1
¿Qué científico queremos? ¿Qué ciencia queremos? Es una pregunta tan básica y de tan difícil respuesta como plantearnos qué vida deseamos. Pero quizá sea la misma. Aspiramos a una existencia infinita que lo abarque todo; estamos condenados a otra transitoria y confinada a limitadas opciones. Determinan nuestra elección de un proyecto de vida o de ciencia los modelos que quisiéramos imitar, pero también nuestras capacidades, el medio, las oportunidades y bienes de que dispongamos.
2
Kant afirma que la Historia es el proceso de realización de las potencialidades del hombre. Quiero todos los científicos y toda la ciencia que podamos tener. El conocimiento nos constituye en seres humanos. Deseamos una sociedad lo más humana posible, en la cual la mayoría los habitantes y de los recursos se dediquen al conocimiento. El problema del investigador o de quien fija una política científica es similar al que enfrenta el economista: establecer la óptima relación entre las necesidades y los bienes con los que puede satisfacerlas. Las necesidades económicas son potencialmente infinitas. También lo son los objetos a esclarecer que puede proponerse la ciencia. Ello requiere establecer jerarquías tanto entre necesidades como entre bienes.
3
La ciencia no se produce en el vacío. La sociedad pone a disposición del científico tiempo para su trabajo, instrumentos, recompensas. Pero incluso el investigador individual encara una restricción de las opciones. No puede elegir todas las disciplinas a la vez. Dentro de ellas tampoco puede enfrentar todas las especialidades ni todos los problemas. El problema de la relación entre fines y medios es compartido por investigadores y sociedades. ¿Cómo establecen las sociedades esta relación? Al respecto apunta Oscar Varsavsky que “no es posible tener una política educativa coherente –universitaria o no- sino en el marco de referencia de un Proyecto Nacional de largo plazo, con características ideológicas y objetivos concretos bien definidos” (Hacia una política científica nacional 2006,64). Los proyectos nacionales rigen las políticas educativas y científicas en la medida en que determinan la asignación de recursos.
4
Tales políticas deberían comprender la preservación y conservación tanto del conocimiento como de quienes lo crean. Deberían incluir normas para proteger de la patente por intereses foráneos los saberes tradicionales acumulados o los códigos genéticos de especies endógenas. Deberían estimular que los científicos formados en el país continúen sus carreras en él. Afirmó Carlos Lage que “Un millón de científicos y profesionales formados en América Latina a un costo de unos 30 mil millones de dólares, viven hoy en los países desarrollados y por sus innovaciones y aportes científicos debemos pagar o prescindir de ellos” (Lage 1999, cit. por Martínez Enríquez, “La globalización neoliberal y la libertad de movimiento: paradojas conceptuales y prácticas” 2006, 145).
5
América Latina y el Caribe están lejos de aplicar sus capacidades de investigación científica de manera óptima a sus más urgentes problemas. Una maldición parece distanciar a la imparcialidad científica de la pobreza humana. Señala el Proyecto de Desarrollo Humano de Naciones Unidas que actualmente sólo el 10% del gasto total en investigación y desarrollo en medicina está dirigido a las enfermedades del 90% más pobre de la población (PNUD 2003,12). Hace notar Jean Ziegler que los países del Tercer Mundo, con el 85% de la población del planeta, sólo integran el 25% del mercado farmacéutico de éste. Añade que entre 1975 y 1996, los grandes laboratorios farmacéuticos desarrollaron 1.223 moléculas nuevas, de las cuales sólo once eran aplicables al tratamiento de enfermedades tropicales. Tal descuido es tanto más dañino si se tiene en cuenta que enfermedades como el paludismo, la tuberculosis, la enfermedad del sueño y el Kala-azar o fiebre negra, que casi habían desaparecido entre 1970 y 1980 gracias a campañas de entes como la Organización Mundial de la Salud, han reaparecido, al extremo de que en 2001 la enfermedad del sueño mató 300.000 personas, la tuberculosis 8 millones, y un niño moría cada 30 segundos de paludismo (Los nuevos amos del mundo 2003, 73).
6
También señala el PNUD que la investigación agrícola está infradotada, porque muchos países de bajos ingresos apenas destinan el 0,5% de su PIB agrario a la investigación agrícola, el cual se concentra en proyectos sobre los cultivos de mayor valor comercial y las tierras de mejor calidad; y que para que dicha investigación favoreciera a los productores pobres de tierras marginales, debería centrarse en proyectos como los sistemas de multicultivos, la agricultura ecológica, las variedades de semillas de maduración temprana y los métodos económicos de maduración del suelo (PNUD 2003, 104). Por las mismas razones, concluye que “Dado que la mayor parte de los esfuerzos científicos no tienen en cuenta las necesidades de los pobres, es fundamental que la comunidad científica mundial –encabezada por los laboratorios nacionales, los organismos de financiación científica de ámbito nacional y las fundaciones privadas- trabaje con grupos de científicos en los países pobres para identificar los objetivos prioritarios en materia de investigación y desarrollo e incrementar considerablemente la financiación” (PNUD 2003, 24).
7
¿Qué garantías tiene una determinada política científica de ser correcta? La investigación es una apuesta contra lo desconocido; toda política que intente organizarla debe resignarse a un grado de incertidumbre. Todo proceso cognoscitivo se propone precisamente la reducción de las incertidumbres. Cada sociedad plantea los problemas que le interesa resolver, les asigna prioridades y recursos y los aborda con su estilo peculiar. A tal sociedad, tal ciencia. Pero también, a tal ciencia, tal sociedad.
Versión en francés: http://luisbrittogarcia-fr.blogspot.com
¿Qué científico queremos? ¿Qué ciencia queremos? Es una pregunta tan básica y de tan difícil respuesta como plantearnos qué vida deseamos. Pero quizá sea la misma. Aspiramos a una existencia infinita que lo abarque todo; estamos condenados a otra transitoria y confinada a limitadas opciones. Determinan nuestra elección de un proyecto de vida o de ciencia los modelos que quisiéramos imitar, pero también nuestras capacidades, el medio, las oportunidades y bienes de que dispongamos.
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Kant afirma que la Historia es el proceso de realización de las potencialidades del hombre. Quiero todos los científicos y toda la ciencia que podamos tener. El conocimiento nos constituye en seres humanos. Deseamos una sociedad lo más humana posible, en la cual la mayoría los habitantes y de los recursos se dediquen al conocimiento. El problema del investigador o de quien fija una política científica es similar al que enfrenta el economista: establecer la óptima relación entre las necesidades y los bienes con los que puede satisfacerlas. Las necesidades económicas son potencialmente infinitas. También lo son los objetos a esclarecer que puede proponerse la ciencia. Ello requiere establecer jerarquías tanto entre necesidades como entre bienes.
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La ciencia no se produce en el vacío. La sociedad pone a disposición del científico tiempo para su trabajo, instrumentos, recompensas. Pero incluso el investigador individual encara una restricción de las opciones. No puede elegir todas las disciplinas a la vez. Dentro de ellas tampoco puede enfrentar todas las especialidades ni todos los problemas. El problema de la relación entre fines y medios es compartido por investigadores y sociedades. ¿Cómo establecen las sociedades esta relación? Al respecto apunta Oscar Varsavsky que “no es posible tener una política educativa coherente –universitaria o no- sino en el marco de referencia de un Proyecto Nacional de largo plazo, con características ideológicas y objetivos concretos bien definidos” (Hacia una política científica nacional 2006,64). Los proyectos nacionales rigen las políticas educativas y científicas en la medida en que determinan la asignación de recursos.
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Tales políticas deberían comprender la preservación y conservación tanto del conocimiento como de quienes lo crean. Deberían incluir normas para proteger de la patente por intereses foráneos los saberes tradicionales acumulados o los códigos genéticos de especies endógenas. Deberían estimular que los científicos formados en el país continúen sus carreras en él. Afirmó Carlos Lage que “Un millón de científicos y profesionales formados en América Latina a un costo de unos 30 mil millones de dólares, viven hoy en los países desarrollados y por sus innovaciones y aportes científicos debemos pagar o prescindir de ellos” (Lage 1999, cit. por Martínez Enríquez, “La globalización neoliberal y la libertad de movimiento: paradojas conceptuales y prácticas” 2006, 145).
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América Latina y el Caribe están lejos de aplicar sus capacidades de investigación científica de manera óptima a sus más urgentes problemas. Una maldición parece distanciar a la imparcialidad científica de la pobreza humana. Señala el Proyecto de Desarrollo Humano de Naciones Unidas que actualmente sólo el 10% del gasto total en investigación y desarrollo en medicina está dirigido a las enfermedades del 90% más pobre de la población (PNUD 2003,12). Hace notar Jean Ziegler que los países del Tercer Mundo, con el 85% de la población del planeta, sólo integran el 25% del mercado farmacéutico de éste. Añade que entre 1975 y 1996, los grandes laboratorios farmacéuticos desarrollaron 1.223 moléculas nuevas, de las cuales sólo once eran aplicables al tratamiento de enfermedades tropicales. Tal descuido es tanto más dañino si se tiene en cuenta que enfermedades como el paludismo, la tuberculosis, la enfermedad del sueño y el Kala-azar o fiebre negra, que casi habían desaparecido entre 1970 y 1980 gracias a campañas de entes como la Organización Mundial de la Salud, han reaparecido, al extremo de que en 2001 la enfermedad del sueño mató 300.000 personas, la tuberculosis 8 millones, y un niño moría cada 30 segundos de paludismo (Los nuevos amos del mundo 2003, 73).
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También señala el PNUD que la investigación agrícola está infradotada, porque muchos países de bajos ingresos apenas destinan el 0,5% de su PIB agrario a la investigación agrícola, el cual se concentra en proyectos sobre los cultivos de mayor valor comercial y las tierras de mejor calidad; y que para que dicha investigación favoreciera a los productores pobres de tierras marginales, debería centrarse en proyectos como los sistemas de multicultivos, la agricultura ecológica, las variedades de semillas de maduración temprana y los métodos económicos de maduración del suelo (PNUD 2003, 104). Por las mismas razones, concluye que “Dado que la mayor parte de los esfuerzos científicos no tienen en cuenta las necesidades de los pobres, es fundamental que la comunidad científica mundial –encabezada por los laboratorios nacionales, los organismos de financiación científica de ámbito nacional y las fundaciones privadas- trabaje con grupos de científicos en los países pobres para identificar los objetivos prioritarios en materia de investigación y desarrollo e incrementar considerablemente la financiación” (PNUD 2003, 24).
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¿Qué garantías tiene una determinada política científica de ser correcta? La investigación es una apuesta contra lo desconocido; toda política que intente organizarla debe resignarse a un grado de incertidumbre. Todo proceso cognoscitivo se propone precisamente la reducción de las incertidumbres. Cada sociedad plantea los problemas que le interesa resolver, les asigna prioridades y recursos y los aborda con su estilo peculiar. A tal sociedad, tal ciencia. Pero también, a tal ciencia, tal sociedad.
Versión en francés: http://luisbrittogarcia-fr.blogspot.com
La relación entre la ciencia y la sociedad siempre ha estado presente, de hecho los inicios de la misma surgen con la intención de resolver problemas y cuestionamientos cuyo origen estaa en las sociedades.
ResponderEliminarEn Venezuela la actividad científica, va en descenso, pues hoy día se quiere de alguna u otra forma "encasillar" a los investigadores a realizar actividades vinculadas con el momento político. Los investigadores Venezolanos siempre han dado respuestas a la sociedad venezolana pero aquí las preguntas que deben responder los gerentes de la CIENCIA
1.) ¿Son escuchados los cientificos?
2.) ¿Cuales problemas no han sido atendidos por los científicos y son prioritarios?
3.) ¿Cuantos Investigadores tiene el país dedicados exclusivamente a la actividad científica?
4.) ¿Cuantos doctores por habitante tenemos?
La lista de preguntas que tengo en mente es larga, así que volvamos al plantemaiento inicial, La Ciencia y los problemas de la sociedad, los cientificos y sus respuestas a los problemas de la sociedad.
Alguien podría pensar que lo que hacen los matemáticos en teoria de números y los diversos teoremas que proponen no es trabajo que beneficie a la sociedad, entonces por ello hay que prescindir de los matemáticos, lo que hacen los físicos en teoria de supercuerdas, agujeros negros, materia oscura, plasmas, etc.. no beneficia a la sociedad, los biológos que estudian comportamientos de Aves, evolución de plantas y otros menesteres tampoco le sirven a la sociedad, por ello prodía preguntarse ¿este tipo de científicos benefician a la sociedad?
Pero lo que hace un médico si beneficia a la sociedad, pues intentan curar o aliviar las enfermedades de la gente, los puentes que hace un ingeniero si benefician a la soceidad y así un buen número de ejemplos de lo que alguien podría pensar es ciencia en beneficio de la sociedad. Pero ahora la pregunta de las mil lochas ¿Con que instrumentos trabajan todos estos profesionales? ¿Como fueron desarrollados?, ¿Donde esta su origen?.
Las investigaciones de Maxwell sobre la teoría electromagnética en su época serían consideradas como ciencia útil para la sociedad?
Los desarrollos e investigaciones realizadas por Galileo serán consideradas como trabajos de cientificos al beneficio del pueblo o sociedad?
La cantidad de ejemplos es inumerables, imaginen si algún gobernante hubiese pensado que la investigación en semiconductores no es útli para la sociedad y por eso no había que financiarla....
Hablar de ciencia, tecnología y sociedad es verdaderamente ineteresante, pero solo hay que ver a los lados para entender como el desarrollo de los paises esta vínculado con el desarrollo científico de los mismos. La denominada potencia mundial "Imperio Gringo" ó como le quieran llamar tiene la densidad más alta densidad de premios NOBEL. ¿Porque nos llaman paises subdesarrollados o en vías de desarrollo?... ¿Será que no se invierte lo necesario en Ciencia?
Si se toma como referencia el censo de 2004 y las esatdisiticas del ONCTI para el 2007, tenemos en venezuela 0.19 investigadores por cada 1000 Hab. aproximadamente. Para que tengan idea en los Estados Unidos (según censo de 1995) el número es de 7.24, en Cánada 5.51, en España 6.31. Los investigadores se hacen preguntas y buscan respuestas, algunas veces responden las preguntas inciales otras no...! pero en esa busqueda surgen las respuestas que pide la sociedad...
En primer lugar el propósito del señor Brito Garcia en este articulo, como vocero del régimen chavista que es, es darle alguna racionalidad y justificación intelectual a la política científica del régimen que no ha sido otra que la de la persecución política de los no afectos al régimen. El criminal desmotanje de Intevep y ahora las medidas que se están tomando en el IVIC son claros ejemplos de dicha política. Se trata de justificar lo injustificable.
ResponderEliminarNo es cierto que la ciencia venezolana esa desconectada de la problemática social de país, a pesar de estar en estado incipiente, existen innumerables ejemplos, sobre todo en el campo de la bio-medicina, que son un profundo mentís de diucha afirmación, pero se esta la usando como justificación para hacer persecución política.
La discusión entre ciencia útil vs ciencia inútil el una discusión maniquea como bien lo sabe el señor Brito García, pero es muy efectiva para hacer demagogia con el público de galería. Según el mandón de Miraflores, al que el señor Brito Garcia, justifica en su discurso, quiere que los investigadores "estudien las quebradas y hagan ciencia social". Evidentemente desde su ignorancia sobre el quehacer científico y su prepotencia es poco lo que se puede esperar, pero el señor Brito Garcia si debería entender la "relación dialectica" entre investigación pura y aplicada y si no lo hace es porque su función es la de ser parte del coro de focas que alaban y justifican todo lo que Chávez dice o hace. Uno hubiera esperado una posición más digna de un intectual como él.
Por cierto "LA LITERATURA QUE QUEREMOS" ha sido siempre la creativa y critica frente al poder, no es así señor Brito Garcia?
" Luis Britto to me
ResponderEliminarQuerido amigo, su ignorancia en cuestiones científicas sólo es superada por su desconocimiento de las cuestiones literarias. Lea mis 67 títulos, todos contienen cerradas críticas al poder, pasado, presente y futuro. Como decía Marx, la ignorancia no ha servido a nadie para nada. Cordiales saludos, Luis Britto"
Señor Britto Garcia:
En primer lugar dejeme decirle que no me siento ofendido por su afirmación sobre mi ignorancia, creo como muchos, incluyendo a Sócrates, que el reconocimiento de la propia ignorancia es condición necesaria para acceder al conocimiento. Allá aquellos que desde su soberbia se ponen a pontificar de lo humano y lo divino, de lo que saben y de lo que no saben, sólo para ganar indulgencias con el mandamás de Miraflores.
Pero descalificandome como ignorante no rebate para nada los argumentos que di en mi comentarios
sobre la politica de persecución que se ha instaurado en el sector científico en Venezuela, allí esta el caso de INTEVEP y las situación actual del IVIC, porque no usa su erudicción multidisciplinaria para analizarlos?
Sobre sus pretendidos "67 títulos, todos contienen cerradas críticas al poder, pasado, presente y futuro" son un buen ejemplo de cómo el pasado humano no determina el presente, como decía Sartre. Sus 67 obras no fueron suficientes para evitar que se convirtiera en un guasón del autócrata que hoy mal gobierna Venezuela.
Atentamente,
Wilfredo Urbina
Cumaná, 29 de agosto de 2009
ResponderEliminarCiudadano:
Luis Brito García
Su despacho.
Estimado Camarada:
Siguiendo instrucciones del Ciudadano Licdo. Rafael Acuña (Pelirrojo), Alcalde del Municipio Sucre del Estado Sucre, tengo a bien dirigirme a Usted, para manifestarle que se está proponiendo su nombre para formar parte la COMISIÓN PARA LA CELEBRACIÓN DEL QUINGENTÉSIMO ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD DE CUMANÁ: PRIMOGÉNITA DE LA RESISTENCIA INDÍGENA, hecho histórico que se cumplirá el 27 de noviembre del año 2015.
Considerando que es éste, un acontecimiento de trascendencia histórico – político para la Ciudad de Cumaná, nuestro país y el Continente Sur Americano, no debe quedar como una retórica y ensayo académico. En virtud de ello estamos conformando una Comisión del más alto nivel nacional, que pueda proyectar tan inigualable hecho histórico, nacional e internacionalmente y que sirva a su vez para rescatar nuestros valores, cultura originaria, autóctona, bolivariana, revolucionaria y socialista.
En virtud de ello, agradecemos confirmar su aceptación, puesto que se está organizando la juramentación de tan importante Comisión para el próximo 27 de noviembre del año en curso, en el marco de la celebración del 494 aniversario de la Ciudad Mariscala del Continente, acto que podría ser acompañado con un Concierto de Gala por parte de la Orquesta que Usted dignamente dirige.
Sin más a que hacer referencia, en espera de su confirmación, quedo de Usted con un saludo Revolucionario, Bolivariano y Socialista,
Atentamente,
Dr. Agustín J. Urbaneja Urbaneja
Director de Planificación y Control de Gestión
Números telefónicos para confirmación 04147746572 -04163836406 - 02934513567
ResponderEliminarQuisiera dejar en este debate algunos temas para la reflexión:
ResponderEliminar1. La ciencia es una actividad humana, socialmente regulada y que evidentemente esta asociada a los mecanismos de poder. Pero la ciencia es tambien un esfuerzo universal para la creacion de un lenguaje, de un andamiaje reproducible y comprobable de conocimientos que ha permitido, entre otras cosas, el desarrollo de tecnologias y aplicaciones (investigacion medica, biologica, en agricultura, en informatica, produccion de energia) de esas que "resuelven" los problemas de las sociedades y que nadie, ni el autor de este articulo, cuestiona.
2. La ciencia no es un proyecto personal, es un proyecto colectivo. No es un proyecto nacional, es un proyecto universal. No es posible, deseable, razonable hacer ciencia "endogena" restringiendonos a nuestras fronteras, al margen del desarrollo de ciencia y tecnologia a nivel internacional.
3. Para poder participar de este esfuerzo colectivo de la humanidad es necesario desarrollar las herramientas necesarias. Esto implica importantes inversiones en formacion de personal y mantener el permanente contacto con lo que esta ocurriendo en el mundo cientifico, la dotacion de laboratorios y centros de investigacion, el financiamiento a gran escala de proyectos estrategicos, y a menor escala de proyectos potencialmente estrategicos. Pero asimismo mantener siempre abiertos los canales de la innovacion y la exploracion de nuevas fronteras.
4. En los paises con mayor capacidad de transferencia a la sociedad de los hallazgos y desarrollos cientificos y tecnologicos existen de manera estructural en la gerencia del estado mecanismos para llevar esto a cabo. Esto incluye la existencia de personal altamente calificado, capaz de interpretar los resultados obtenidos y ejecutar politicas publicas.
5. En Venezuela se han desmantelado proyectos de investigacion agricola que tenian varios lustros funcionando, no se hace nada para evitar la fuga de cerebros de los centros de investigacion (y hasta trata de esconderse), se demantelan laboratorios que trabajan en enfermedades tropicales, se engavetan proyectos para la simulacion a nivel molecular que permitirian la fabricacion de productos farmaceuticos complejos, se acabo con importantes lineas de desarrollo cientifico y tecnologico en petroleo, por mencionar tan solo algunos ejemplos. No es verdad que los cientificos esten en una torre de marfil, al contrario, la productividad en todos los temas, sociales o no, ha disminuido por falta de apoyo en los ultimos años.
6. Una condicion para el desarrollo es contar con personal tecnico y cientifico calificado, entrenado en hacer y responder preguntas. El problema es que ese personal suele cuestionar mas alla de lo que conviene a cualquier gobierno que quiere imponer su autoridad por la fuerza. Conviene, para ordenar las ideas, leer la carta de Einstein dirigida al ministro de educacion italiano en la Italia de Mussolini.
Sobre ciencia en Venezuela Parte I
ResponderEliminar1.- Yo soy un entusiasta lector de LBG, aunque no llego a sus 67 tomos. Tengo Piratas en cola para diciembre.
2.- La relación ciencia-sociedad varía con el tiempo. Por ejemplo, hablar de ciencia nacional en un mundo globalizado está cercano de un anacronismo, como muchas de las "definitivas" y casi todas anacrónicas sentencias de Varsasky al respecto. Galileo tampoco hizo "ciencia nacional" gracias a dios agrego, porque un gentío se caería por las barandas al desconocer la gravitación. Por otra parte ¿solo los europeos tienen derecho a contemplar la naturaleza e indagar sobre sus secretos? Por suerte no, el director del IVIC mira mariposas y estudia la Antártida.
3.- Sin apelaciones la sentencia sobre el control que sobre la investigación científica ejercen los financistas, gobierno o privado. Los neoliberales en Venezuela, Gumersindo Rodríguez y Pedro Tinoco a la cabeza, acuñaron el término "carreras suntuarias" a casi todas las actividades que LBG desarrolla intelectualmente: inútiles para el proceso político que defendían, como hoy se hace para perseguir y denigrar del pequeño, tenaz y eficiente aparatito científico venezolano. La utilidad como función de ganancias que minimice la inversión y maximice los réditos es uno de los paradigmas básicos del capitalismo. Allí encaja perfectamente el concepto de ciencia útil. Como dijo Antonio Aponte en un Grano de Maíz: creer que hay que prescindir de alguna investigación científica porque no se sabe para qué sirve es como matar a un recién nacido porque uno no sabe la clase de monstruo que podría ser. Obviamente, cita no textual.
4.- Comparto plenamente los llamados a que haya la mayor cantidad de ciencia y de científicos que se pueda. Sobre las estadísticas del PNUD y de la WHO respecto a qué se investiga en estos países, eso hay que leerlo con cuidado, sobre todo porque ellos se proponen para salvarnos del supuesto atraso. Brasil está a la vanguardia de la investigación en salud en enfermedades tropicales y como proyecto nacional los militares desarrollistas se metieron a promover la cifra de físicos teóricos más grande del planeta, creo que pensando en ser potencia atómica. Hoy el aparato científico brasilero se ve de tu a tu con cualquier centro mundial en muchas ramas del saber. Digo, es muy complicado hacer crecer la ciencia en un país solo por el camino de la obediencia a los financiadores. El conocimiento (todo) nos constituye en seres humanos.
Ricardo Rios
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Sobre ciencia en Venezuela parte II
ResponderEliminar5.- Es un imbécil el investigador que se niegue a generar conocimiento sobre su propio entorno, porque la mente científica es crítica y transformadora, así el que dirija un laboratorio sea un chupamedias para conseguir presupuestos. Mejor dicho, es de todo menos científico quien se cierre a mirar su entorno con la mirada de la ciencia. Todos los trabajos que se hacen en Venezuela tienen algo de nacional y de internacional, por suerte. No veo la necesidad de encerrarnos como los albaneses a descubrir la tabla de multiplicar de manera endógena para tener que comprar luego calculadoras a estafadores.
6.- La ciencia en Venezuela es débil, sobre todo es políticamente débil. Por ello no entiendo ese empeño en promover su persecución. Ojalá en el gobierno lean con atención los escritos de LBG porque las consecuencias de los errores en la demostración de un teorema suelen ser menos catastróficas que los malos paquetes económicos. También lo han sido ciertos usos que del saber científico se ha hecho: Remenber Hiroshima, mon amour. Claro está que uno no se puede poner a prohibir la filosofía inútil de los clásicos griegos que sirven de base al supremacismo occidental que dio pie al nacimiento del imperialismo y a la depredación del ambiente. Creo que Platón nunca pensó en criminal división colonialista de Ruanda y Burundi que sirvió la cama a las atroces matanzas recientemente ocurridas allí. Digo esto para subrayar que no todo tiene consecuencias sociales inmediatas ni que uno es responsable de los destinos que sus creaciones alcanzan.
7.- Por cierto que un grupo de empresarios privados ruandeses está desarrollando un programa enorme para que la fibra óptica llegue a cada hogar y así generar empleo e informatizar la gestión pública en Ruanda, país azotado por cuanta enfermedad curable existe. ¿Les hará falta eso a los hutus ya los tutsis en medio de sus conflictos de exterminio? ¿Y si eso trae paz después? El desarrollo tecnológico necesario alrededor de semejante empresa es descomunal, eso debería sentar las bases para un salto cuántico de la calidad de vida de esos habitantes de África.
8.- Las relaciones políticas que se deriven de la dialéctica entre la creación y el uso del conocimiento es algo que debe abordar con total franqueza. Es insoportable que haya empresas o investigadores que pretendan apoderarse del código genético de nuestro paisaje y luego pretender que se lo compremos a altos precios. No pasa lo mismo con la generación de programas y paquetes y no se cómo es la cosa con vacunas y patentes médicas. Mandela nos enseñó lo que hay que hacer cuando la mezcla irresponsable de conocimientos ancestrales e intereses pecuniarios de las transnacionales farmacéuticas establecieron una horrenda alianza de ignorancia y estupro que facilitó la propagación del SIDA en Suráfrica: sacó al chamán que tenían de ministro de salud y mandó al demonio el respeto a las patentes de los cocktails de antibióticos que les suministran a los pacientes con VIH. Pero esto no es ciencia sino humanismo del bueno.
9.- Creo que hay que ver con cuidado lo que se dice sobre la ciencia que necesitamos porque en la Venezuela de hoy, con "un IVIC lleno de escuálidos que hay que arrasar" (Chávez dixit) puede salir algún funcionario del recontrajalabolismo, un Maxwel Smart de la adulación pues, que se confunda con la metáfora presidencial y lo arrase a uno por escuálido. Remember INTEVEP y los PLI del IVIC.
10.- Acepto el reto, si hay que optar por disciplinas porque no se pueden estudiar todas y si hay que optar por temas dentro de cada disciplina, tenemos que discutir los criterios de selección. Ojalá cierta noción de sociedad no se imponga y se nos permitan ensayar, errar y validar hipótesis sobre los temas que hemos trabajado y que debemos seguir trabajando.
Ricardo Ríos
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