HERNÁNDEZ PARA EL CORREO DEL ORINOCO DEL 8-1-2012
1.- Entre los antecedentes de la asonada del 4F se menciona El Caracazo como un hecho fundamental que impulsó el movimiento militar. A su juicio, ¿cuál es la importancia del levantamiento popular del 27 y 28 de febrero de 1989 para los militares insurgentes?
-Fue un tremendo llamado a la conciencia. Durante la semana que arranca el 27 de febrero el pueblo estuvo en la calle, no sólo en Caracas, sino en toda Venezuela, inerme y protestando contra la venta del país, y un sector de las Fuerzas Armadas lo reprimió con armas de guerra. Pero este episodio no fue aislado. Muchos olvidan que dos años antes, en 1897, había ocurrido la sublevación popular del Meridazo, también suprimida a sangre y fuego durante una semana, y que durante esos años el índice de las protestas sociales reprimidas en forma violenta aumentaba acompasadamente. La rebelión militar del 4 de febrero de 1992 es una respuesta al auge de masas que protestaban indefensas en las calles.
MILITARES A LA IZQUIERDA
2.- El episodio del Samán de Güere con el juramento de los militares patriotas del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 es un punto fundamental para el posterior desarrollo de la acciones que vendrían luego. ¿Cuál considera Ud. que son los aportes filosóficos más importantes del pensamiento nacionalista que recuperan los militares insurgentes?

-Esos militares para entonces muy jóvenes estaban movidos por un conjunto de ideas nacionalistas, pero que en algunos casos iban más allá de la simple preocupación por lo nacional. Buscaban rescatar la obra independentista de Bolívar, pero también su ideal de integración latinoamericana y caribeña, como en efecto lo han hecho. Bolívar acordó la propiedad pública del subsuelo a las Repúblicas que liberó, decretó el fin de la esclavitud y sentó los principios de soberanía popular y de inmunidad de jurisdicción, vale decir, otorgó a nuestros países el derecho de no ser juzgados en tribunales o juntas arbitrales extranjeras. De Ezequiel Zamora los militares jóvenes rescataban la lucha latinoamericana de los sin tierra por los fundos que trabajan, y por el acceso a los derechos políticos tales como el sufragio universal, pues para esa época sólo podían votar los propietarios. De Simón Rodríguez, la idea de una educación efectivamente para todos, orientada hacia el aprendizaje por la práctica, hacia la reflexión sobre nuestros problemas y hacia la solución creativa de ellos mediante la invención propia.
4.- ¿Cuál cree Ud. que es el aporte más importante del 4F a la historia contemporánea venezolana desde el punto de vista de la descolonización de la memoria?
- Casi todos los gobiernos en Venezuela habían utilizado la figura de Bolívar, pero intentando vaciarla de todo contenido nacionalista, económico y social, reducirla a un fetiche sin contenido y someterla a un culto de oropeles vacíos. Sin embargo, en las últimas décadas de la Cuarta República, el Libertador y la Patria devinieron términos casi tabú. Carlos Andrés Pérez se atrevió a decir públicamente que el patriotismo era un sentimiento demodé, y para mayor claridad lo dijo así, en francés. Gracias al proceso bolivariano, hay un nuevo interés por nuestra Historia, por su revisión, por el rescate de figuras claves ignoradas o vilipendiadas, como Simón Rodríguez o Ezequiel Zamora. Hasta ahora, hemos tenido cuatro tipos de Historia: la de los cronistas, que interpreta el genocidio de la Conquista como un triunfo del cristianismo y de la civilización; la heroica, que hacía depender todo en Venezuela de los actos de un grupo de seres providenciales; la positivista, que considera que nuestro pueblo es genéticamente inferior y debe ser sustituido por inmigración superior a través del autoritarismo de Gendarmes Necesarios, y la marxista, que revela las luchas de clases, las rebeliones de los oprimidos y las condicionantes socioeconómicas de nuestro devenir. La descolonización de la memoria hace énfasis sobre todo en este último tipo de Historia. Estudia el pasado para clarificar nuestro presente y avizorar el porvenir.
SE REVALORIZARON LOS SÍMBOLOS DE LA PATRIA
5.- Podría Ud. analizar la respuesta que tuvo esta asonada militar en la sociedad venezolana los días posteriores al 4F. ¿Cómo considera Ud. que fue el impacto en la opinión pública nacional?

-El pueblo comprendió de inmediato que no se trataba de un simple cuartelazo. Como lo destaqué en un artículo de opinión que apareció dos días después, nadie salió a defender a la Cuarta República. Quienes condenaron la rebelión militar, como Morales Bello, que gritó en el Congreso “¡Muerte a los golpistas!”, quedaron reducidos a cadáveres políticos. Rafael Caldera, que estaba expulsado del partido socialcristiano, resucitó políticamente al decir que el pueblo no podía salir a defender un gobierno mientras pasaba hambre. Aristóbulo Istúriz adquirió un gran relieve al sostener una posición parecida. El 4-F fue la partida de defunción de la Cuarta República. Después de él se incrementó tanto la protesta popular, que los sectores dominantes decidieron aplacarla con un chivo expiatorio, e iniciaron un juicio contra el presidente Carlos Andrés Pérez, al cual depusieron de su cargo y encarcelaron. Pero el pueblo no iba a quedar satisfecho con un gesto. En un artículo de la época “El Joropop”, destaqué también cómo a raiz del 4-F se pusieron de moda varios símbolos de lo nacional, antes casi vetados: la bandera, la efigie de Bolívar, la música nacional. Incluso una disquera lanzó un “llanero Barbie”, un modelo muy bien parecido que cantaba en liquiliqui. Todo eso quería decir algo.
UNA DERROTA MILITAR Y UN TRIUNFO POLÍTICO
6.- Quienes adversan al actual gobierno y aquellos que se opusieron a la insurrección del 4F han dicho que el entonces militar Hugo Chávez había dado muestras de cobardía al deponer las armas en la lucha de ese día. Hoy (casi 20 años después), ¿cuál es la lectura que Ud. hace de la conocida alocución del actual presidente del “por ahora”?

-Se ha dicho, con razón, que el 4-F fue una derrota militar que se convirtió en un triunfo político. Parte de esa transformación se debió desde luego al brevísimo discurso de Chávez, que ha sido analizado hasta la saciedad. Cuando el insurgente asumió plenamente la responsabilidad por la rebelión, sentó un ejemplo de ética y claridad en un país donde todo el mundo eludía responsabilidades. Cuando calificó a su movimiento de “bolivariano”, lo revistió de una vez de las características de nacionalismo y soberanía que le concitaron el apoyo popular. Cuando dijo que los objetivos no se habían cumplido “por ahora”, proclamó que no había rendición, que la lucha seguiría hasta su triunfo. Una acción militar se lanza para conseguir un objetivo, y cuando éste se revela como imposible, es un acto responsable y valiente deponer las armas para evitar el sacrificio inútil de vidas. Sobre todo si en vez de huir se permanece en el sitio para afrontar las consecuencias.
UN ESFUERZO DESDE LA CULTURA
7.- Es muy importante actualmente el abordaje que se está haciendo de esta efemérides desde el punto de vista cultural. ¿Cual considera Ud. que son las acciones pertinentes para que este hecho se vincule con la creación artística?

-Pues bien, ya Carlos Azpúrua dirigió un largometraje de ficción sobre el hecho, cuyo primer proyecto de guión, por cierto, lo escribí yo, antes de que fuera radicalmente modificado por Cabrujas. Ahora prepara un documental sobre el mismo tema, lo cual me parece muy positivo. Agustín Blanco Muñoz registró una extensa entrevista con Chávez, la cual publicó después en forma de libro. Quizá sería oportuno recoger en antología la reacción de los medios y de la opinión ante la rebelión.
8.- A 20 años de esta insurrección militar se han abierto unos concursos en el ámbito cultural (plástica, estatuaria, ensayo, etc) que intentan dar cuenta de este hecho histórico que no ha sido tan visibilizado. ¿Cree Ud. que estos certámenes influirán en el imaginario nacional para la resemantización de esta fecha?
-Seguramente. La memoria histórica no es innata. Sabemos que Cristóbal Colón encontró América porque un aparato cultural nos lo informa. Las nuevas generaciones conocerán del 4-F la imagen que las instituciones educativas y culturales y los medios de comunicación le transmitan. Seguramente la versión de estos últimos será completamente negativa. Corresponde a la educación y a la cultura restablecer la verdad cuando los medios mienten.
9.- ¿Cuáles son las lecciones históricas que se derivan de la asonada militar de 4F?
-No fue una asonada, sino una rebelión, legitimada por el artículo de la Constitución de 1961 que en caso de violación de ella permite usar la fuerza para restablecerla. Esa rebelión hace caer muchos mitos. Ante todo, el de que las Fuerzas Armadas serían refractarias a todo postulado revolucionario, y la izquierda inevitablemente antimilitarista. La verdad es que durante la lucha armada revolucionaria de los sesenta las organizaciones radicales, entre ellas el Partido de la Revolución Venezolana, mantuvieron un estrecho contacto con sectores del ejército. También es verdad que en los años sesenta en el alzamiento de Carúpano medio millar de efectivos y en el de Puerto Cabello millar y medio se jugaron la vida por la Revolución y liberaron guerrilleros presos. La recluta de la oficialidad en diversos estratos sociales facilitó esta pluralidad ideológica. También, la gran cantidad de oficiales que siguieron otros estudios superiores aparte de la carrera militar. Para los noventa, se integraba dentro de las Fuerzas Armadas el MBR200, movimiento nacionalista, izquierdista, bolivariano. Posteriormente, varias experiencias latinoamericanas han demostrado que es posible hacer avanzar movimientos progresistas sin la oposición de las Fuerzas Armadas. Salvo, desde luego, algunos cuartelazos aislados de sectores reaccionarios, que han sido rápidamente derrotados por la acción conjunta del pueblo y de los militares progresistas.

10.- ¿De qué manera cree Ud. que se articula el movimiento militar insurgente con la miembros de la sociedad civil progresista para marcar un camino diferente a la democracia de la Cuarta República?
-La rebelión del 4 de febrero de 1992 no fue un movimiento exclusivamente militar. Existían contactos con movimientos y personalidades de izquierda, que no pudieron articular apoyos significativos por la rapidez con la cual fue derrotada la rebelión. A pesar de esto, el apoyo civil se manifestó en la ininterrumpida procesión de personalidades de valía que visitaron a Chávez mientras estaba en el cuartel San Carlos, y la solidaridad popular, en la masiva manifestación que intentó evitar su traslado a la cárcel de Yare. Desde entonces la verdadera izquierda ha apoyado al proceso bolivariano. Pero ante el triunfo de éste, también se le unió un compacto sector de oportunistas, aprovechadores y camaleones, un lastre que sistemáticamente lo ha traicionado y que es la peor rémora para su proyecto socialista.
11.- ¿Cuál cree Ud. que es la mejor estrategia para dar a conocerse esta fecha a las y los jóvenes que no recuerdan mucho sobre esta fecha?
-Cobertura en los medios de comunicación, difusión de libros sobre el tema, pero sobre todo, procurar que en escuelas y liceos se enseñe Historia Contemporánea de Venezuela y se den los programas completos. Cuando yo estudié, difícilmente se iba más allá de la Independencia. Debí estudiar el resto de nuestra Historia por mí mismo.
12.- Para finalizar, ¿cuál cree Ud que es el desafío que se presenta a la historiografía en la lectura de este hecho como parte del actual proyecto de país en la Revolución Bolivariana?
-Investigar y decir la verdad, no sólo sobre la rebelión del 4-F, sino sobre el vergonzoso estado de claudicación de la soberanía, entreguismo a las transnacionales, corrupción y desigualdad social contra el cual éste se enfrentó.

LA MUERTE DEL GENERAL DEL PUEBLO SOBERANO


ENTREVISTA A LUIS BRITTO GARCÍA PARA EL CORREO DEL ORINOCO
1. Más allá de si fue efectivamente un asesinato, ¿qué razones podían tener Falcón o Guzmán Blanco para matarlo?

-Casi siglo y medio ha pasado desde la muerte de Zamora, de modo que es muy difícil establecer si ésta fue debida a un asesinato o a un providencial acierto de un francotirador del ejército oligarca. Pero varios elementos despiertan la sospecha: Guzmán Blanco testimonia que Zamora recibe el balazo mientras estaba a su lado, en el curso de un paseo para inspeccionar trincheras. El cuerpo es de inmediato enterrado, como para que no se puedan verificar las causas de la muerte ni las características y la trayectoria del proyectil. Todavía más, Guzmán Blanco y Falcón prohíben bajo pena de muerte que se revele el sitio de la sepultura de Zamora, medida sólo explicable si se quieren evitar averiguaciones molestas con el cadáver. En la investigación criminal desde los tiempos más antiguos procede preguntarse
¿Qui prodest? Es decir, ¿a quién le aprovecha? Por su capacidad militar y su arrastre entre el pueblo, Zamora era el más notorio rival de Guzmán Blanco y de Falcón para la conducción del partido liberal, y sus propuestas sociales inquietaban a toda la fracción conservadora de ese partido.

2. ¿La muerte de Zamora desmovilizó al pueblo que lo seguía o intentó por alguna vía seguir adelante con la revolución social?
-El pueblo estaba movilizado en el ejército federal, y por falta de capacidad militar de Falcón y de Guzmán Blanco, la Guerra Federal se prolongó casi por tres años más en combates indecisos que desgastaron a los combatientes y llevaron al Tratado de Coche, una especie de arreglo entre la oligarquía conservadora y la oligarquía liberal para compartirse el poder y no cumplir con la promesa de Zamora: Tierra y hombres libres.

3. ¿Tenía Zamora opción de Victoria? -
Tenía mucho más que una opción de victoria. Tras sus reveses en las primeras insurrecciones campesinas de 1846, Zamora dominó a tal punto el arte militar y concitó de tal manera el apoyo del pueblo, que se convirtió en un líder invencible. Triunfó en todas las campañas que emprendió, y literalmente desbarató al ejército oligarca en la batalla de Santa Inés. Sus tropas estaban constituidas fundamentalmente por voluntarios movilizados por la promesa de repartición de tierras y la prohibición de cobrar renta por el alquiler de las tierras. Un ejército popular conducido eficazmente no sólo hubiera triunfado en lo estratégico, sino en lo político, y hubiera impuesto la mayor parte de las reformas que sus militantes exigían.

4. ¿Cómo financió Zamora la guerra? ¿Tuvo aliados "adinerados"? ¿De dónde sacaba las armas?
-En las primeras insurrecciones campesinas, el pueblo luchó con lo que tenía a la mano, fundamentalmente instrumentos de trabajo como machetes y hoces. En la campaña que culminó con la derrota y prisión de José Antonio Páez tras la batalla de “Los Araguatos”, Zamora formaba parte del ejército regular del momento, pertrechado por el Estado. En la Guerra Federal, Falcón y Guzmán Blanco hicieron acuerdos para comprar armas, pero la mayoría de éstas las tomó Zamora al enemigo, desde su desembarco en Coro y durante sus triunfos sucesivos. Por ejemplo, con la toma de Barinas, en 1859, se apodera de trescientos fusiles, varios cañones y más de doscientas cargas de pertrecho. Con la victoria de Santa Inés se apodera de gran parte del parque de los oligarcas.

5. ¿Por qué Zamora es una figura importante para la revolución bolivariana?
-Porque fue un ciudadano común que asumió el camino de las armas para defender al pueblo. Porque en todos los lugares donde tuvo autoridad, suprimió el pago de renta de la tierra por los campesinos a favor de los terratenientes. Porque sostuvo que antes de la Conquista, la tierra era de todos, y que así debería volver a ser. Porque organizó incluso a los trabajadores de las ciudades en gremios para perseguir mejoras económicas, sociales y políticas. Porque defendió la libertad de los esclavos, y propuso planes para que los esclavos liberados recibieran del Estado venezolano tierras para mantenerse con su fruto. Y porque su prematura muerte frustró la ejecución de un plan de reformas sociales y económicas, cuya aplicación hubiera hecho innecesarios cerca de medio centenar de alzamientos armados que siguieron a su partida, en su gran mayoría motorizados por la injusticia social.