domingo, 10 de octubre de 2010

FESTIVAL DE BIARRITZ AMÉRIQUE LATINE



Dividida todavía por fronteras políticas, la Nación Latinoamericana a veces sólo puede reencontrarse fuera de su propio territorio. Aduanas absurdas y circuitos burocráticos tortuosos estorban la plena comunicación entre nuestras culturas. Antes cada cine de barrio era embajada cultural cinematográfica. Ahora, sólo eventos como el Festival Biarritz Amérique Latina, Cinémas & Cultures prefiguran por instantes la Patria Grande que tantas pequeñeces nos niegan.
Si la Patria Grande todavía está por venir en lo político, en lo cultural existe desde hace centurias. No hay manifestación de las letras, el cine y la cultura latinoamericanas que sintamos extranjera.
Entremos, por ejemplo, en Zona Sur, escrita y dirigida por el boliviano Juan Carlos Valdivia. Zona Sur es el gran sector residencial de La Paz, pero lo sentimos Palermo en Argentina o Lagunita de Caracas. Podría ser también América del Sur, narrada con ironía, con crueldad, con ternura por tomas envolventes que se centran en las relaciones entre amitos y criados en una mansión de la gente bien a la que empieza a irle mal. Zona Sur dice o más bien sugiere cosas atroces con soltura rayana en la poesía y enfrenta o más bien contrasta las concepciones del mundo de dominadores y dominados. Ahora sabemos, pues, lo que hay tras la frontera de los muros residenciales con vigilancia electrónica. Es lo mismo en todas partes. Por esta revelación recibió el Premio del Jurado.
Fuera de las murallas que defienden la propiedad de los menos están los ilimitados territorios de la miseria de los más. Entremos en 5XFavela, barriada que reúne cinco cortometrajes de Manaíra Carneiro y Wavá Novais, Cacau Amaral y Rodrigo Felha, Luciano Vidigal, Cadu Barcellos y Luziana Bezerra. De las favelas vienen todos y a ellas regresan, pero para tratarlas con desparpajo, levedad, humanidad y lirismo, sin ceder a lo patético ni lo tremendista, venciendo violencia con solidaridad. Tan propias sintieron los espectadores estas desenfadadas favelas, que por votación les confirieron el Premio del Público.
Puente o barrera entre favelas y Zonas Sur, el sistema educativo controla a quienes controlarán la desigualdad. Sentémonos en los pupitres bajo La mirada invisible, del argentino Diego Lerman, que ameritó el Premio de Actuación para un Osmar Núñez que borra los límites entre el docente y el policía, entre pedagogía y alienación.
La revolución es el gran premio que espera América Latina, y para Revolución fue el Gran Premio Abrazo. Mucho discutió el jurado si podía considerar largometraje a un ramillete de cortos de Mariana Chenillo, Fernando Eimbcke, Amat Escalante, Gael García Bernal, Rodrigo García, Diego Luna, Gerardo Naranjo, Rodrigo Plá, Carlos Reygadas y Patricia Riggen. Es lo mismo que debatir si podemos considerar Patria Grande a nuestro racimo de países y pueblos empeñados en la pasión revolucionaria. Viva México, porque con él vivimos la angustia sobre las grandezas y miserias de una América Nuestra que abre siglos con sublevaciones y los clausura con contrarrevoluciones.
Por una semana Biarritz conjugó las pasiones y las esperanzas de Nuestra América. Condenó el narcotráfico en Los dos Escobar de Michael Zimbalist, en La vendedora de rosas, de Víctor García y en María plena de Gracia, de Joshua Maratom. Radiografió la prostitución juvenil en Sonhos Roubados, de Sandra Wierneck. Se abrió a la Historia venezolana con el Miranda regresa, de Lamata y con Venezia, de Haik Gazarian. Discutió sobre las empresas recuperadas en Nosotros del Bauen, de Zyserman y Reichenbach. Exploró la ambigüedad sexual con El niño pez, de Lucía Puenzo. Reabrió las heridas del asesinato político y el exilio con Diario de uma busca, de Flavia Castro. Rió con el humor negro de La mina de oro, de Jacques Bonnavent. Escuchó debatir a escritores como Lucía Puenzo, Luis Sepúlveda, Juan Villoro y quien suscribe. Para muestra basten estos botones. Ni un Festival ni un continente son abarcables.
Algunos organizadores me plantearon la posibilidad de que dentro de dos años, el festival de Biarritz esté dedicado a Venezuela. Es una oportunidad única, que ofrecí someter a nuestras autoridades culturales.
(Texto/foto:LBG)
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Versión en francés, gracias a la indispensable ayuda del amigo Romain Vallée: http://luisbrittogarcia-fr.blogspot.com
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Rajatabla:
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Dictadura mediática en Venezuela: www.minci.gob.ve
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