lunes, 20 de enero de 2020

MADURO HA RESISTIDO TRES OLEADAS DE TERRORISMO CALLEJERO

Luis Britto García: “Maduro ha resistido tres oleadas de terrorismo callejero”

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Publicado por: Iván Oliver Rugeles - enero 18, 2020

En entrevista al Correo del Orinoco

“No debemos esperar que nos van a salvar los neoliberales que llevan dos décadas cavando nuestra sepultura. Para salir de cualquier laberinto, hay una medida infalible: doblar siempre a la izquierda.”

17 Enero 2020 - El intelectual venezolano considera que lo del “autoelegido” es una muestra patética de una oposición que no ha sabido granjearse el apoyo popular. Fedecámaras es la ejecutora descarada, pública, notoria y desvergonzada de la única estrategia opositora que ha tenido éxito desangrando al Estado. Hay normas que permiten adoptar medidas de control de precios y ganancias, erradicar la especulación y el abuso de la posición de dominio económico. Para salir de cualquier laberinto hay que doblar siempre a la izquierda

“Hay una Convención de la Organización de las Naciones Unidas que declara inembargables los bienes de los Estados en el exterior, pues se los supone dedicados a finalidades de interés público: exijamos su aplicación”, señala Luis Britto García, estimado entre uno de nuestros más brillante pensadores, al referirse a la confiscación de bienes, que son de todos los venezolanos, por una camarilla de países alineados con Estados Unidos. Estas y otras interrogantes, a solicitud del Correo del Orinoco, son analizados por el escritor desde el ciberespacio de su casa terrena.

-Desde el punto de vista del devenir histórico venezolano ¿en qué punto del camino cree usted que nos encontramos?

-Estamos en la tentativa de romper nuestras relaciones de dependencia con Estados Unidos y varios países europeos, y de ir más allá del dominio que nos impone en el orden interno una burguesía parasitaria que siempre ha vivido de explotar los favores del Estado. Dentro de esa etapa, hemos llegado al punto en que ambos poderes, coligados, han decidido utilizar toda su fuerza, todos sus recursos, para acabar con la intentona.

-¿Qué representan Chávez y la Revolución Bolivariana en este ciclo?
-Chávez y la Revolución Bolivariana representan una fuerza histórica que se desarrolla en todos los países dependientes en mayor o menor grado. En Venezuela ese intento de romper las relaciones de dependencia y de crear un orden social y económico más justo se ha manifestado en diversas formas, desde las intentonas contra la Corona hasta la misma Guerra de Independencia, las rebeliones campesinas y la Guerra Federal, hasta la lucha armada de los años sesenta, setenta y ochenta del pasado siglo. En esa oportunidad los movimientos renovadores fracasaron porque, aunque hubo importantes fracciones del ejército que los apoyaron en rebeliones como el Porteñazo y el Carupanazo, a la larga una guerrilla muy mal pertrechada no pudo vencer a un ejército muy poderoso en un escenario rural, cuando Venezuela había devenido esencialmente un país urbano. Chávez y la Revolución Bolivariana representan una opción que por cierto yo había previsto en mi novela Vela de Armas, publicada a finales de los años sesenta: la unión de los revolucionarios con el ejército, que es decisiva. En América Latina solo han subsistido los movimientos progresistas que han tomado el poder a la cabeza de un ejército revolucionario, o que han logrado un acuerdo perdurable y sólido con la institución armada. Los demás son solo inquilinos transitorios del poder.
-La entrada pública de EEUU al escenario venezolano demuestra que no eran Fedecámaras ni la oposición quienes manejaban los hilos del ataque a la Revolución ¿Es así?
-Es enteramente cierto. El imperialismo actúa a través de mil máscaras, que fingen autonomía e independencia, pero que a la postre se revelan como títeres de la fuerza imperial. Pomposos sacerdotes, sublimes intelectuales, desenfadados dueños de los medios de comunicación, supuestamente dinámicos empresarios, desinteresados operadores de ONG, desgañitados terroristas, paramilitares hamponiles, todos fingen autonomía e independencia, pero a la larga confirman el adagio de que por la plata baila el mono, y de que quien paga el mariachi escoge la canción.
-Luego de su fracaso con Carmona Estanga y el golpe de abril de 2002, Fedecámaras reculó y se escondió tras bastidores ¿Qué papel considera usted que ha jugado el poder económico criollo en todo este proceso de conspiración y agudización de los problemas que padece la población ?
-Fedecámaras ni reculó ni se escondió. Luego de verificar asombrada que tras participar en un golpe de Estado sangriento nadie les exigió responsabilidades ni los acusó penalmente, no han dejado de oponerse por todos los medios, abiertamente, con todo el poderío de los medios de comunicación y de las organizaciones que financian, a todas las medidas progresistas del Gobierno. Fedecámaras en realidad es la ejecutora descarada, pública, notoria y desvergonzada de la única estrategia opositora que ha tenido éxito: desangrar al Estado obteniendo dólares preferenciales que eran exportados de inmediato, engañarlo mediante empresas de maletín e importaciones fantasmas, y ponerse de acuerdo para irrespetar los precios acordados y devaluar la moneda siguiendo estrictamente los tipos de cambio fijados por páginas web que dependen del imperio. Mientras no se los detenga, seguirán haciéndolo.
Desde el poder
-Si Maduro todavía contesta el teléfono en Miraflores quiere decir que ha sido afortunado en cuanto a las estrategia para derrotar al imperio y cuantas conspiraciones se han planteado ¿Es así?
-Así es. Creo que no hay gobierno latinoamericano y caribeño contra el cual se hayan intentado tantas agresiones sin resultado. Ha resistido por lo menos tres oleadas de terrorismo callejero, un intento de magnicidio, mil y una intentonas de golpe de Estado, millares de amenazas de invasión, conjuras diplomáticas de todo tipo, y sigue en el poder. En la mayor parte de los casos ha dejado que esas intentonas se desgasten, ya que no cuentan con dos recursos fundamentales de poder: ni el apoyo popular ni el de las Fuerzas Armadas. En lo que ha sido menos afortunado es en derrotar la guerra económica a través del bloqueo y la hiperinflación.
-¿Cómo juzga a 2019 y la aparición de Juan Guaidó?
-El autoelegido es una muestra de las payasadas patéticas de una oposición que no ha sabido granjearse el apoyo popular. Si ese individuo verdaderamente hubiera sentido que tenía una opción de contar con el electorado, ha debido lanzar su candidatura para la Presidencia y esperar a ver quién votaba por él. No lo hizo, y para ello no le vale la excusa de que no confía en el Consejo Nacional Electoral, pues el conteo de votos por ese organismo fue el que le confirió la diputación que todavía ostenta, y el que reconoció la mayoría opositora en el Poder Legislativo. Si los actos del Consejo Nacional Electoral no valen, tampoco es válida su diputación ni la conformación actual de la Asamblea Nacional ni su elección como presidente de ésta. Han debido renunciar a sus investiduras, en lugar de intentar una farsa que resultaría cómica de no ser por los millones de dólares que han robado valiéndose de ella. Por otra parte, la Constitución solo admite que el presidente del Congreso asuma la Presidencia de la República cuando hay falta absoluta del titular de esta; solo por 30 días, y para convocar nuevas elecciones. Y en este caso ni hay falta absoluta del Presidente ni el autoelegido ha convocado a elecciones ni se ha retirado después de los 30 días que constituyen el lapso de su mandato.
-¿Cómo salir de este laberinto?
-Con la ayuda del más poderoso de los factores, que es la soberanía popular que le ha conferido al Gobierno amplísimos poderes para actuar en todos los campos. Hay normas que sancionan la usurpación de funciones y los intentos violentos de toma del poder: debemos aplicarlas. Hay normas que permiten adoptar medidas de control de precios y ganancias, erradicar la especulación y el abuso de la posición de dominio económico: debemos también aplicarlas. El Estado es el único accionista de Pdvsa: debe utilizar esa mayoría accionaria para sanearla, reformarla y devolverle su capacidad productiva. Hay una Convención de la Organización de las Naciones Unidas que declara inembargables los bienes de los Estados en el exterior, pues se les supone dedicados a finalidades de interés público: exijamos su aplicación. No debemos esperar que nos van a salvar los neoliberales que llevan dos décadas cavando nuestra sepultura. Para salir de cualquier laberinto, hay una medida infalible: doblar siempre a la izquierda. Así se evita entrar de nuevo en galerías clausuradas que no llevan a ninguna parte.
El ocaso de cierta izquierda
-Muchos analistas dicen que el imperio está a punto de caer y el dólar a un tirito de derrumbarse. ¿Es cierto o es un deseo de quienes estamos sometidos y de la intelectualidad de izquierda?
-Ambas cosas son ciertas. El dólar no tiene ningún tipo de respaldo desde 1974, y está perdiendo valor frente al yuan, que ha ido construyendo un fuerte respaldo en oro y en la productividad de China, hoy la primera potencia económica del mundo. Estados Unidos tiene una deuda que excede de 109% de su Producto Interno Bruto, y que representa más del tercio de toda la deuda pública global, y al parecer su poderío armamentista ha sido superado por el de Rusia. Sin embargo, no necesariamente caerán ni el Imperio ni su divisa para esta tarde. Y es de temer que a medida que se debilitan, concentren sus esfuerzos en no perder en América Latina y el Caribe la hegemonía que se les escapa en el resto del mundo. Debemos estar preparados.
-¿Qué pasó con la izquierda pop venezolana de los años 70, 80, 90, que se echaba palos en Sabana Grande y cuando llegó el mulato Chávez con su socialismo salió espantada?
-Gran parte de esos tragos eran subsidiados por el bipartidismo, y cuando éste dejó de pagárselos, sufrieron un síndrome de abstinencia. Es posible también que se resintieran contra alguien que pudo lograr lo que ellos no: tomar el poder para ejecutar un programa progresista. También hay que señalar que la obra perdurable de la mayoría de ellos fue creada mientras estaban en la izquierda, y que después de su deserción han sido aquejados por una esterilidad irrecuperable.
-¿Qué opinión le merece el pueblo venezolano a estas alturas?
-He estudiado la manera de ser de nuestro pueblo en mi libro El verdadero venezolano, y su capacidad de resistencia a la agresión multiforme que hoy se desencadena en su contra confirma mi diagnóstico optimista. Sin embargo, no hay que confiar en que esa capacidad de aguante sea infinita. El pueblo nicaragüense le negó su voto al sandinismo cuando este intentó aplicar medidas neoliberales. El imperio tiene múltiples y poderosas maneras de confundir al pueblo, y las está aplicando todas. Las más eficaces son las que atentan contra los logros del bolivarianismo en elevación del nivel de vida y acceso a la salud, la educación y el trabajo. La gran batalla por la perduración del bolivarianismo y del mismo pueblo venezolano hay que darla en esos campos.


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Para: malcolm rumbos

 
 

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