Luis Britto García
En dos frentes
se libra la batalla contra el Decálogo neoliberal (que transcribimos entre comillas
y en negritas): en el frente interno, y en el externo internacional.
En el frente
interno nacional:
1. “Disciplina
en la política fiscal, enfocándose en evitar
grandes déficits fiscales en relación con el producto interno bruto”;
-Pero el capitalismo enfrenta
periódicamente crisis cada vez más graves, que hasta ahora sólo han sido paliadas mediante políticas fiscales de incremento del
gasto público de dos categorías: a) Incremento del gasto público según la
idea keynesiana del “multiplicador de la inversión”: erogaciones estatales que reactiven la
producción, creen empleo y posibiliten el consumo, y b) guerras que disparen la
producción de armamentos, empleen trabajadores en ésta, recluten desempleados como soldados y garanticen una demanda permanente destruyendo
armamentos y vidas. Todos los países
desarrollados admiten políticas de déficit fiscal: la Deuda Pública Global
supera actualmente el 333% del Producto Interno Bruto anual del mundo.
2. 2.“Redirección del gasto público en subsidios”.
-Los subsidios públicos son indispensables
en áreas como fomento de la producción interna, investigación científica,
protección de la naturaleza, cultura.
Limitarlos sólo para los fines que juzgue legítimos el capital transnacional es
el camino de la ruina.
3.
3.-“Reforma tributaria, ampliando la base tributaria
y la adopción de tipos impositivos marginales moderados”
-En el capitalismo neoliberal
la “ampliación de la base tributaria” operó siempre incrementando el número de
personas de limitados recursos que debían tributar, y cargándolos de pesados
tributos directos, como el Impuesto al Valor Agregado. Mientras tanto, los grandes capitales evaden la carga
tributaria mediante “Tratados contra la Doble Tributación”, Paraísos
Fiscales, donación simulada de los fondos a “Fundaciones sin fines de lucro”
exentas de impuestos, y sobre todo, con la complicidad de los
legisladores, sancionando una progresiva rebaja de las tasas tributarias
al gran capital que ha llevado a los multimillonarios a pagar porcentajes
menores que los de los simples trabajadores.
4.
4.-“Tasas de interés determinadas por el mercado y
positivas (pero moderadas) en términos reales”
“El mercado” no existe cuando
el número de oferentes (los bancos) es limitado: la tasa del interés sólo
medirá su voracidad. Lo que el Consenso de Washington exige es que ninguna
medida pública de protección interfiera con ésta.
5.
5.-“Tipos de cambio competitivos”
-“Competitivas” llama el neoliberalismo a tasas abiertamente
desfavorables a la moneda nacional, de modo que las inversiones
extranjeras se realicen con montos mínimos
de divisas foráneas. Los Estados Nacionales tienen el deber y el derecho de
defender el valor de sus monedas; y no devaluarlas para defender los intereses
de capitales foráneos o la estabilidad de las divisas de éstos.
6. 6.-“Liberalización del comercio: liberación
de las importaciones, eliminación de las
restricciones cuantitativas (licencias, etc.), aranceles bajos y uniformes”
-Todas las naciones que hoy
son potencias económicas –Inglaterra,
Estados Unidos, Alemania- llegaron a serlo aplicando estrictas medidas de
protección de la producción y el comercio internos, tales como prohibir ciertas
importaciones, cargarles aranceles altos o someterlas a licencias dictadas por
la conveniencia nacional. Los países emergentes deben aplicar el mismo tipo de
medidas proteccionistas a sus economías.
7. 7.-“Liberalización de las
barreras a la inversión extranjera directa (IED)”
-Todas las naciones que hoy son desarrolladas lo lograron aplicando
estrictos controles a las inversiones extranjeras con el fin de estimular,
proteger, favorecer y fortalecer la producción nacional. La finalidad del ALCA
era impedírselo a los países latinoamericanos y caribeños.
8. 8.-“Privatización de las empresas estatales”
-Las empresas estatales son
instrumentos fundamentales de la construcción del socialismo, de la prestación
de servicios básicos indispensables de interés social y de la explotación de
recursos naturales en condiciones que posibiliten la aplicación de los
beneficios al bienestar general. Privatizarlas es sustituir esos objetivos por
el del lucro privado, generalmente extranjero. Las políticas de privatización
en los países en vías de desarrollo no han sido más que enormes subastas en
baratillo de las empresas públicas, las cuales al convertirse en negocios
privados equilibran sus finanzas cesanteando empleados; exigiéndole a los que
conservan cumplir con sus tareas y las de los despedidos, y elevando
exponencialmente sus precios y tarifas, a costas del consumidor y sin la menor
consideración hacia el interés social.
9.
9.-“Desregulación: abolición de regulaciones que impidan acceso al
mercado o restrinjan la competencia”
-La “desregulación” globalizadora
impide cualquier restricción de la operación
del capital, aunque sea necesaria por razones de seguridad, protección al medio
ambiente y al consumidor, o supervisión de entidades financieras. Lo comprueban
las sucesivas catástrofes de seguridad, ambientales y humanas y sobre todo de
quiebras masivas de entidades financieras, que no ocurrirían si en verdad se
las supervisara prudencialmente.
10 .- “Seguridad jurídica para
los derechos de propiedad”
-La “seguridad
jurídica” globalizadora y neoliberal significa que el capital transnacional
exige que todas las controversias sobre sus inversiones sean resueltas de acuerdo
con sus propias leyes y por sus propios tribunales, distintos de los de los
países donde invierten. También requiere que los gobiernos nacionales no tengan
derecho a cambiarles las leyes tributarias, ni a la expropiación por causa de
utilidad pública y social. Ello asimismo requiere la “inaplicación” de leyes y tribunales locales,
incluso en el caso de litigios relativos al interés público nacional, los
cuales según los globalizadores deberían ser decididos por juntas arbitrales o tribunales foráneos como
el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias sobre las Inversiones
(CIADI), en abierta violación de la inmunidad de jurisdicción y la soberanía de
la República.
En el plano internacional, cabe contrarrestar irreductiblemente el intento de imponer estos dogmas contrabandeándolos como normas internas o a través de Tratados, como ocurrió con el tristemente célebre ALCA, o los Infames Tratados contra la Doble Tributación, o los de Libre Comercio. Para ello es indispensable crear organismos revolucionarios, como el ALBA-TCP, y coordinar políticas con organizaciones internacionales multipolares, como los BRICS. Evitando, desde luego, que los grandes capitales privados de algunos de los países integrantes de este último bloque o de otros grupos emergentes impongan políticas tan abusivas como las del Consenso de Washington, o peores que ellas.
TEXTO/FOTOS: LUIS BRITTO