Según lo temió Winsor MCay, alguien patenta las palabras de manera que tenemos que pagar por usarlas y algún otro encuentra cómo repatentar todas las invenciones que son ya del dominio público como el alfabeto la Ley de Gravitación Universal los números y el sistema métrico decimal. Como nada nuevo hay bajo el sol toda idea no es más que variación de otra, de manera que ya no podemos pensar sin pagar copyright ni imaginar sin cancelar derechos por la ocurrencia. Para pagar esta idea he tenido que venderme como esclavo.
sábado, 19 de abril de 2008
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1 comentario:
No sólo las ideas como producto final están ya patentadas y por ellas se pagan derechos, también el proceso ideativo fue reclamado como propiedad intelectual, así que nadie que se atreva a encender su cerebro estará libre de pagar. Incluso no se salvará ni siquiera quien piense en silencio, submodalidad predefinida entre las adueñadas como propiedad por la corporación respectiva. Aparte que el silencio mismo ya está ocupado como lugar privilegiado, al que solo acceden quienes puedan sufragar la entrada a sus propietarios.
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