jueves, 21 de marzo de 2013

TAREAS



                  
*Tan seguros estábamos de que alguien  podía culminar tantas tareas indispensables, que dejamos que cargara con todas a costa de su vida.
*Asumámoslas.
*Detengamos la progresiva pérdida de territorio de Venezuela en virtud del poblamiento masivo por nacionales de otros países, la debilidad estratégica y la entrega a comisiones arbitrales foráneas parcializadas.

*Incrementemos el estudio y completemos el censo de nuestros recursos naturales,  sancionemos legislaciones para su defensa y preservación y apliquémoslas sin contemplaciones.

*Continuemos el proceso para colocar la mayoría de los recursos naturales del país y las industrias que los explotan bajo control social.

*Pongamos fin sin contemplaciones a la pesca de arrastre que devasta  nuestros mares para beneficio de pocas trasnacionales extranjeras.

*Perfeccionemos y culminemos los esfuerzos para lograr la autonomía alimentaria, mediante una reforma agraria radical; una sustancial inversión; investigaciones encaminadas a determinar el mejor uso posible de los suelos, y medidas para frenar o revertir el éxodo campesino y hacer atractiva la vida en el campo.

*Complementemos nuestro sistema de comunicaciones con redes ferroviarias urbanas y rurales, que dependan esencialmente de combustibles pesados o fuerza eléctrica.

 *Prioricemos la fabricación interna de motores y equipos esenciales para el transporte colectivo y de carga, y desarrollemos el transporte acuático.

*Fortalezcamos la nueva  línea aérea venezolana con rutas internacionales, bajo control del Estado, incrementar su alcance y sobre todo su capacidad de carga para posibles emergencias.

*Incrementemos el porcentaje de trabajadores en el sector formal,
reduciendo la tasa aproximada de cuatro trabajadores informales por cada diez venezolanos ocupados.

*En 2010 el 20% más rico de la población confisca el 44,8% del ingreso, y el 22% más pobre apenas el 5,7%. A pesar de que tal distribución es la menos desigual de América Latina, para lograr la paz social, mejoremos esta participación de los más pobres en el ingreso.

*Estimulemos y privilegiemos las actividades productivas que disminuyan la dependencia del ingreso petrolero y de las importaciones.

*Prioricemos una abundante producción de bienes de consumo básico para atender las necesidades de las grandes mayorías.

*Reactivemos el crecimiento de un gran sector metalúrgico, cuyos productos sirvan de base para el incremento de una industria pesada nacional que supla nuestras necesidades.

*Fortalezcamos y saneemos  las redes públicas de distribución de alimentos, medicinas y otros bienes indispensables, para evitar en lo posible desabastecimientos artificiales manejados con fines políticos.

*Sancionemos normas prohibiendo al Ejecutivo y sus órganos incluir en los contratos de interés público cláusulas de sometimiento a tribunales o árbitros extranjeros.

*Estudiemos la cuantía, actividades y orientaciones de los numerosos ciudadanos ligados con vínculos de fidelidad, lealtad y defensa militar hacia otros países que habitan en Venezuela, a fin de desarrollar normas y políticas para evitar que tales vínculos perjudiquen al país.

*Denunciemos  los llamados Tratados contra la Doble Tributación, en virtud de los cuales las transnacionales no pagan impuestos a Venezuela por las ganancias obtenidas en nuestro país, sino que tributan en su país de origen, desangrándonos con una colosal evasión tributaria.

*Revisemos la Ley del Impuesto sobre la Renta, que establece un tope de 34% para la tributación en actividades distintas de las petroleras y mineras.

* Utilicemos el inmenso incremento de los ingresos fiscales que ello reportaría, para rebajar o eliminar impuestos regresivos y neoliberales como el IVA, que castigan en forma particularmente grave a los sectores de menores ingresos, y para reorientar el sistema tributario bajo los principios de territorialidad y progresividad.

*Apliquemos de una vez la Ley Resorte, tanto a los medios de comunicación privados como a los de servicio público.

*Intensifiquemos la vigilancia de nuestras fronteras para evitar que sean escenarios de contrabandos de extracción y de introducción de gran envergadura, entradas de grandes flujos inmigratorios ilegales, objetivo de reivindicaciones limítrofes todavía no extinguidas.

*Controlemos la continua penetración en Venezuela de paramilitares, que cobran “vacuna”, instalan alcabalas,  se instalan en  zonas populares, lavan fondos del narcotráfico mediante el préstamo usurario  buhoneros, la trata de personas, el tráfico de drogas, el sicariato y el juego ilegal de bingos, casinos y maquinitas, y el dominio de tierras y líneas de transporte.

*Dotemos a nuestras bases aéreas de hangares subterráneos que las resguarden de operaciones de bombardeo de aniquilación, que seguramente ocurrirán sin previo aviso y con asesoramiento de sofisticados mecanismos de espionaje, como los activados en el asalto colombiano contra Ecuador.

*Estudiemos  las posibles tácticas que utilizaría un agresor para destruir o inhabilitar nuestros puntos vulnerables, y adoptemos las contramedidas para impedir tal destrucción, o para disponer de estructuras alternas que pudieran sustituirlos.

*Ampliemos la milicia e intensifiquemos su preparación.

*Adaptemos los programas y la apertura de cupos en todos los niveles de la educación a las necesidades reales del país, ampliemos la matrícula en carreras científicas, habilitemos empleos dignos para ocupar a los graduados y dotemos  a los centros de investigación de recursos que les permitan desarrollar sus competencias y destrezas y adelantar sus proyectos.

*Mil tareas para millones de seres. Ojala estemos a su altura.
 (FOTO/TEXTO: Luis Britto)

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