COMUNICADO
DE LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y
MOVIMIENTOS SOCIALES EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD, CAPÍTULO VENEZUELA, ANTE LA
AGRESIÓN MERCENARIA CONTRA NUESTRO PAÍS
11 DE MAYO
DE 2020
La captura
el 3 de mayo de 2020 DE una lancha de
desembarco tripulada por mercenarios y
cargada de pertrechos de guerra en
Macuto, la captura de otra nave de iguales características el día siguiente
en el litoral de Chuao, la confiscación en el Orinoco el 9 de mayo por la Guardia Nacional Bolivariana
de tres lanchas de combate con insignias del ejército colombiano, sin tripulantes, con ametralladoras calibre
50 mm y M60 y municiones, así como la aprehensión de diversos grupos
paramilitares, confirma que enfrentamos
un plan general de invasión, largamente anunciado por Estados Unidos con
amenazas persistentes y movilización de fuerzas aeronavales desmesuradas para
reforzar el ilegal bloqueo contra Venezuela.
Tales
incidentes culminan la comisión del delito instigado por las autoridades
estadounidenses al manifestar repetidamente que “todas las opciones están sobre
la mesa” para derrocar al gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro; al
reconocer como presidente a un
usurpador no elegido para tal cargo,
y al fijar recompensa a través del
Procurador General de Estados Unidos por la captura del mandatario
venezolano y de sus inmediatos colaboradores.
Este
repertorio de actos criminales
constituye a sus perpetradores en autores del delito de Incitación a
Delinquir, que comete quien excita, incita, manda, motiva u ofrece estímulos a
otro para cometer actos contrarios a las leyes, lo cual convierte a ambos en
cómplices de la transgresión resultante o de su tentativa.
Agrava la
situación mencionada el que un conjunto de integrantes de la oposición
venezolana, encabezados por el usurpador autoelegido Juan Guaidó, haya contratado al estadounidense Jordan Goudreau,
propietario de la también estadounidense empresa de mercenarios Silvercorp USA
Inc. para ejecutar “La
salida/eliminación del actual régimen venezolano y la entrada/instalación del
gobierno venezolano reconocido”, así como “Una operación para
capturar/ detener/ eliminar a Nicolás Maduro…. eliminar el régimen actual e
instalar al reconocido presidente venezolano Juan Guaidó”.
De tal
manera se intenta conferir a una banda mercenaria extranjera la condición de
actor político venezolano, suplantar con ella a la Fuerza Armada Nacional
Bolivariana, la Milicia y la Reserva, y encomendarle “detener/eliminar“
a nuestros mandatarios legítimos e
“instalar” un gobernante no elegido por el pueblo.
En dicho
documento, quizá el más infame de nuestra Historia Republicana, se imparte
autorización a los mercenarios para realizar ataques (“strykes”, mal traducidos
como “huelgas”) a su entera discreción contra “Elementos no militares” e “instalaciones asociadas, ” “Infraestructura venezolana y
objetos económicos
venezolanos”, “Líneas de comunicación Venezolanas”
, lo cual significa que tanto civiles no combatientes como sus bienes
quedan librados a la aniquilación a voluntad por invasores extranjeros. Llama la atención
también que se autoricen ataques contra “Instalaciones de almacenamiento de armas de destrucción
masiva”, que no existen en Venezuela pero que podrían servir de pretexto
para operativos de aniquilación total.
En el
infame contrato se intenta además
suprimir la soberanía al convertir a la banda extranjera de mercenarios en
ejército de ocupación permanente, ya que, de acuerdo con la cláusula 10, lograda
la eliminación del Presidente legítimo, “El Grupo de Trabajo se convertirá en
una Unidad Nacional de
Activos que actuará bajo la dirección de la Administración para contrarrestar
las amenazas a la estabilidad del gobierno, las amenazas terroristas y trabajar
con GIC, FAES y DGCIM. El Proveedor de Servicios proporcionará servicios
a esta nueva Unidad Nacional de Activos. Estos servicios incluyen, entre otros, asesoramiento de
misiones, reclutamiento, selección y evaluación, programación de aptitud física,
programación de objetivos, medicina, comunicaciones, demoliciones, métodos
encubiertos de entrada, vigilancia, reconocimiento de objetivos cercanos”.
Agrava la
situación de complicidad que denunciamos el hecho de que la suma de
212.900.000 dólares acordada a los
paramilitares mercenarios para asaltar y ocupar Venezuela obviamente procede del latrocinio contra los
bienes de la República Bolivariana en el exterior, perpetrado entre las autoridades
estadounidenses y el mandatario
autodesignado, ya que dicho usurpador no tenía bienes patrimoniales propios
suficientes para aportarla, y la Convención de la ONU sobre bienes de los
Estados en el Exterior pauta que éstos son inembargables pues se los presume
destinados a fines de interés público.
En tal sentido,
no es creíble la afirmación de Donald Trump
de que no conocía el plan de agresión paramilitar contra Venezuela,
porque Estados Unidos dispone de las agencias de seguridad y espionaje más
intrusivas del mundo; porque el usurpador ilegítimo y sus cómplices han actuado
siempre en acuerdo político con el Presidente estadounidense; porque el
financiamiento de la operación se hace con bienes del Estado venezolano
confiscados o bloqueados en el exterior
por aquél; porque el gerente y propietario de la firma estadounidense
Silvercorp USA Inc. ha actuado asimismo
en estrecho contacto con el primer mandatario norteño como su guardia y asesor
de seguridad; porque Donald Trump ha reiterado insistentemente que contra
Venezuela “todas las opciones están sobre la mesa”; porque en coincidencia con
el conato de invasión, mantiene en el Caribe un inusual e impenetrable
despliegue de maniobras y fuerzas aeronavales con el pretexto de intensificar
el bloqueo contra nuestro país; porque es práctica consuetudinaria de Estados
Unidos atacar a países a los cuales no
se ha declarado la guerra mediante fuerzas mercenarias reclutadas por contrato,
y porque es política admitida en público por el
mandatario norteño ordenar y hacer ejecutar el asesinato de funcionarios
de países con los cuales hay situación de paz, como el perpetrado contra el general iraní Qasem Soleimaní.
Contra este
insólito desmán que opera por
complicidad entre un usurpador autoelegido, una firma estadounidense de
mercenarios y las autoridades de Estados Unidos, convocamos a la unidad de
todos los compatriotas sin distinción de banderías políticas, en defensa de la
soberanía y la existencia misma de Venezuela.
Dentro de la democracia es
legítimo sustentar posiciones críticas y adversas al gobierno electo, pero
ningún sistema de valores permite entregar el propio país al
desmantelamiento, la destrucción y el
saqueo perpetrados por mercenarios extranjeros. Sobre la Patria se debate, pero
no se traiciona.
COORDINACIÓN
DE LA RED DE INTELECTUALES, ARTISTAS Y MOVIMIENTOS SOCIALES EN DEFENSA DE LA
HUMANIDAD, CAPÍTULO VENEZUELA
Por razones
que no parecen nada casuales, se dificulta el acceso para consultar a través de
Google el blog creado para difundir estos mensajes: https://redhvenezuela.blogspot.com/
Mientras tales problemas se solventan, dichos contenidos se
divulgarán a través de
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