Luis Britto García
Villaverde
El primer rayo de sol me dio en la cara. Desperté, moviendo
la cabeza
sobre la bolsa de semillas que me había servido de almohada.
Allí,
en la tierra húmeda que había sido mi lecho, planté el
primer árbol
de sombra. Sobre el surco fue creciendo mi sombra, como un
árbol.
A medida que el sol se elevaba, dibujé otro sol con mis
pasos. Cada
diez de ellos planté una semilla de árboles de sombra.
Concluido el
sol, dibujé su corona sembrando un cinturón de semillas de
árboles
frutales. Y alrededor de él otro. Y otro aun alrededor de
él. Cada hora
que pasaba me permitía completar un nuevo cinturón de frutos
cada
vez más pulposos. Hasta que el gran mediodía, con su
incandescencia,
me echó por tierra.
Allí empecé, arrodillado, la siembra del
primer cinturón
de plantas medicinales. Entre ellas intercalaba las semillas
de las
tiernas plantas que aromatizan con las piretrinas
insecticidas. La tarde
empezó con un viento bonancible, que me hizo grato sembrar
el primer
cinturón de flores. Y alrededor de éste otro, y otro
alrededor de éste,
hasta que la primera estrella clavó en la tarde su
fulgurante dalia —y yo
con mis manos cubiertas de tierra sembraba las dalias que
habrían de
florecer como una constelación. Siendo así que el orden de
las coronas
florales estaba de tal manera dispuesto que a cada hora del
día se abrirían
capullos diferentes. Por modo de un reloj de oleadas de
color que
marcaría el tiempo por aromas. Cayó el sol y se elevó el
cuerno de la
luna. Siendo éste el momento para las otras siembras
secretas. Las de
las plantas que ahuyentan la mala suerte. Y purifican de las
aberrantes
estratificaciones de la estupidez. Hasta que caí sobre el
surco, vencido
por el fulgor de las estrellas, semillas que florecían cada
una en delicados
árboles planetarios. Cuyas hojas no por desconocidas dejarían
de existir. Sembré mi cabeza sobre el saco de las semillas.
Sentí como
si mis miembros echaran raíces. El primer rayo del sol me
despertó.
Sembré otra vez la primera semilla. Y las demás, en círculos
concéntricos.
No sé ya cuántos círculos dentro de cuántos círculos. Ni en
cuáles
de ellos enhebradas las exquisitas veredas de las
alucinógenas. Hasta
que un día me despertó, no el primer rayo de sol, sino el
sol de la primera
floración de Villaverde. Ahora cada hora una cintura
vegetal, un
aroma, una flor o un fruto. La sincronía del jardín viviente
entretejía a
cada instante los cantos de los pájaros. Esa noche, copas
frondosas me
cubrieron de la lluvia. Arrojé al arroyo mi última
vestimenta, mi último
utensilio, mi último alimento. Subí a los árboles. Sus ramas
se hundían
en dimensiones inauditas del tiempo. Comunicaban con las
ramas de
los árboles que cabeceaban en las más perdidas estrellas. Me
despertó
el fulgor de millones de soles. Sembré entre ellos las
semillas de la
noche. El primer cinturón de constelaciones de árboles de
sombra. Y
el segundo de estrellas alimenticias. Y el tercero de
cometas aromáticos.
Y el cuarto de nebulosas germinativas. Aún debía andar mucho
en todas las direcciones. Hasta los torbellinos de los
mundos de las
magníficas estrellas de las flores.
PD: Están
todas y todos invitados a la presentación de mi libro de relatos
La orgía imaginaria- Más allá de lo
imposible, el día miércoles 30, a las 2 pm, en la sala
Hugo Chávez Frías de la Feria
del Libro de Caracas, Plaza de los Museos. El autor realizará cien dibujos
mágicos para quienes adquieran los cien primeros ejemplares.
SOBRE LA ORGÍA IMAGINARIA :
De Los Fugitivos a Abrapalabra,
pasando por Rajatabla, Vela de Armas, Me río del mundo, Golpe de
Gracia, Pirata, AndaNada, Arca y numerosos otros libros de narrativa, e incluyendo
realizaciones puntuales en el ensayo, el dibujo, el guión de cine y el dibujo
animado, Luis Britto García construye una obra vasta y fascinante, hecha de
imaginación, humor, erudición y sentido crítico. Las variaciones imaginarias
sobre el tema de la utopía que ahora ofrece
pertenecen a una tarea parcialmente emprendida en toda su narrativa anterior:
la de borrar los límites entre lo concebible y lo inconcebible: entre lo
posible y lo imposible, la creación de mundos imaginarios vertiginosos y
amenazadores no sólo por la audacia de su invención, sino por la posibilidad
real de que se materialicen. En estos relatos aborda lo cruel, lo tentador, lo
terrible de la utopía entendida como exceso de perfección, de orden, de
sistematización, y en suma, de absoluto. En ellos encontramos torres que
consumen la materia de todo un planeta, filósofos que ordenan la persecución de
los poetas, exámenes destinados a destruir a los capaces, ciudades vegetales,
seres que se convierten en el sujeto amado, astros que existen simultáneamente
en todos los tiempos gramaticales, revoluciones que nacen porque parecían
imposibles, seres perdidos en laberintos de espejos o de dolor o de
combinaciones genéticas. Sade, Platón, Fourier, Bach, Lenin, Marx protagonizan
algunas de las historias; en otras el personaje central es el lector o seres inimaginables. La
orgía imaginaria es un libro alarmante, que revela el plan secreto del
milenio que comienza y nos prepara para sus monstruosas sorpresas.
(TEXTO/FOTOS: LUIS BRITTO)
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Rajatabla: www.monteavila.gob.ve
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Venezuela: www.minci.gob.ve
La invasión
paramilitar: Operación Daktari: www.minci.gob.ve
Socialismo del Tercer
Milenio: http://www.monteavila.gob.ve/mae/pdf/socialismo-tercer-milenio.pdf
El Imperio Contracultural: del Rock a la Postmodernidad :
El
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