Paren el capitalismo, que me quiero bajar. En las últimas décadas del pasado siglo, parecía irresistible la ascensión del capital hacia el monopolio del globo, la tiranía unipolar y la solución final del Tercer Mundo. En los primeros años del milenio libre, abate al capitalismo la enfermedad que hace más de una centuria le diagnosticó Carlos Marx: crisis recurrentes, cada vez más fuertes, cada vez más destructivas, socavan el poder de los expropiadores sobre la infinita mayoría de los expropiados. Las experiencias socialistas y los procesos revolucionarios renacen una vez más desde la periferia, ahora integralmente democráticos, humanistas, ecologistas, profundamente originales. Es un socialismo del siglo XXI o quizá del Tercer Milenio. La Revolución es ante todo renovación de la conciencia: cada uno de estos procesos requiere un lúcido examen de sus raíces culturales, sus bases históricas y económicas, sus obstáculos, su batalla contra los medios de comunicación alienados, su ética, sus esperanzas. Latinoamérica y el Caribe en vías de integración se constituyen una vez más en esperanza del mundo; Venezuela, en piedra de escándalo y posible detonante de transformaciones.
Luis Britto García, premio Casa de las Américas en cuento con Rajatabla, en novela con Abrapalabra, premio Ezequiel Martínez Estrada con Dictadura Mediática en Venezuela (Investigación de unos medios por encima de toda sospecha), crítico del populismo en La máscara del Poder, autor del guión cinematográfico de Zamora, dramaturgo, historiador, ensayista, aborda una vez más un tema apasionante, que se confunde con nuestra vida y nuestro destino.
Monte Ávila Editores Latinoamericana, Caracas, 2008
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