En la entrega anterior demostramos que los llamados “Tratados contra la Doble Tributación” le cuestan al Tesoro nacional una pérdida de 17.875 millones de dólares por año. Hasta el presente Venezuela ha ratificado 32 de estos desastrosos pactos. Examinemos el “CONVENIO ENTRE EL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA Y EL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA CON EL OBJETO DE EVITAR LA DOBLE TRIBUTACIÓN Y PREVENIR LA EVASIÓN FISCAL EN MATERIA DE IMPUESTOS SOBRE LA RENTA Y SOBRE EL PATRIMONIO”, concertado entre ambos países en 1999. Veamos cómo nos roban.
Actividades comerciales permanentes en Venezuela no pagan impuestos
Según ese Tratado, una empresa o ciudadano de Estados Unidos sólo pueden ser obligados a pagar impuestos en Venezuela si tienen en ella un “establecimiento permanente”. Pero, según su artículo 5, numeral 3 sólo hay “establecimiento permanente” cuando la gestión de una obra o un suministro de servicios exceden de seis meses. Tampoco sería “permanente” el establecimiento, aunque dure más de seis meses, cuando el inversionista explote en el país anfitrión instalaciones para almacenar, exhibir o entregar bienes, o depósitos de bienes para ser procesados por otra empresa, o para comprar mercancías o recopilar información. Así, empresas o ciudadanos estadounidenses pueden realizar en forma indefinida en Venezuela una inmensa gama comercial de actividades de almacenamiento, exhibición, entrega, depósito y compra de bienes y colecta de información, sin que se considere que tienen “establecimiento permanente” y sin pagar impuestos. Es un régimen a la medida para los “capitales golondrinas”, que apenas permanecen en un país el tiempo indispensable para succionarle dividendos especulativos, y que gracias a estos tratados ahora lo desangran sin pagar un centavo de tributos.
Exención de impuestos venezolanos para extranjeros residentes en Venezuela
El artículo 24 pauta que “cuando un residente de Venezuela perciba una renta que, de conformidad con lo dispuesto en este Convenio, pueda ser sometida a imposición en los Estados Unidos, Venezuela deberá permitir la eliminación de la doble tributación a dicho residente”. Preguntará usted si puede ser considerada “residente de Venezuela” una empresa estadounidense. Ciertamente: según el artículo 4 ejusdem, sí. Luego: las compañías estadounidenses “residentes en Venezuela” gozarán de una “exención de dicha renta del impuesto venezolano” o de un crédito contra él.
Exención total para transporte aéreo o marítimo
El mismo Tratado dispone en su artículo 8 que “los beneficios de una empresa de un Estado contratante procedentes de la operación de buques o aeronaves en tráfico internacional sólo pueden someterse a imposición en ese Estado”. Por tanto, las numerosas compañías estadounidenses que operan naves o aeronaves dentro de Venezuela y obtienen ganancias en ella no pagan impuestos al fisco venezolano, sino al de Estados Unidos. En virtud de esta falsa reciprocidad, el fisco venezolano podría cobrar tributos a las empresas de tal género que Venezuela opera en Estados Unidos: ninguna, o casi ninguna.
Los extranjeros pagan tasas tributarias menores
El artículo 10 del Tratado admite que los dividendos “pagados por una compañía residente de un Estado contratante a un residente del otro Estado contratante pueden someterse a imposición en ese otro Estado”. Léase: los dividendos pagados por una compañía residente en Venezuela a un residente de Estados Unidos pueden ser sometidos a tributación en Estados Unidos. Sólo excepcionalmente deberán pagar impuestos en Venezuela. Pero, para el caso de que ello suceda, el parágrafo inmediato limita drásticamente a porcentajes de 5% y 10%, según el caso, la tasa de los impuestos que el Estado donde reside la empresa –Venezuela- puede aplicarles. Estas limitaciones violan la soberanía tributaria que el artículo 535 del título VIII de su Constitución atribuye a Venezuela. También la violan los artículos 11 y 12 del Tratado, que coartan con parecidos límites de 5% o 10% según el caso, la soberana potestad de la República de Venezuela de imponer tributos a las sucursales de empresas estadounidenses o a las regalías producidas en ella y pagadas a un residente de Estados Unidos.
Exención tributaria para el capital financiero
El parágrafo 3 del artículo 11 de dicho Tratado asimismo declara exento de impuestos en un Estado el interés “pagado por ese Estado o una de sus divisiones políticas o una de sus entidades locales”. Se declara así libre de tributo el usurario cobro de intereses de la Deuda Pública, con el cual los acreedores extranjeros sorben magnitudes colosales del ingreso público venezolano. En reciprocidad, sabemos que tampoco pagarán impuestos a Estados Unidos los dos o tres venezolanos que posean títulos de la Deuda estadounidense.
Violación de la soberanía hacendística y jurisdiccional
Cerramos con dos perlas. El artículo 25 impide a Venezuela favorecer a las empresas o personas nacionales con regímenes tributarios menos gravosos que los aplicados a extranjeros. Se ignora así la soberana potestad de proteger la economía nacional que confiere a la República el artículo 316 de la Carta Fundamental. El artículo 26 del Convenio pauta que quien suscite controversias sobre la aplicación del tratado “podrá someter su caso a la autoridad competente de cualquiera de los Estados contratantes”. Tribunales extranjeros decidirán las querellas tributarias venezolanas, violando el numeral 23 del artículo 165 de la Constitución, que atribuye al Poder Nacional la administración de justicia.
Contra el saqueo
Hasta 2008 Venezuela suscribió 32 “Tratados contra la Doble Tributación”, infligiéndose la ruinosa pérdida anual de 17.024 millones de dólares en impuestos no cobrados, a favor de los Paraísos Fiscales. En la crisis económica, el país los necesita para indispensables gastos en educación, salud y seguridad social. Cortemos la sangría.
Maltrato a los Licenciados en Educación de la Misión Sucre-Universidad Bolivariana de Venezuela
ResponderEliminarLa Zona Educativa del Distrito Capital maltrata a los Licenciados en Educación de la Misión Sucre- UBV, desde la asignación de las cartas de presentación en las escuelas, la Zona Educativa y en particular el Departamento de Recursos Humanos, no tomó en consideración las muchas cartas de postulación que los Licenciados tenían en sus manos de sus respectivas escuelas donde participaron en su vinculación profesional de la carrera, con un tajante y grosero NO, ignoró el trabajo que la mayoría hacían en dichas escuelas donde ya tenían un interrelación estable y mantenían proyectos de aprendizajes para los niños y niñas.
La Zona Educativa, mediante una actitud ofensiva descartó de igual manera los pedidos que los Licenciados necesitaban de cambio de escuela, tomando en cuenta la lejanía en donde les asignaron. El principio de la municipalización de la educación en el Programa Nacional de Formación de Educadores se ignoró totalmente, y a muchos los asignaron en parroquias y comunidades distintas a su acontecer diario, a sus aldeas universitarias, se descartaron sin fundamento muchos traslados de ambientes mediante la figura de mutuo acuerdo. Se notó la improvisación y falta de una estadística de prioridades donde los Licenciados podían jugar un rol importante como educadores, se evidenció la conducta cuarta republicana de los infiltrados de siempre.
Al presentar las cartas que fueron asignadas arbitrariamente y sin criterio alguno en las respectivas escuelas, los directivos desconocían totalmente el rol que iban a jugar los educadores y educadoras, ya no se conformaron con el maltrato en la zona educativa, ahora el maltrato correspondería al personal directivo de las escuelas , hasta el punto de ofender de igual manera a los licenciados y licenciadas manifestándoles “ aquí no hay trabajo para ustedes” a muchos los trataron de abusadores, hasta llegaron al punto de esgrimir que esas cartas eran ilegales.
Luego que en la zona educativa y los distritos escolares se dignaron, tomando en cuenta su ineficiencia y grosera burocracia a medio informar al personal directivo, estos asignaron a los licenciados y licenciadas en educación donde ellos considerarían pertinentes asignar, ahora el maltrato continua. Los docentes de aula no prestan la colaboración a los nuevos educadores, los ignoran en el aula de clases, no quieren compartir su planificación ni su proceso de evaluación, se resisten a realizar un trabajo conjunto, en fin, el licenciado en educación debe respirar muy profundo y llenarse de mucha paciencia para evitar cualquier diferencia.
Esto está generalizado en todas las escuelas, los docentes que ya estaban en aula ignoran el papel que los nuevos licenciados van a jugar, desconfían de estos, piensan que son espías del gobierno, que los están vigilando, supervisando, que les quitarán el cargo, que van a ideologizar y politizar a los niños, es realmente una situación grave que el Licenciado de la UBV debe afrontar: calumnias, maltrato y rechazo dentro de las escuelas por parte de muchos directivos, de muchos docentes, de los distritos escolares, de la zona educativa.
Ahora los Licenciados de la UBV, que se formaron bajo el principio del Sistema Educativo Bolivariano, bajo el concepto de las escuelas Bolivarianas, deben ajustarse al sistema de educación tradicional que aún impera en las escuelas, con el riesgo de contaminarse de los viejos vicios que esto significa. Deben ahora para poder ejercer la profesión “aprender a desaprender” nuevamente, y adaptarse al modelo que precisamente, se habían formado para transformarlo, mejorarlo, revolucionarlo. Es realmente MUY GRAVE esta situación.
Es así que ahora deben trabajar bajo el Currículo Básico Nacional de la cuarta república, manejar los instrumentos cuantitativos de evaluación de la cuarta república, aprender a planificar bajo el concepto conductista característico de la cuarta república. Los maestros de la oposición que ya estaban en las aulas están aprovechando la división de estos licenciados en distintas escuelas para maltratarlos, marginarlos. Acusándolos de ideologizadores, de politiqueros chavistas y de educadores chimbos. Tratando a los Profesionales de la Educación de auxiliares, banco de suplentes, personal de segunda.
Las grandes interrogantes en este sentido son:
¿Tiene conocimiento el Ministerio del Poder Popular para la Educación de esta situación?
¿Cuando apoyarán al Licenciado en Educación de la UBV-Misión Sucre?
¿La burocracia se dignará en establecer las pautas para el trabajo armónico de dos docentes en una misma aula?
¿Se perderá la base filosófica del Sistema Educativo Bolivariano?
¿Acaso será esta una estrategia de los oposicionistas que se encuentran en el Ministerio para sabotear y debilitar la formación que tuvieron los Licenciados de la UBV mediante el principio de divide y vencerás?
En definitiva, se espera y se necesita de mucha INFORMACIÓN con respecto a lo que está sucediendo, para la estrategia social y los planteamientos hacia la transformación de la educación en nuestro país. De igual forma, se espera del APOYO por parte del Ministerio para supervisar y acompañar a estos Licenciados en Educación que fueron arrojados a las jaulas de los leones adecos y copeyanos que odian este proceso de cambio, que detestan a todo lo que huela a revolución, que están aprovechando en hacer de las suyas y hacen la vida imposible, mejor dicho, el trabajo de educación Bolivariana imposible que los educadores de la UBV se formaron para hacer.
Ministro Navarro, Presidente Chávez, por favor estén al tanto de esta grave situación.
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