INVITAMOS A TODAS Y TODOS
A LA
PRESENTACIÓN DE DOS LIBROS DE
LUIS BRITTO GARCÍA
EN LA FILVEN
2015:
VIERNES
20 DE MARZO 6 PM
SALA
LIBRERÍA DEL SUR
EL IMPERIO CONTRACULTURAL: DEL ROCK A LA POSTMODERNIDAD
Rock, Pop, Punk, Media, Happening, LSD, Psicodelia,
Hip Hop, Liberación Sexual, Antisiquiatría, subcultura, contracultura son los
proyectiles conceptuales de una batalla incesante que se libra en el campo de
la conciencia. Este libro analiza lúcidamente los mecanismos de manipulación mediante
los cuales las potencias dominantes libran la guerra cultural contra sus
marginalidades internas y los pueblos de la periferia. Pues la historia del
último medio milenio se centra en el
intento de los países más desarrollados de someter al resto del planeta con el
pretexto de imponerles una cultura hegemónica que toma como excusa los ideales
racionalistas de la Modernidad. La
resistencia de los invadidos produjo tanto revoluciones exitosas como oleadas
contraculturales que modificaron profundamente a las mismas metrópolis.
En 1968 la rebelión política,
la liberación sexual, el pensamiento delirante, el pacifismo y la sublevación
de las etnias parecían prometer una utopía global al alcance de la mano. El
sistema pervirtió las simbologías contraculturales mediante el fetichismo de la
mercancía hasta reducirlas a subculturas de consumo que dieron paso al último
avatar de la Modernidad :
la Postmodernidad ,
con su pretensión de reducir todos los discursos humanísticos al lenguaje del
valor de cambio del Mercado Omnipotente. Bajo esta bandera, y sirviéndose a la
vez de la agresión armada y de la contrarrevolución monetaria, las naciones
hegemónicas libran su última ofensiva contra el Tercer Mundo con el fin confeso
de detener la Historia ,
o lo que es lo mismo, la Cultura. La
defensa y preservación de esta última es la precondición de una respuesta
alternativa exitosa de los países de la periferia.
SÁBADO
21 DE MARZO 7 PM
SALA ESPACIOS
CÁLIDOS
VELA DE ARMAS
Presentador:
VLADIMIR ACOSTA
Un
fragmento de VELA DE ARMAS:
Yo, el gran desordenado, que voy mal disponiendo todas
las cosas de la vida, hasta las comas, hasta los adjetivos, hasta los
recuerdos, hasta los importantes papeles que debían recordarme de esto o de lo
otro, hasta las medicinas que debían curarme de tal o cual enfermedad que me
dio sin concierto y a contratiempo y durante la cual me bebí las inyectables y
me inyecté las bebibles y las pastillas las perdí y los untos los usé de pasta
de dientes y quien sabe qué más.
Yo, el gran
desordenado que dejo los platos en el escritorio y las medias las encuentro sin
compañeras y guardo todas las revistas que no necesito y apilo los libros
conforme a órdenes que luego olvido y que podrían tener que ver con uno que
otro sucio vaso entre ellos uno que otro marrón zapato una que otra culebra
corbata uno que otro vacío de tinta frasco uno que otro alicate una que otra
sin abrir carta de aquí de allá.
Yo, el gran
olvidadizo de las direcciones que nunca aviso por teléfono que voy, o que aviso
y no voy después o ligo las llamadas y oigo lo que no debo o me oyen quienes no
debieran o peor aun a veces me ligo con personas que llamaron hace meses o
intercepto llamadas que no se harán sino dentro de años y la bocina hace pííí
pííí y quedo desconcertado.
Yo que nunca
aprovecho mi tiempo ni tampoco puedo aprovecharlo porque nunca está en orden y
los sucesos me vienen de todas las formas y en todas las secuencias en la
mañana por ejemplo me pasa algo de la niñez y en la tarde algo de la juventud
al mediodía he roto con una muchacha a quién aún no he conocido esta noche
engendraré un niño que murió de tos ferina hace años en la madrugada me pondré
el paltó viejo de una moda que aún no ha venido y conoceré a los clandestinos
por andar con los cuales hace tiempo estuve preso y cronometro ahora pensando
en la fuga los pasos del centinela mientras hundo la nariz en las nubes del
algodón de azúcar las músicas las calesitas los ojos de mamá ya muerta me llevo
las manos al pecho donde el rosario de balazos humea balbuceo respiro el olor
de las hierbabuenas las mimosas púdicas que están haciendo un lecho de amor
bajo el sol que se vuelve una violenta noche de persecuciones y disparos que se
oyen a través de una clara ventana de escuela donde digo babebibobú más sabe el
burro que tú más sabe el burro que este tonto gran desordenado que acaricia
rizos y las cenizas de los mismos que bebe teteros y vomita sangre a quien
niñeras besan y amantes muerden y contemplan abuelos nietos lunas planetas y
acontecen y atropellan giratorias noches escamadas de épocas, de árboles y
manos.
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