*Tan
seguros estábamos de que alguien podía
culminar tantas tareas indispensables, que dejamos que cargara con todas a
costa de su vida.
*Asumámoslas.
*Detengamos
la progresiva pérdida de territorio de Venezuela en virtud del poblamiento
masivo por nacionales de otros países, la debilidad estratégica y la entrega a
comisiones arbitrales foráneas parcializadas.
*Incrementemos
el estudio y completemos el censo de nuestros recursos naturales, sancionemos legislaciones para su defensa y
preservación y apliquémoslas sin contemplaciones.
*Continuemos
el proceso para colocar la mayoría de
los recursos naturales del país y las industrias que los explotan bajo control
social.
*Pongamos
fin sin contemplaciones a la pesca de arrastre que devasta nuestros mares para beneficio de pocas
trasnacionales extranjeras.
*Perfeccionemos
y culminemos los esfuerzos para lograr la autonomía alimentaria, mediante una reforma agraria radical; una sustancial
inversión; investigaciones encaminadas a determinar el mejor uso posible de
los suelos, y medidas para frenar o
revertir el éxodo campesino y hacer atractiva la vida en el campo.
*Complementemos
nuestro sistema de comunicaciones con redes
ferroviarias urbanas y rurales, que dependan esencialmente de combustibles
pesados o fuerza eléctrica.
*Prioricemos la fabricación interna de motores y equipos esenciales para el
transporte colectivo y de carga, y desarrollemos el transporte acuático.
*Fortalezcamos
la nueva línea aérea venezolana con rutas
internacionales, bajo control del Estado, incrementar su alcance y sobre
todo su capacidad de carga para posibles emergencias.
*Incrementemos el porcentaje de trabajadores en el sector formal,
reduciendo la tasa aproximada de cuatro trabajadores informales por cada diez venezolanos ocupados.
*En
2010 el 20% más rico de la población confisca el 44,8% del ingreso, y el 22%
más pobre apenas el 5,7%. A pesar de que tal distribución es la menos desigual
de América Latina, para lograr la paz social, mejoremos esta participación de los más pobres en el ingreso.
*Estimulemos
y privilegiemos las actividades productivas que disminuyan la dependencia del ingreso petrolero y de las importaciones.
*Prioricemos
una abundante producción de bienes de consumo básico para atender las necesidades de
las grandes mayorías.
*Reactivemos
el crecimiento de un gran sector metalúrgico, cuyos productos sirvan de base
para el incremento de una industria pesada
nacional que supla nuestras necesidades.
*Fortalezcamos y saneemos las
redes públicas de distribución de alimentos, medicinas y otros bienes
indispensables, para evitar en lo posible desabastecimientos artificiales manejados con fines políticos.
*Sancionemos normas prohibiendo al
Ejecutivo y sus órganos incluir en los
contratos de interés público cláusulas de sometimiento a tribunales o árbitros extranjeros.
*Estudiemos
la cuantía, actividades y orientaciones de los numerosos ciudadanos ligados con
vínculos de fidelidad, lealtad y defensa militar hacia otros países que habitan
en Venezuela, a fin de desarrollar normas y políticas para evitar que tales
vínculos perjudiquen al país.
*Denunciemos los llamados Tratados contra la Doble Tributación , en virtud de
los cuales las transnacionales no pagan impuestos a Venezuela por las ganancias
obtenidas en nuestro país, sino que tributan en su país de origen, desangrándonos
con una colosal evasión tributaria.
*Revisemos
la Ley del
Impuesto sobre la Renta ,
que establece un tope de 34% para la tributación en actividades distintas de
las petroleras y mineras.
* Utilicemos
el inmenso incremento de los ingresos fiscales que ello reportaría, para rebajar o eliminar impuestos regresivos y neoliberales como el
IVA, que castigan en forma particularmente grave a los sectores de menores
ingresos, y para reorientar el sistema tributario bajo los principios de
territorialidad y progresividad.
*Apliquemos de una vez la
Ley Resorte , tanto a los medios de
comunicación privados como a los de servicio público.
*Intensifiquemos
la vigilancia de nuestras fronteras para evitar que sean escenarios de contrabandos de extracción y de
introducción de gran envergadura, entradas de grandes flujos inmigratorios ilegales, objetivo de reivindicaciones limítrofes todavía no extinguidas.
*Controlemos la continua penetración en Venezuela de paramilitares, que cobran
“vacuna”, instalan alcabalas, se instalan en
zonas populares, lavan fondos
del narcotráfico mediante el préstamo usurario buhoneros, la trata de personas, el tráfico
de drogas, el sicariato y el
juego ilegal de bingos, casinos y
maquinitas, y el dominio de tierras y líneas de transporte.
*Dotemos
a nuestras bases aéreas de hangares
subterráneos que las resguarden de operaciones de bombardeo de
aniquilación, que seguramente ocurrirán sin previo aviso y con asesoramiento de
sofisticados mecanismos de espionaje, como los activados en el asalto
colombiano contra Ecuador.
*Estudiemos
las posibles tácticas que utilizaría un
agresor para destruir o inhabilitar nuestros puntos vulnerables, y adoptemos
las contramedidas para impedir tal destrucción, o para disponer de estructuras
alternas que pudieran sustituirlos.
*Ampliemos
la milicia e intensifiquemos su preparación.
*Adaptemos
los programas y la apertura de cupos en todos los niveles de la educación a las necesidades reales del país, ampliemos la matrícula en carreras científicas, habilitemos empleos dignos para ocupar a los graduados
y dotemos a los centros de investigación de recursos que les permitan
desarrollar sus competencias y destrezas y adelantar sus proyectos.
*Mil
tareas para millones de seres. Ojala estemos a su altura.
(FOTO/TEXTO: Luis Britto)
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